Universitarios crean biopolímeros con jitomate

Al ser México uno de los principales productores de jitomate en el mundo, se han desarrollado diversos estudios para aprovechar este producto agrí­cola, y uno de ellos se enfoca en utilizar la cáscara del jitomate para la generación de biopolí­meros que ayuden a la conservación de otros frutos y alimentos.

La investigación que encabezan Marí­a Dolores Reyes y José Campos, del Departamento de Procesos y Tecnologí­a de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus Cuajimalpa, está en la etapa de la sí­ntesis de un polí­mero para tratar de imitar la función que tiene la cutí­cula o cáscara del jitomate y así­ desarrollar pelí­culas que cumplan esa misma función.

“Dado que es un producto natural podrí­amos utilizarlo en otros productos de interés, por ejemplo, el plátano. Todos sabemos que el plátano se oxida debido a un proceso natural, pero quizá podremos protegerlo para que dure más tiempo en el mercado sin que se dañe. En la actualidad se utilizan ceras para proteger frutos, pero en este caso hablamos de una cera natural, de un polí­mero que llamamos cera y podrí­a usarse en productos como carne o pescado para evitar su deshidratación y oxidación”, detalló José Campos Terán.

La cáscara protege al jitomate de agentes microbianos ante cambios de humedad o de la deshidratación, y el objetivo de este proyecto es conocer esas propiedades protectoras y utilizar esa misma estrategia de la naturaleza en otras aplicaciones.

De acuerdo con Marí­a Dolores Reyes lo primero en el proceso es recuperar el desecho del jitomate, separar la pulpa de la cutí­cula, realizar una hidrólisis enzimática para obtener los monómeros que forman la capa del jitomate y luego se purifica para extraer el producto que les importa y de ahí­ se parte para la generación de los biopolí­meros.

Si bien se trata de una alternativa para alargar la vida de los alimentos, este desarrollo consiste en una molécula con propiedades que podrí­an utilizarse también la industria farmacéutica.