Más allá de FSC, SFI o PEFC en ecología del papel
Más allá de FSC, SFI o PEFC en ecología del papel
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No obstante el estado actual de la economía, se mantienen en un alto nivel los intereses de los movimientos verdes. Muchos compradores de impresos han revisado sus prácticas de adquisición para incluir en sus especificaciones algunos aspectos ambientales. Al examinar el impacto ambiental global de un producto impreso, es natural enfocarse en el papel como componente principal, ya que en general da cuenta de la mayor proporción de los recursos ambientales requeridos para elaborar el producto. El impacto ambiental del papel es frontal y central en el mundo de la impresión, por su gran contribución al contenido del producto final y porque los grupos ambientales y clientes continúan promoviendo la fabricación de productos “verdes” y sostenibles.
En la actualidad, el principal enfoque ambiental para el papel está en la certificación forestal con programas como el del Consejo de Administración Forestal, FSC (Forest Stewardship Council), la Iniciativa Forestal Sostenible, SFI (Sustainable Forestry Iniciative) y el Programa para la Promoción de la Certificación Forestal, PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification). Debido a los elevados costos de los programas de cadena de custodia de la FSC, la SFI y PEFC, muchas operaciones de impresión están cuestionando el valor de dichos programas y buscan opciones alternas para satisfacer las demandas de sus clientes y lograr un producto más verde. Estos programas tienen sus méritos, pero no se enfocan en todos los impactos ambientales relacionados con la manufactura del papel; sin embargo, existen alternativas que se pueden usar para describir los aspectos positivos del papel.
Cuando se pregunta a los clientes de impresión por qué requieren que sus productos sean elaborados en papeles certificados por FSC, SFI o PEFC, normalmente responden que esos son los únicos programas verdes con los cuales están familiarizados, y que a ellos les interesa demostrar los atributos verdes de sus productos. Por lo general, los clientes no son conscientes de las alternativas porque no han sido informados de las mismas y no las conocen.
Además, muchos clientes no entienden que hay varios impactos ambientales críticos que no son reconocidos por los programas de FSC, SFI y PEFC, incluidas fuentes de fibras no certificadas, contenido de fibra reciclada y el proceso de manufactura, que deben ser considerados cuando se les suministran a los clientes papeles preferiblemente ambientales.
Programas de certificación de FSC, SFI y PEFC
Los programas de FSC, SFI y PEFC principalmente se enfocan en prácticas administrativas para aquellos que cultivan y cosechan fuentes de fibra, especialmente árboles. Estos programas han establecido estándares de certificación que las compañías de productos forestales deben adoptar para obtener el reconocimiento y para aquellos que suministran productos forestales a sus clientes. Esta certificación, llamada Cadena de Custodia, es un sistema de seguimiento mediante el cual la fuente de la fibra se puede trazar desde su origen hasta el producto final.
Para que un impresor pueda imprimir los logotipos de estas organizaciones en los productos finales para sus clientes, debe estar certificado en Cadena de Custodia (CoC). Este proceso varía levemente para cada organización de certificación, pero un mínimo incluye el desarrollo de políticas internas, procedimientos, contabilidad y capacitación de los empleados que garantice la certificación del papel especificado para un trabajo dado. Los impresores también deben permitir una auditoría anual de Certificación de Cadena de Custodia, que puede ser onerosa. Aunque los costos varían según el tamaño de la organización de impresión y la institución certificadora, los costos iniciales y anuales pueden fácilmente ser de US$15.000 en un período de cinco años, y la recuperación de los mismos se ha vuelto extremadamente difícil debido a las presiones en los precios y al clima económico actual.
Los programas de FSC, SFI y PEFC principalmente se enfocan en prácticas administrativas para aquellos que cultivan y cosechan fuentes de fibra, especialmente árboles, y conducen a la certificación llamada Cadena de Custodia. |
Limitaciones de FSC, SFI y PEFC
Existe el concepto erróneo y generalizado de que los papeles certificados mediante estos programas son muy superiores desde el punto de vista ambiental. Sin embargo, el alcance de FSC, SFI y PEFC no cubre todos los impactos ambientales asociados con el papel. Esencialmente, estos programas se enfocan solo en la fuente de la fibra que se utilizó para la producción del papel y atienden problemas relacionados con la administración forestal, tales como uso del suelo, prácticas de cosecha y responsabilidad social. Aunque la administración forestal es importante, estos programas no atienden los impactos ambientales del transporte, manufactura del papel o impresión, lo cual constituye su limitación primaria. Además, hay dos debilidades que generan alguna incertidumbre con respecto a la fuente de la fibra en papeles certificados.
Una fuente de incertidumbre de los programas de certificación forestal es el sistema permitido por el estándar para “transferencia” y “crédito”. Con el fin de aumentar el suministro de “papel certificado”, los programas de Cadena de Custodia han desarrollado un enfoque de “crédito” que le permite al fabricante del papel rotularlo como certificado, aunque no toda la fibra contenida en el papel sea realmente certificada.
Con los sistemas de transferencia y crédito, el fabricante de papel solo tiene que mostrar que durante el curso del año se utilizó suficiente fibra certificada en la elaboración del papel para dar cuenta de todo el producto rotulado hecho durante ese año. Al utilizar este enfoque, los fabricantes de papel pueden utilizar fibra certificada y fibra no certificada en varias proporciones, y está permitido el uso de la etiqueta “fuentes mezcladas” (de FSC) o “etiqueta de porcentaje promedio”, de SFI. La etiqueta de certificación de PEFC indica que el producto contiene por lo menos 70% de fibra certificada. Estos tipos de papel con fibra fuente mezclada se componen de fibra certificada mezclada con fibra no certificada que cumple los estándares de “maderas controladas”.
Para los papeles con rótulos de fibra de “fuente mezclada”, la fibra de “maderas controladas” no puede ser de fuentes inaceptables. Como ejemplo, las maderas controladas de FSC especifican los siguientes cinco orígenes que se deben evitar:
- Maderas taladas ilegalmente
- Maderas taladas violando derechos civiles y derechos tradicionales
- Maderas taladas en bosques en los que los Valores de Alta Conservación (áreas que, particularmente, vale la pena conservar) están amenazados por actividades administrativas
- Maderas taladas para la conversión de bosques naturales en plantaciones de usos distintos al forestal
- Maderas taladas en áreas donde se han plantado árboles modificados genéticamente.
Aunque para el medio ambiente es benéfico que se eviten tales fuentes de fibra en las “maderas controladas”, estas fibras no se rigen por las mismas prácticas estrictas de administración forestal de las fibras certificadas, y realmente no se les hace la auditoría de conformidad que requieren los dueños de suelos forestales para obtener la certificación. Debido a la capacidad de mezclar fibras certificadas y fibras de maderas controladas en los papeles certificados, los impresores y sus clientes están usando papeles que tienen un contenido desconocido de fibras no certificadas. Es además esencial comprender que, aunque el papel está rotulado como certificado, puede no ser fabricado en su totalidad con fibras certificadas. Según el enfoque actual de rotulación, el único papel que estamos seguros contiene 100% de fibra certificada es el papel rotulado como “Puro”.
La otra fuente de incertidumbre es cómo manejan la fibra reciclada. Todos los programas de Cadena de Custodia cuentan con una etiqueta que se puede utilizar para rotular papeles que contienen fibra reciclada. Sin embargo, no se exige conocer la fuente de la fibra mezclada con la fibra reciclada o que tenga trazabilidad. Por ello, no tiene que ser de fuentes certificadas o de fuentes de “maderas controladas”. Los programas CoC, que defienden el uso de este enfoque, afirman que la fibra reciclada es mucho mejor que si se usa fibra virgen para la fabricación de papel. Aunque esta aseveración es precisa, las etiquetas de papeles reciclados de cada uno de los programas no requieren saber la fuente de la fibra no reciclada. Omitir esta información en el logotipo implica que el papel ha sido hecho exclusivamente de fibras cuyas fuentes son bien conocidas, lo cual puede no ser cierto.
Estas preocupaciones no quieren decir que FSC, SFI y PEFC no tengan valor. Estos programas proporcionan un sistema estructurado que define una serie de prácticas administrativas diseñadas para conservar un recurso natural precioso. El uso de papeles certificados debe ser apoyado porque las buenas prácticas administrativas forestales proporcionan múltiples beneficios ambientales a muchos niveles. Sin embargo, es importante entender que estos programas tienen limitaciones y que existen otras opciones para los clientes preocupados por los aspectos ambientales.
Otras opciones de atributos ambientales para el papel
Para evitar los costos asociados con los programas de certificación, hay muchas opciones por analizar con los clientes. Si el cliente busca dejar su mensaje acerca del papel que está utilizando, existen otros atributos ambientales positivos que se pueden imprimir en el producto. Estos incluyen:
- Fuente de la fibra virgen
- Contenido de fibra reciclada
- Contenido de fibra reciclada posconsumo
- Tipo de blanqueado, como cloro elemental o totalmente libre de cloro
- Huella de carbono (impacto de la emisión de gases de efecto invernadero) del papel y su fuente
- Logo de contenido reciclado, conocido como el símbolo de flechas envolventes
Los dos atributos ambientales más importantes del papel son la fuente de la fibra, incluido el uso de fibra reciclada, y el proceso de manufactura del papel.
Fuente de fibra
La comprensión de la fuente de fibra es uno de los problemas ambientales más críticos asociados con el papel. El surgimiento de los programas de certificación de FSC, SFI, PEFC y otras instituciones, que tienen que ver exclusivamente con fuente de fibra, son evidencia de que este problema es importante. Además, las recientes revisiones de la Ley Lacey les adicionan obligación legal a los fabricantes del papel, a los proveedores e importadores, para que conozcan y entiendan la fuente de fibra utilizada para fabricar papel.
La preocupación acerca de la fibra del papel se ha vuelto más importante debido a la presión de los grupos ambientales, que han hecho campañas públicas contra las compañías que utilizan papeles hechos de fibras cosechadas en áreas de alto valor conservacionista. Estas campañas tienen la intención de parar la demanda de fibras derivadas del uso de prácticas de talado que devastan los ecosistemas.
Aunque no es común en Norte América el talado de áreas de bosques naturales y bosques de niebla, y la conversión de la tierra a “plantaciones” monocultivo para cultivar especies únicas como la acacia y el eucalipto para la obtención de fibra, ocurre en muchas partes del mundo. Esta práctica causa cambios permanentes del ecosistema que tienen un impacto mundial. Debido a la demanda de fibra, la tala ilegal se ha vuelto prominente en diversas partes del planeta y las ganancias de esta actividad, en muchos casos, se usan para financiar muchos tipos de actividades ilegales.
Pero es interesante anotar que la tala y plantación de monocultivos puede ser permitida por los gobiernos de los países donde eso está ocurriendo. Aunque permitida y considerada legal, es necesario que la utilización de fibra de esas áreas sea evitada, ya que expone no solo al impresor sino a compradores importantes al riesgo de publicidad negativa. Existen muchos grupos ambientales que se enfocan en las compañías que usan papeles con fibras de “áreas de preocupación”, tales como bosques antiguos, bosques de maderas duras tropicales o áreas de conservación de alto valor.
Debido a los riesgos potenciales asociados con la utilización de fibras de áreas de preocupación, los impresores necesitan practicar la debida diligencia con respecto a la fuente de las fibras de los papeles que ellos usan. En efecto, por los requerimientos de la Ley Lacey, recientemente modificada, los impresores tienen la obligación legal de practicar la debida diligencia. La Ley Lacey declara ilegal obtener, usar o poseer papeles hechos de fibras de fuentes ilegales. Los impresores pueden ser multados y sus papeles confiscados por el gobierno si se comprueba que provienen de una fuente ilegal.
Para evitar los costos asociados con los programas de certificación, hay muchas opciones por analizar con los clientes. Existen otros atributos ambientales positivos que se pueden imprimir en el producto. |
Contenido de fibra reciclada
El uso de papel con contenido de fibra reciclada es normalmente, aunque no siempre, uno de los mejores enfoques para reducir el impacto ambiental del papel. De acuerdo con las Recomendaciones para la compra y el uso de papel con preferencia ambiental de la Fuerza de Tarea del Papel de 1995, que fue actualizada parcialmente en 2002 (www.edf.org/article.cfm?contenid=1689) , usar fibra reciclada es mejor para el medio ambiente que la fibra virgen. El informe asevera:
La investigación de la fuerza de tarea ha demostrado que los procesos de manufactura basados en fibra reciclada, aunque todavía usan recursos y generan emisiones al medio ambiente, generalmente requieren menos insumos y generan menos emisiones de los que requieren los procesos de manufactura con fibra virgen. Nosotros también hemos identificado las preferencias ambientales entre las tecnologías y prácticas que se usan para la manufactura de papel virgen.
La fibra reciclada se clasifica, de manera general, como preconsumidor, recuperada de la fabricación de un producto, y posconsumidor, recuperada de productos que han cumplido su ciclo para un negocio o el consumidor final. Beneficios ambientales generales se derivan del uso de papeles con el más alto contenido posible de fibra recuperada. Conocer la cantidad de fibra de desperdicio posconsumidor recuperada es un factor importante, y uno u otro pueden ser impresos en el producto final.
Mientras que hay algo de debate en relación con la conclusión del informe de la Fuerza de Tarea y los méritos de usar fibra virgen para los papeles en comparación con los impactos asociados a la recolección, transporte y procesamiento de los papeles reciclados, el uso de desperdicio posconsumidor motiva un incremento de la recuperación de fibra, que de otra forma terminaría en los rellenos sanitarios. En la medida que surgen más análisis de ciclos de vida relacionados con la fibra virgen y reciclada, estos datos fortalecerán las discusiones actuales en torno a los beneficios de ambas fuentes de fibra.
Al considerar el balance del contenido entre la fibra reciclada versus la fibra virgen, es importante tener en cuenta que la cantidad de fibra reciclada incorporada en un papel puede tener un impacto directo en su desempeño. En la medida en que se aumenta el contenido de fibra reciclada, puede reducirse la resistencia del papel. La utilización de fibra recuperada debe tener en cuenta la calidad, el costo, la funcionalidad y el desempeño del papel. Si la especificación para un papel requiere ciertos atributos físicos tales como resistencia u otras características críticas, entonces la cantidad de fibra reciclada que se puede usar puede ser limitada.
Fabricación de papel
En adición a la fibra que se usa para fabricar el papel, hay varios problemas relacionados con el proceso de la manufactura del papel. Las tres áreas principales de preocupación son los reactivos químicos usados para blanquear la fibra, el consumo de energía y el uso del agua.
Los reactivos químicos que se usan para blanquear la fibra pueden tener impactos ambientales significativos. Los papeles blanqueados con cloro elemental causan la formación de dioxina, un grupo de químicos, algunos de los cuales son cancerígenos, y se conoce que se bioacumulan en la naturaleza. Las dioxinas se pueden encontrar en los papeles blanqueados y en bajas concentraciones corriente abajo de las fábricas de papel que usan fibra blanqueada. Blanquear el papel con químicos libres de cloro elemental o totalmente libres de cloro, reducirá la concentración de dioxinas por debajo de los límites de detección o las eliminan completamente.
Desde mediados de la década de 1990, la fibra en Estados Unidos no se puede blanquear con cloro elemental. Esto se debió a la regulación llamada “Ley clúster”, que ocasionó la eliminación del cloro elemental como agente blanqueador. Sin embargo, los papeles importados a Estados Unidos no son regidos por la misma regulación. Los papeles y la pulpa hecha en Canadá también se blanquean normalmente con químicos libres de cloro elemental. Cuando analice este tópico con su proveedor de papel, pregúntele sobre el país de origen y el proceso de blanqueado utilizado para fabricar el papel. Busque papeles certificados por ECF libres de cloro elemental con el fin de garantizar que no se utilizó cloro elemental en el proceso de manufactura. El proceso de blanqueado que se usa para fabricar el papel también se puede imprimir en el producto final, especialmente si es hecho sin cloro elemental o se usa otro método de blanqueado que reduzca el impacto ambiental del papel.
Dado que el papel tiene el mayor impacto ambiental asociado con cualquier producto impreso, entender y comunicar la energía consumida en la fabricación del papel puede ser importante. La utilización de energía renovable se está volviendo más y más significativa en la medida en que aumenta la conciencia de la huella de carbono de un producto. La energía renovable incluye la utilización de biomasa (es decir, cortezas, astillas de madera, licor negro), de la eólica, solar, hidroeléctrica, etc. Existen muchas plantas de fabricación de papel que por mucho tiempo han usado energía renovable para la fabricación y apenas ahora empiezan a promover este beneficio ambiental con sus clientes. En efecto, de acuerdo con la Asociación Americana Forestal y de Papel (American Forest & Paper Association), AF&PA, más de dos terceras partes de la demanda de energía de sus miembros se satisface con energía renovable de biomasa. Conocer el porcentaje de energía renovable que se usa para fabricar el papel es importante. Sin embargo, de acuerdo con el borrador de 2010 de la Federal Trade Commission Environmental Marketing Claims (Comisión Ambiental Federal de Comercio), el término “hecho con energía renovable” solo se puede imprimir en el trabajo final si fue hecho 100% con energía renovable, o que se defina y diga qué porcentaje del papel es hecho con energía renovable.
En la actualidad, algunos fabricantes de papel ofrecen papel “neutral en carbono” (carbon neutral), en el que las emisiones de carbono de la manufactura del papel son compensadas por créditos comprados. Sin embargo, esta estrategia puede no abordar todas las emisiones de carbono asociadas con el papel, tales como la siembra, la administración, la cosecha, el transporte al molino de papel o las emisiones al imprimir y distribuir el material impreso. Si la aseveración “neutral en carbono” está impresa en el trabajo, debe ser calificada para especificar qué porción del proceso de manufactura del papel ha sido compensada. Varias organizaciones proporcionan compensaciones de carbono para energías que generan emisiones de carbono. Para que los fabricantes de papel puedan comprar compensaciones o bonos de carbono, es importante entender que no todos los programas proporcionan créditos con base en los mismos métodos. Algunos criterios que deben buscar los impresores y los fabricantes de papel que indiquen un buen programa de compensación de carbono incluyen la verificación del programa por un tercero mediante una auditoría de la actividad de compensación de carbono que esté establecida (no simplemente basada en actividades planificadas) y la compensación del carbono sobre bases permanentes, como a través del método de secuestro (captura y almacenamiento de carbono).
El uso del agua en la fabricación del papel es un problema que está aumentando la preocupación de los grupos ambientales y de los consumidores conscientes. Mientras que la fabricación de papel requiere el uso de grandes cantidades de agua, la industria tiene un historial de uso responsable del agua. De acuerdo con AF&PA, aproximadamente 88% del agua que se usa en la manufactura del papel es tratada y retornada a su fuente, permitiéndoles su utilización a otros usuarios. Adicionalmente, los miembros de AF&PA en la industria manufacturera de papel han reducido la cantidad de agua que se requiere para fabricar una tonelada de papel a un 50% en los últimos veinte años.
Política de adquisición del papel
Para poder enviar un mensaje fuerte en el sentido de que el impresor está comprometido con la protección del ambiente y sus clientes de impresión, el primer paso para afrontar estos problemas es desarrollar e implantar una política de adquisición de papel, la cual establece los pasos que el impresor debe tomar con el fin de obtener responsablemente su papel. Dicha política incluye metas y acuerdos que debe hacer y comunicar la compañía, con frecuencia comprometiéndose a incrementar el uso de papeles reciclados con desperdicios posconsumidor, dándoles la preferencia de compra a los papeles que están libres de cloro elemental o utilizando papeles con trazabilidad a bosques bien administrados. Esta política tiene dos propósitos, en el sentido de que construye los cimientos para la demostración de la debida diligencia en la forma como la requiere la Ley Lacey, y se puede compartir con los clientes para demostrar el compromiso de la compañía de no adquirir papeles que no provengan de áreas ambientalmente sensibles. Algunos ejemplos de políticas de adquisición del papel se pueden encontrar en www.printing.org/page/4342.
Al desarrollar una política de adquisición del papel, puede ser de ayuda utilizar los recursos disponibles con respecto a los papeles de fuentes controversiales o ilegales. Existen muchas fuentes que se pueden usar para investigar los aspectos ambientales de ciertos papeles. La fuente más importante de información es, por supuesto, el proveedor del papel, que debe tener información sobre el origen de la fibra con la cual fue fabricado el papel. Confirmar esta información suministrada por el proveedor puede ser difícil, pero existen varios canales de información que se pueden usar para ayudar a identificar fuentes de papeles y fibras potencialmente problemáticas. Otras fuentes de información se pueden encontrar en www.printing.org/page/4342
Al usar estos recursos es importante comprender que la información acerca de los papeles no es completa y que cada organización utiliza su propio conjunto de criterios y los aplica al papel y a los procesos de manufactura. No existe un conjunto universal de criterios para determinar los impactos ambientales del papel.
Como en muchas decisiones de esta naturaleza, es necesario sopesar los riesgos y los beneficios. Si un programa encaja con la filosofía de su negocio, puede agregarle valor a la posición en el mercado de su compañía.
Para enviar un mensaje fuerte de compromiso con la protección del ambiente y sus clientes de impresión, el primer paso es desarrollar e implantar una política de adquisición responsable de papel. |
Comunicación del mensaje
Una vez el impresor se ha comprometido con el uso preferencial de papeles ambientales, es importante comunicar correctamente ese compromiso. Hay muchos problemas respecto de cómo hacer los comunicados. La falsa publicidad siempre será una consideración cuando se están mercadeando los aspectos ambientalmente positivos de un producto. Una forma de evitar la publicidad falsa es utilizar solo logotipos que tengan un significado claro y no exageren los beneficios ambientales del producto.
Uno de los logotipos más reconocidos es el símbolo de las “flechas envolventes”. La American Forest & Paper Association ha establecido guías para el uso de dicho logosímbolo de reciclaje, que se puede usar en productos impresos. Las guías se encuentran en http://www.afandpa.org/PaperRecycling.aspx bajo el vínculo de Guías del Símbolo de Reciclaje, “Recycling Symbol Guidelines”.
Otro logotipo es el de la Sustainable Green Printing Partnership, SGP (Consorcio de Impresión Verde Sostenible). Impresores, encuadernadores, operadores en planta, colegios y universidades y periódicos que logran la certificación SGP pueden imprimir el logotipo SGP en los productos de sus clientes. Este logotipo se está conociendo más y más y, en algunos casos, los clientes de impresión solicitan que el logo sea incluido en sus productos.
En adición a suministrarles a los clientes las opciones de papeles amigables ambientalmente, el Consorcio de Impresión Verde Sostenible afronta el problema de la impresión sostenible. El consorcio SGP es un programa de certificación completo e independiente, que se enfoca en los impactos de toda la planta de impresión. Más información se encuentra disponible en www.sgppartnership.org.
Resumen
Existen muchas alternativas a los programas de certificación forestal, tales como FSC, SFI o PEFC, que pueden satisfacer las necesidades de sus clientes para la obtención de productos “verdes”. Para poder suministrarles a los clientes el papel que satisfará sus requisitos ambientales, las compañías de impresión deben considerar todos los aspectos de los papeles que suministran. Los impresores deben tomar tiempo para aprender acerca de los papeles preferiblemente ambientales que existen e ilustrarse sobre las fuentes de fibra, reciclado, utilización del cloro y otros asuntos relevantes. Al crear e implantar una política de adquisición del papel, los impresores pueden mostrar a sus clientes que ellos comprenden los problemas complejos relacionados con los impactos ambientales del papel y construir confianza y credibilidad con los clientes conscientes ambientalmente.
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