Los BCM de la plancha

 

Cuando se le pregunta a cualquier prensista o preprensista de impresión flexográfica cuál es el elemento que controla la cantidad de tinta en el proceso, casi todos responderán sin dudar: ¡El anilox!

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Hasta hace pocos años, el anilox era considerado el único elemento de control de tinta en la impresión flexográfica. Sin embargo, hoy en día existe otro elemento que no solo controla la transferencia, sino que también mejora considerablemente el control del volumen de la tinta: la plancha.

Evolución del control de tinta

Los anilox han evolucionado significativamente en las últimas décadas. Las celdas hexagonales fueron el estándar durante muchos años, pero se han explorado tecnologías diferentes junto con la evolución del láser que buscan una optimizar la liberación de la tinta. Estas nuevas tecnologías incluyen celdas hexagonales extendidas, abiertas y semiabiertas, entre otras, que mejoran tanto la cantidad de tinta transferida como su distribución sobre la plancha. Estas innovaciones han ayudado en muchos casos al desarrollo de la calidad flexográfica en los últimos 15 años, maximizando la cantidad de tinta transferida a la plancha y subir las densidades objetivo de impresión.

Aunque las tecnologías de anilox permiten un control preciso del volumen de tinta, es crucial mencionar que lo que realmente medimos en el anilox es el volumen de aire, no de tinta, como comúnmente se piensa. Con la capacidad de crear microtexturas específicas para diferentes tintas y optimizar su transferencia, surge una nueva pregunta: ¿no valdría la pena medir también el volumen de la plancha?

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La primera aproximación a entender este control se realiza mediante pruebas de bandas de planchas monocolor, en las cuales se incluyen varias microtexturas para observar su transferencia y decidir el punto óptimo. Estas pruebas son fundamentales en el proceso de optimización y fingerprint, e incluyen elementos de control como sólidos, textos, escalas tonales, líneas finas y degradados. Estas pruebas nos permiten evaluar desde la falta de tinta hasta el exceso de tinta en una plancha. La falta de tinta se reconoce como el fenómeno de starving (donde el sustrato muestra el patrón de la plancha) y el exceso de tinta se manifiesta principalmente en la ganancia de punto y el fenómeno de bridging (unión de puntos por exceso de tinta).

Medición del volumen de la plancha

La medición del volumen de la plancha es esencial para entender la consistencia y estabilidad de la impresión. En nuestro estudio evaluamos y medimos los BCMs de la plancha mediante análisis de interferometría similares a los que son realizados en los anilox.

Desarrollamos un completo Diseño de Experimento (DoE) donde, como primer paso, evaluamos diferentes marcas de planchas y texturizaciones, además de la estabilidad en la fabricación de las planchas. Utilizando el método científico, generamos planchas idénticas en tres sitios diferentes después de calibrar sus sistemas de fabricación y procesamiento y medimos su volumetría. Como segundo paso, tomamos esas planchas y las imprimimos en una prensa certificada donde la única variable modificada era la plancha. Con esto pudimos medir no solo la variación de plancha a plancha en volumetría, sino el impacto real de esa variación en la impresión.

El estudio mostró resultados sorprendentes. La variación de BCMs en la plancha varía significativamente entre diferentes fabricantes. Algunas referencias de planchas presentaron diferencias de tan solo un 1% en su volumen, mientras que otras mostraron diferencias por encima del 15%. Observando los mapas de calor de la interferometría, podemos ver las áreas por donde circulará la tinta, lo que nos ayuda a entender la importancia de lograr la mejor plancha posible en su proceso.

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Al comparar con el anilox, entendemos que diferentes fabricantes tienen tecnologías y tolerancias distintas. En anilox de alta lineatura, una tolerancia común es de ±0.1 bcm, representando de 2-4% en porcentaje en los mejores fabricantes. Esto nos permite visualizar lo asombroso del proceso de fabricación de planchas actuales: la mejor plancha tuvo una variación de tan solo ±0.03 bcm. Este dato es fundamental para entender qué tan detallado es el control de la tinta por parte de la plancha.

En el segundo paso comparando el resultado impreso en condiciones idénticas, encontramos una variación de densidad del 2% (±0.04 de densidad) en el caso de la mejor plancha hasta un 5% (±0.09 de densidad) en el peor caso. Cada variación de densidad tendrá impacto en la consistencia del color. Utilizando software de administración de color, comprobamos las variaciones de delta E. La mejor plancha mantuvo el 87% del espacio de color con un delta E por debajo de 2, mientras que en el peor caso, solo el 25% de los colores estuvieron en este rango. Todo el sistema de administración de color puede verse afectado por estas variaciones.

Conclusión

Este estudio realizado en impresión banda ancha con tinta solvente revela datos fascinantes sobre la relación entre el volumen de la microtextura de la plancha y el volumen del anilox utilizado. Sorprendentemente, los volúmenes de la plancha más eficaces en términos de densidad de impresión fueron muy similares a los volúmenes de los anilox, con una diferencia mínima de 0.2 BCM. Esto es muy interesante, ya que sabemos que la transferencia del anilox nunca es del 100%, así que nunca necesitaremos controlar el total de la tinta, pero si es cierto que la plancha sufre compresión, y ese volumen se reduce en el momento del contacto con el sustrato.

Esto sugiere que, en el futuro, podremos analizar con mayor precisión diversas condiciones y encontrar la correlación perfecta entre el anilox, la plancha, la microtextura y el tipo de tinta, además de anticipar su impacto en la variación del color. Todos elementos que requieren un profundo estudio pero que ayudará a evolucionar las siguientes generaciones de planchas.

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