
Promaflex: caso de éxito en películas y cintas autoadhesivas en Brasil
Promaflex: caso de éxito en películas y cintas autoadhesivas en Brasil
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Desde el pasado mes de octubre, Promaflex amplió sus instalaciones de Taboão da Serra, en el estado de Sao Paulo, de 1.700 m2 a 5.000 m2, en un área total de 10.000 m2 de terreno, lo que le ha brindado la capacidad para producir 5 millones de metros cuadrados de cintas y películas al mes, cuando anteriormente su producción era de 2,8 millones de metros cuadrados al mes.
Incluida esta nueva fábrica, la inversión global de la empresa alcanzó los US$ 3 millones de dólares, en los últimos tres años. Para conocer los antecedentes y las circunstancias de un crecimiento de tal magnitud, Conversión le preguntó a su director ejecutivo, Señor Márcio de Mello Velletri, por la trayectoria y el futuro de la empresa.
Promaflex surgió en 1988 como una iniciativa conjunta entre una compañía multinacional dedicada a las películas plásticas y una brasileña, que con el tiempo amplió su línea de productos para cubrir la producción de películas protectoras para materiales como fórmica, laminados plásticos y metálicos, aluminio, planchas, vidrios y tapetes, entre otros. Promaflex ha sido pionera en el segmento de cintas especiales para la flexografía y montajes, así como de cintas para corrección de bobinas, cintas fibol para cierre de bolsas, acrílicos base solvente y agua, entre otras líneas de producto de aplicación directa para el sector de envases y embalajes.
Hoy, Promaflex exporta a América Latina y a Europa algunos productos que antes importaba de Alemania, Italia y Argentina. “El crecimiento de la empresa se basa en nuestra filosofía de ser proveedores de soluciones, y eso, junto con precios asequibles y el desarrollo de productos que cumplen con los deseos de los clientes, nos ha situado un grado por encima de muchos concurrentes al mercado”, afirma el Sr. Velletri.
Pero ha sido también de la mano del crecimiento económico brasileño que la empresa ha consolidado su crecimiento. El potencial del desarrollo manufacturero de Brasil fue un factor de peso en la decisión de ampliar las instalaciones de Taboão da Serra. “Teniendo ese factor como base, Promaflex consideró que era el momento de cambiar, ya que las antiguas instalaciones no nos permitían ‘soñar’ con un mercado externo consistente con nuestras proyecciones de crecimiento hasta 2008”.
Los motores del desarrollo
Crecer, en el escenario industrial, se traduce en inversiones y adecuación a nuevos procesos, acompañados de capacitación y del desarrollo de nuevos mecanismos de mercadeo. Pues bien, Promaflex previó esos ingredientes del crecimiento mediante ejercicios de planeación estratégica y la adquisición de nueva maquinaria.
“Compramos una coextrusora, que hoy nos permite fabricar películas de hasta 7 capas para la industria en empaques flexibles; usamos también tecnología de atmósfera controlada. Adicionalmente adquirimos una unidad para la fabricación de adhesivos de caucho con tecnología alemana pero adaptada a nuestras necesidades; también una moderna recubridora, una unidad para recuperación de solventes; modernizamos el laboratorio; construimos un centro de almacenamiento vertical y, ante todo, capitalizamos en la capacidad de nuestros tecnólogos con la inversión en tecnología, que resultaron en un incremento significativo de la producción,” explica el Sr. Velletri.
Productividad: palabra mágica
Con un crecimiento como el vivido por Promaflex, no podíamos dejar de preguntarnos por la manera en que éste se reflejaría en las estrategias adoptadas para enfrentar responsabilidades igualmente mayores. La respuesta de su director ejecutivo resume la visión clara que se tiene para el futuro de la empresa. “La centralización de los departamentos comerciales en nuestra unidad de manufactura aumentará mucho la sinergia entre departamentos, con soluciones más rápidas para nuestros clientes. De otra parte, la ampliación del equipo de ventas, tanto para el mercado interno como externo, nos otorgará mayor agilidad para ofrecer soluciones a nuestros socios,” afirma el Sr. Velletri. “El mercado externo siempre fue prioritario para Promaflex, que tiene presencia ya en Chile, Argentina, Uruguay, Venezuela, Costa Rica, República Dominicana, Estados Unidos e Inglaterra”.
Los esfuerzos exportadores representan para Promaflex la garantía de que su ampliada capacidad de producción encontrará mercados para su diverso portafolio, y de allí un renovado interés por extender sus mercados y aprovechar la creciente apertura comercial. “Para este año estamos abriendo líneas de distribución en toda América Latina y aumentando nuestros contactos en Europa y Estados Unidos. A pesar de la revaluación del real con respecto a las otras monedas, consideramos que podemos conservar un crecimiento importante en nuestras exportaciones; teniendo siempre como concepto fundamental el aumento de la productividad, esa palabra mágica para confrontar las innumerables situaciones adversas del mercado".
Entre sus planes de crecimiento Promaflex tiene proyectado aumentar su capacidad exportadora; hoy sus exportaciones representan el 15% de su facturación total. Adicionalmente, está planeando lanzar en 2006 nuevas líneas de producto entre las que se destacan las películas de desbobinado fácil para películas de protección en caucho, la de aluminio auto-adhesivo sin liner y otros antillama, y productos específicamente orientados al mercado flexográfico.
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