Innovación hacia economía circular: el S.O.S a la industria del plástico

El sector del plástico en América Latina enfrenta el desafío de equilibrar su crecimiento económico con la urgente necesidad de implementar prácticas sostenibles. La adopción de un modelo de circularidad es clave en este punto crítico que atraviesa el sector.

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Durante décadas, la industria del plástico en América Latina ha experimentado un crecimiento significativo, convirtiéndose en un pilar esencial para las economías regionales. Esta industria, crucial para sectores como el embalaje, la construcción y la automotriz, ha demostrado una notable capacidad de adaptación e innovación. No obstante, este crecimiento trae consigo un desafío innegociable: la sostenibilidad.

Especialmente en el cono Norte y Centroamérica, la industria del plástico se encuentra en un momento decisivo de su historia, registrando un crecimiento del 4.6%, superando el promedio mundial del 3%.

“En 2022, las exportaciones superaron los 11,500 millones de dólares, mientras que las importaciones de resinas y productos plásticos alcanzaron más de 32,000 millones de dólares. Este crecimiento se atribuye a la diversificación de cadenas y al desarrollo de infraestructura, así como a las oportunidades del nearshoring, con expectativas de tasas de crecimiento superiores al 8% en los próximos años”, le dijo a esta revista Aldimir Torres, presidente de la Asociación Latinoamericana de la Industria del Plástico (ALIPLAST).

De acuerdo con Torres, el plástico está presente en más del 80 % de la producción de casi todas las actividades del ser humano. De este, un 45% corresponde a envases y embalajes, un 16% al consumo general, un 11% a la construcción, un 8% al sector automotor, un 6% a la electrónica, un 4% al sector agrícola, un 3% a dispositivos médicos y un 7% a otros productos. Esta omnipresencia subraya la importancia crítica de la industria para el desarrollo económico y la vida cotidiana en la región.

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El paradigma de la sostenibilidad

Sin embargo, el reciclaje y la gestión de residuos plásticos continúan siendo áreas críticas para la industria. Solo un pequeño porcentaje del plástico producido se recicla efectivamente, lo que ha impulsado a las compañías a buscar iniciativas que reduzcan el impacto ambiental.

Así lo señala Torres, quien asegura que la industria del plástico, desde aproximadamente 8 años, ha sido objeto de críticas ambientales, especialmente en lo que respecta al consumo masivo y la gestión de residuos.

"El mundo consume y produce casi 400 millones de toneladas anuales de plástico. De este, el 85% proviene de materiales fósiles, casi el 12.5% del reciclaje y apenas el 1.5% de materiales biobasados", afirma Torres, añadiendo que "la región aún carece de una industria de acopio eficiente, complicando el manejo de los desechos plásticos".

Frente a esta realidad, la industria del plástico en la región se encuentra en un dilema. Por un lado, debe continuar contribuyendo al desarrollo económico y social de la región; por otro, es imperativo adoptar prácticas más sostenibles. Esto incluye la inversión en tecnologías de reciclaje, el desarrollo de plásticos biodegradables y la implementación de políticas que fomenten la economía circular.

Un llamado a la circularidad: próximo foco

En respuesta al excesivo consumo de plástico y a las falencias en el sistema, los líderes de la industria han comenzado a plantear diversas estrategias enfocadas en un objetivo común: un S.O.S. a la economía circular.

"Son tiempos desafiantes, pero el sector industrial de toda la región debe participar proactivamente en la discusión de temas complejos como la reducción en el consumo y la reutilización del plástico. Además, la industria del plástico a nivel global está innovando constantemente en el camino hacia la economía circular", expresó José Navarro, especialista en sustentabilidad y director de Plastimagen, uno de los cinco eventos más importante a nivel global para el sector.

Es así como para abordar estos desafíos, la industria en los próximos años pondrá su foco en acciones como, según Aldimir Torres y José Navarro:

1. Envases con monomateriales:

Para los expertos, es importante impulsar el cambio en el diseño de los envases y empaques de productos plásticos a propuestas con monomateriales más simples que faciliten el correcto reciclaje.

Adicionalmente, Torres propone eliminar las etiquetas, “vamos a tener que poner en los envases las características del producto para reducir materiales. Ese será un camino muy claro que tendremos que tomar”.

Incluso, en línea con lo anterior, la industria invertirá mayores recursos en la investigación de la emergente tendencia del etiquetado invisible, la cual consiste en un envase que utiliza materiales que emiten luz en longitudes de onda cercanas al infrarrojo, haciéndolas visibles solo a través de cámaras especiales. Esta estrategia no solo brindará una experiencia diferente al consumidor, sino que también ayudará a reducir costos en el uso de tintas y materiales en los envases.

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2. Innovación en materiales compostables

Así mismo, la industria desde hace algunos años ha venido trabajando en la creación e inclusión de materiales compostables, reduciendo cada vez más la presencia del plástico o reutilizándolo en nuevos insumos para envases y empaques 100% reciclables.

“En materia de sustentabilidad se han logrado importantes avances, ya que todos los integrantes de la cadena de valor están asumiendo su responsabilidad, desde productores de materia prima, transformadores, diseñadores, responsables de las marcas, recicladores, autoridades y usuarios finales para que este material sea utilizado de un modo más eficiente”, explicó Navarro.

De acuerdo con el director de Plastimagen, actualmente ya se trabaja en la fabricación de plásticos con nanopartículas que permiten un ahorro en costos de fabricación, reducción de energía y ayudan significativamente a incrementar la degradación del plástico.

3. Cambios en la legislación:

Recientemente, la ONU publicó un análisis de las opciones políticas para hacer frente a la crisis de los residuos plásticos, se estima que los países pueden reducir la contaminación por plásticos en un 80% hacia 2040, utilizando las tecnologías existentes y realizando cambios en la legislación.

Según indicó Navarro, este informe se centra en tres cambios principales del mercado necesarios para crear una economía circular que mantenga los artículos producidos en uso el mayor tiempo posible: reutilización, reciclaje y reorientación de los envases de plástico hacia materiales alternativos.

Así mismo, señala la importancia de la promoción gubernamental para su reutilización, como los sistemas de botellas rellenables o los sistemas de devolución de depósitos, los cuales podría reducir el 30% de los residuos plásticos.

De hecho, en la actualidad, México se destaca como líder en la implementación de legislación progresista en materia de Economía Circular y Manejo de Residuos. Estas leyes tienen como objetivo no solo mejorar la eficiencia en el manejo de residuos, sino también fomentar un consumo más inteligente y sostenible.

4. Economía circular

Las anteriores acciones se conjugan en la estrategia de la circularidad en la industria del plástico, un llamado que emiten los líderes del sector no solo para fortalecer cada actor del ecosistema, sino también para reducir la huella de carbono y aprovechar los residuos para convertirlos en nuevas oportunidades de negocio.

“Hoy se vislumbra un futuro prometedor para la industria como resultado de los avances que se han conseguido en la transición hacia esquemas circulares y esto ha sido posible por medio de la implementación de acciones estratégicas, fortalecer el marco normativo; además de implementar un trabajo coordinado y la cooperación entre todos los actores involucrados”, afirmó Navarro.

“El plástico es un aliado muy poderoso y versátil, lo podemos ver en cualquier actividad humana. Su consumo y posterior uso es responsabilidad de todos. Necesitamos actuar como empresarios para una transformación de nuestro modelo de negocio bajo una óptica de economía circular”, concluyó.