Nuevo recubrimiento metálico que combate la contaminación alimentaria

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Nuevo recubrimiento metálico que combate la contaminación alimentaria

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Este nuevo recubrimiento, desarrollado por la Universidad de Texas A&M, se destaca por su capacidad para ofrecer una solución más higiénica que los tradicionales envases de acero inoxidable.

La Universidad de Texas A&M ha dado un paso significativo hacia la mejora de la seguridad alimentaria con el desarrollo de un nuevo recubrimiento metálico para envases. Este avance promete transformar la forma en que la industria alimentaria combate la contaminación y asegura productos más seguros para los consumidores.

Este recubrimiento, aplicable a acero galvanizado, se destaca por su capacidad para ofrecer una solución más higiénica que los tradicionales envases de acero inoxidable. Además, presenta una notable resistencia a la corrosión, lo que prolonga la vida útil de los contenedores y reduce los costos a largo plazo.

La durabilidad, resistencia y asequibilidad del acero galvanizado lo convierten en una opción preferida para el almacenamiento de productos alimenticios. Sin embargo, la innovación de Texas A&M aborda el problema persistente de la contaminación bacteriana, un desafío constante para la seguridad alimentaria.

Los resultados de la investigación indican que el recubrimiento reduce significativamente la presencia de bacterias y hongos, como el Aspergillus, durante un período extendido. Esta característica es crucial para prevenir la contaminación y garantizar la integridad de los alimentos almacenados.

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Además de mejorar la seguridad, el recubrimiento mantiene intactas las propiedades estructurales y mecánicas del acero, asegurando que solo la capa superior, en contacto con los alimentos, sea modificada. Esto asegura que la eficacia del material no se comprometa mientras se mejora la higiene.

La aplicabilidad de esta tecnología se extiende más allá de los contenedores de almacenamiento, siendo potencialmente útil en silos de granos y otras instalaciones relacionadas con el procesamiento de alimentos. Esto representa un avance significativo en la reducción de riesgos de contaminación en diversas etapas de la cadena de suministro.

El impacto de esta innovación podría ser transformador para la industria alimentaria, al reducir la incidencia de brotes de contaminación y mejorar la confianza del consumidor en la seguridad de los productos alimenticios. Los investigadores esperan que esta tecnología sea rápidamente adoptada por los procesadores de alimentos, beneficiando a toda la cadena de valor.