Publican actualización de la norma ISO 14024 para ecoetiquetado

La norma ISO 14024 —creada en 1999 para establecer los requisitos internacionales de ecoetiquetado— ha sido actualizada recientemente, con el objeto de que responda adecuadamente a los grandes cambios que han tenido lugar en el contexto ambiental mundial, y a demandas de los consumidores.

Esta normativa de ecoetiquetado se originó debido a la creciente preocupación de los gobiernos, las empresas y el público en general, por la protección del medio ambiente. Con su implementación las compañí­as reconocieron que el interés por el tema de la sostenibilidad también podí­a traducirce en una ventaja de mercado para ciertos productos y servicios; debido a ello, las etiquetas se convirtieron en el medio de clasificar el contenido de los envases como reciclable, eco-amigable, con bajo consumo de energí­a y reciclado, entre otras, logrando ejercer una poderosa atracción sobre los consumidores que buscan formas de reducir su impacto ambiental a través de sus elecciones de compra.

No obstante, esta proliferación de notificaciones también ha generado cierta confusión y escepticismo, por lo que una nueva versión de la norma ISO 14024: Etiquetas y anuncios medioambientales - Etiquetado ambiental tipo I - Principios y procedimientos, se hizo necesaria.

Bjí¶rn-Erik Lí¶nn, coordinador del grupo de trabajo que revisó la norma, explica: "Durante los últimos 20 años, el uso de ecoetiquetas tipo I ha aumentado y el concepto ahora se está extendiendo a más paí­ses y mercados. Esta última revisión tiene como objetivos reforzar las directrices de los procesos, información y documentación utilizada en el ecoetiquetado, y definir la competencia de los verificadores, poniéndolos al dí­a con los requisitos para otros tipos de etiquetas ambientales mencionadas en la norma ISO 14020. Los principios y descripciones básicas de la versión original de 1999 se han mantenido sin cambios, pues describen correctamente la función que tan exitosamente cumplen las etiquetas ecológicas Tipo I en todo el mundo. El resultado es una clara ganancia para todos: una etiqueta ecológica de tipo I transparente y confiable tanto para los consumidores, como para los productores".

La ISO 14024: 2018 establece los programas de etiquetado ambiental Tipo I, que son voluntarios y pueden ser operados por agencias públicas o privadas a nivel nacional, regional o internacional. Esta reglamentación establece los principios y procedimientos para desarrollar programas de etiquetado ambiental Tipo I, incluida la selección de categorí­as de productos, los criterios ambientales del producto y las caracterí­sticas de la función del producto, y la evaluación y demostración del cumplimiento. También establece los procedimientos de certificación para otorgar la etiqueta.

Las etiquetas de Tipo I contenplan una evaluación de un producto por un tercero basada en una serie de criterios relacionados con el impacto ambiental de un producto o material a lo largo de su ciclo de vida. El objetivo de este etiquetado es contribuir a la reducción de los impactos ambientales asociados con los productos, a través de la identificación de productos que cumplen los criterios especí­ficos de un programa de Tipo I para la flexibilidad ambiental general.

"Las ecoetiquetas solí­an cubrir principalmente bienes de consumo, pero ahora una amplia gama de servicios, desde hoteles hasta compañí­as de limpieza, puede ser "ecoetiquetada" con base en la verificación de los requisitos amnbientales por parte de terceros", puntualizó Lí¶nn.