Cuarto Foro de Recicladores: México se prepara para asumir los retos del reciclaje de plásticos
Cuarto Foro de Recicladores: México se prepara para asumir los retos del reciclaje de plásticos
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Por cuarto año consecutivo se realizó el Foro de Recicladores, organizado por la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), en la Ciudad de México, donde se dieron cita más de 100 asistentes entre empresarios, emprendedores, estudiantes e investigadores, para actualizarse en temas relacionados con la industria del reciclaje de plásticos y los retos que vienen.
En momentos en que los plásticos están siendo objeto de una campaña de desprestigio, Raúl Mendoza, director general de la Anipac, señaló que los plásticos no contaminan ni más ni menos que otros materiales, incluso, en su ciclo de vida han demostrado ser más eficientes que otros, pues son fáciles de reciclar, siempre y cuando se haga una correcta disposición al final de su uso.
Se estima que el procentaje de reciclaje de plásticos en México pasó de 10% a 20%, lo cual demuestra la responsabilidad que ha asumido la industria".
Raúl Medoza, director general de Anipac.
“Se estima que el porcentaje de reciclaje de plásticos en México pasó de un escaso 10% a un 20% hoy en día, lo que demuestra la responsabilidad que ha tomado la industria en dicho proceso dentro de la cadena productiva”, aseguró.
El directivo destacó que los plásticos son parte fundamental en la vida cotidiana de las personas y que no se puede prescindir de ellos, pero sí se puede hacer un buen uso y una buena disposición, fomentando su reciclaje.
En ello coincidió Gladys Zerquera, especialista en evaluación de impacto ambiental de la empresa Síntesis de Evaluación Ambiental, quien explicó que el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) permite a las empresas disminuir o evitar el impacto ambiental de lo que producen.
Dijo que las ventajas es que al realizar un ACV se pueden conocer los puntos críticos del producto y el proceso, ya que ayuda a identificar dónde están esos impactos, además aporta información cuantitativa, y muestra dónde están las prioridades, pues también se puede saber qué partes del proceso de producción contribuyen al cambio climático y actuar en consecuencia.
“El análisis ciclo de vida nos permite saber si el producto o el proceso tienen un impacto. El ACV separa las etapas del proceso y a quienes contribuyen a ese impacto por cada fase. También nos dice qué materiales tienen el mayor impacto y se puede ver si ese material se puede sustituir por otro o no; y puede decir cuál de los procesos tiene mayor impacto, y con esta información podemos saber dónde cambiar”, comentó Zerquera.
La especialista recomendó hacer este análisis a todos los productos de las empresas y a los procesos para conocer su impacto, y detalló que actualmente existen bases de datos especializadas para realizar los ACV, lo cual ha significado una disminución de los costos de este proceso. Este tipo de análisis debería hacerse cada cuatro años o cuando ocurra un cambio importante en el producto o proceso.
Plástico: acumulador de energía
En su intervención, Eduardo Martínez, presidente de la Sección de Recicladores de Anipac, mencionó que si bien en este momento México está llevando a cabo procesos de reciclaje mecánico de alrededor de 20% de los residuos plásticos, también debe enfocarse en fomentar la recuperación energética como sucede en Europa, donde los plásticos se aprovechan para la generación de energía.
El plástico es un acumulador de energía, una bolsa de basura nos da la suficiente energía para prender un foto de 60 watts por 10 minutos".
Eduardo Martínez, presidente de la Sección de Recicladores de Anipac.
“El plástico es un acumulador de energía, una bolsa de basura nos da la suficiente energía para prender un foco de 60 watts por 10 minutos. En México se tiene un área de oportunidad muy grande, pero hay muy poco apoyo para poder generar respuestas como industria”, dijo.
El líder de los recicladores detalló que en Europa el 31% de los residuos plásticos se utilizan para reciclaje mecánico, es decir, se reintegran a procesos de producción; mientras que el 41% se destina a la recuperación energética y 27,3% no llega a los rellenos sanitarios, sino que terminan en las calles.
Aseguró que en el país es necesario profesionalizar a los pepenadores y a las personas que se dedican a acopiar los residuos plásticos, ya que esto permitiría recuperarlos en un estado más limpio e incrementar su reciclaje.
“México podría llegar arriba de 30% del reciclaje de plásticos, pero hace falta capacitar a la gente para que separe y recupere los residuos de una manera más limpia”, añadió.
Residuos complicados
Uno de los principales retos que enfrentan los recicladores tiene que ver con los plásticos de manejo especial como los agroplásticos, los plásticos que se utilizan en la industria automotriz como el polipropileno y el unicel, y los plásticos degradables, sin embargo, hoy en día existen alternativas en México para este tipo de residuos complicados.
Por ejemplo, la industria mexicana de agroplásticos produce alrededor de 280.000 toneladas cada año (lo cual genera un crecimiento del 20% anual); sin embargo, solo existen 13 empresas recicladoras de este tipo de plásticos, las cuales alcanzan a reciclar el 10% de ese total.
La especialista en caracterización de materiales, Adriana Reyes, gerente técnico del Centro de Caracterización e Investigación en Materiales, destacó que gracias a los agroplásticos la agricultura se ha vuelto más eficiente, puesto que con su uso se inhibe el crecimiento de malezas, se incentiva la fotosíntesis y se incrementa la precocidad de las cosechas, por mencionar algunos beneficios.
Sin embargo, el aumento de la demanda de estos y su ciclo de vida útil —que para algunos, como los acolchados, es de hasta ocho meses— podría terminar siendo un problema ambiental si se acumulan en tiraderos a cielo abierto, llegan a los lagos y mares, o son incinerados.
Y es que en algunos casos, los agroplásticos están expuestos durante toda su vida útil a los rayos UV y a los agroquímicos que se utilizan en los cultivos, lo cual puede alterar la estructura química del plástico, por lo que es necesario que los agricultores desarrollen una cultura del reciclaje y hagan un proceso previo de separación de estos desechos.
“Nosotros le podemos dar un valor a estos residuos cuando llevamos una caracterización físico química de estos materiales, si ya sabemos que han estado expuestos a agentes que pudieran deteriorar la vida de este plástico y pudiéramos dar otra aplicación de mayor valor agregado, y no solamente convertirlo en rollo negro para película de invernadero o en cubiertas para silos”, afirmó Adriana Reyes.
Por su parte, Jesús Sánchez y Emilio Calderón, director general y gerente de Compras, respectivamente de SEIRI, hablaron sobre el reciclaje de todo tipo de resinas, polímeros, elastómeros, plásticos de ingeniería, y de cómo han enfrentado el reto de reciclar hule EDPM y arena sílica.
La empresa se dedica al reciclaje de residuos industriales y la mayoría de sus clientes son armadoras o proveedores tier 1 y tier 2 de la industria automotriz, los cuales por políticas corporativas han adoptado la filosofía “Zero Waste”, de modo que requieren aliados que solucionen el destino final de sus residuos.
Para ser ese aliado de sus clientes, a decir de Emilio Calderón “hoy en día ya no nos podemos dar el lujo de decir solo reciclo esto y esto no, hoy en día tenemos que trabajar y apoyar a las empresas en reducir el número de toneladas que van a confinamiento, a relleno sanitario, se tiene que reciclar o reutilizar todo”.
En 10 años la compañía creció de sólo 10 empleados a tener 157, y han adquirido tecnología para realizar la disposición y manejo de todo tipo de plásticos y materiales industriales, que les ha valido el prestigio entre sus clientes.
Mauricio Yáñez, de Polymers Solution, explicó que en la actualidad es posible reciclar plásticos degradables con buenos resultados, como en el caso del plástico con aditivos oxodegradables que es uno de los materiales más utilizados en México.
Este plástico es un polietileno convencional con un catalizador metálico, que se le agrega al 1% y que durante todo su ciclo de vida va a tener las mismas características de un polietileno convencional, pero después tendrá una fase de degradación y una fase de biodegradación. Además su costo de procesamiento es bajo y no requiere maquinaria adicional.
El especialista aseguró que el reciclaje de los oxodegradables no genera microplásticos porque la degradación es oxidativa mediante una degradación química y no mecánica, incluso, es posible reciclar los empaques postconsumo y recuperarlos luego de un proceso de lavado.
Durante el foro, realizado en el auditorio de Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), el mensaje para los empresarios fue que se necesita trabajar en conjunto para enfrentar las problemáticas y desafíos que afectan al sector.
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