Nuevo aditivo para envases a base de polvo de hueso de aceitunas

Este aditivo, creado por BioPowder, mejora los compuestos de embalaje biodegradables, ofreciendo una alternativa respetuosa con el medio ambiente.

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La innovación en la industria del packaging se diversifica cada vez más, atendiendo a las exigencias del mercado y los consumidores por envases más sostenibles. Esta vez el sector avanza con el desarrollo de BioPowder, quien transforma el polvo de hueso de aceituna en aditivos para envasado, ofreciendo una alternativa versátil y respetuosa con el medio ambiente a las materias primas convencionales.

Esta innovación, que aprovecha subproductos de la producción de aceite de oliva, no solo reduce los residuos, sino que también estimula el desarrollo rural en la región mediterránea.

Los aditivos fabricados a partir de estos subproductos se utilizan para mejorar los compuestos de embalaje biodegradables, como películas de proteínas y resinas de origen biológico.

Su aplicabilidad en diversos procesos, como moldeo por inyección y extrusión, los hace versátiles. Además, la personalización de los rangos de micras controla la viscosidad y la textura de los polímeros.

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Para satisfacer las necesidades de los clientes, estos aditivos ofrecen grados de productos con tratamiento superficial, que incluyen propiedades hidrofóbicas para absorción de agua y aceite. La estabilidad de las partículas y la dureza de los aditivos fortalecen los materiales de embalaje, especialmente en envases de cosméticos reutilizables y películas de embalaje de alimentos compostables.

La fundadora y directora de BioPowder, Kathrin Schilling, explica: “Nuestra tecnología abarca desde polímeros convencionales reforzados con partículas naturales hasta películas 100% compostables”. Su compromiso es apoyar a los científicos de materiales en su búsqueda de reducir el impacto ambiental.

La sostenibilidad es una prioridad para la industria de envases, y esta empresa se destaca al inspirar a los científicos de materiales a pensar de manera innovadora y experimentar con materias primas innovadoras.

En la industria ya se ha avanzado pasos importantes, similares a este aditivo. En 2020, un proyecto colaborativo entre AIMPLAS y OLIPE creó un material plástico compuesto a partir de aceite de oliva y un material termoplástico, que es biodegradable y compostable. Más recientemente, el proyecto GO ORLEANS utilizó suero de queso como subproducto para desarrollar una solución de envasado que prolonga la vida útil de los productos lácteos de manera impresionante.