Lechera Guadalajara innova con botellas en PET de alta barrera

Lechera Guadalajara es uno de los principales proveedores de productos lácteos en México. Cada semana, 3600 empleados embotellan siete millones de litros de leche y producen casi dos millones de litros de otros productos, entre los que se cuentan bebidas lácteas y jugos. Desde noviembre de 2014, la leche larga vida UHT de la compañía, con diferentes contenidos de grasas, también está disponible en botellas blancas de PET: una innovación en el mercado lácteo, que en México ha estado dominado por los envases de cartón.

Cuando se estaba considerando el envasado de leche en botellas plásticos, Lechera Guadalajara se decidió por la tecnología PRElactia, de Netstal, por satisfacer los requerimientos de alta barrera, bajo peso por botella y alta libertad de diseño. Todos estos atributos se hacen posibles gracias a un diseño de preforma de doble capa, con un interior gris, que evita el paso de la luz, y una superficie externa blanca. Ambas capas son 100% PET, lo que las hace totalmente reciclables.

La preforma se crea inyectando ambos materiales al mismo tiempo pero en diferentes cavidades. El lado frío del molde transporta las preformas grises hacia la siguiente cavidad, donde reciben el recubrimiento blanco, a través de un proceso de sobre-moldeo de resina PET blanca. Una unidad de manejo de piezas terminadas desplaza las preformas completas a la etapa de post enfriamiento. La rosca formada de esta manera tiene una precisión dimensional excelente y permite un sello apropiado cuando la botella se cierra nuevamente.

De acuerdo con el fabricante suizo, cuando se le compara con otros procesos de producción de botellas de leche, PRElactia ofrece una serie de ventajas respecto a precio e impacto ambiental. En la producción de botellas de PEAD producidas por extrusión-soplado se utiliza 30% más de material y energía; la preforma en este método pesa 30 g, mientras que la preforma en el proceso de PRElactia pesa 24 g. Asumiendo un volumen de 70 millones de botellas por año, la tecnología de sobre-inyección ahorra aproximadamente 900.000 euros. Además en el proceso de extrusión soplado solo se pueden producir botellas de superficie mate y los diseños son más limitados. Las botellas sobre-inyectadas, por ser brillantes, tienen un efecto atractivo en el anaquel.

En la producción de preformas mono-capa es necesario emplear aproximadamente la misma cantidad de resina PET, pues el peso por unidad es similar, pero se requiere utilizar aproximadamente 18% de aditivos para lograr el efecto de barrera a la luz, mientras que con el proceso PRElactia se utiliza 5%. Esto representa un sobrecosto de 1,3 millones de euros anuales para un volumen de producción de 70 millones de preformas.

De otro lado, es posible utilizar el proceso de co-inyección, en el cual se inyectan al tiempo dos componentes en la misma cavidad. De esta forma se obtiene una estructura tri-capa, donde la capa de barrera se encuentra encapsulada "en sandwich" entre la capa externa y la interna. La desventaja de este proceso es de naturaleza técnica: al mezclar los dos componentes, el espesor de la capa de barrera no puede definirse claramente. Esto no es aceptable para un fabricante como Lechera Guadalajara, que se enfoca en calidad y quiere asegurar una vida de anaquel de al menos cuatro meses, con perfecto bloqueo a la luz.

En el futuro, la empresa planea desarrollar nuevos mercados en regiones de México que aún no están recibiendo suministro. "Esperamos que los consumidores adopten la leche en botellas, e instalaremos sistemas adicionales PRElactia", afirma Patrick Bolliger, director de ventas en México de Netstal.