Las tintas proceso: cómo usar los estándares para flexo

Las tintas proceso: cómo usar los estándares para flexo

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Cualquiera que realice trabajos de impresión de policromía, sin importar el segmento del mercado o la tecnología impresora, ha enfrentado invariablemente situaciones en las que los clientes le han hecho especificaciones exactas sobre las tintas cian, amarilla, magenta y negra. Esta situación genera una serie de problemas obvios. El primero y el principal es, como me gusta decirlo, que el uso de diferentes ''crayones'' de colores, o tintas de policromía, producirán resultados distintos. Muchas veces, sin embargo, las separaciones de color en los archivos se hacen específicamente para esas tintas y forman parte de un proceso general de calibración que integra al sistema de pruebas, de manera que todo puede funcionar bastante bien. El gran problema que se presenta, desde el punto de vista de la producción impresa, es que los convertidores tienen que guardar, entonces, múltiples conjuntos de tintas proceso y cambiar éstas en la prensa cuando hacen cambios de trabajos para clientes distintos. Esta operación se traduce en mayores costos y menores índices de productividad, sin mencionar el riesgo que se corre al utilizar un conjunto equivocado de tintas en un trabajo determinado. 

¿No sería muy conveniente si pudiésemos usar los mismos tonos de tintas de policromía y evitarnos así los problemas que mencionamos? Me encantaría que fuese tan fácil. Infortunadamente, existen muchas razones que impiden que esto pase ahora y en el futuro. A muchas compañías grandes de productos de consumo no les interesa utilizar un conjunto común de colores proceso. Una razón puede ser que han utilizado por muchos años un conjunto de colores y su experiencia con éste y la cantidad de productos elaborados con él no los motiva a cambiar. O puede ser también que consideren que las tintas que especifican les brindan una gama más amplia de colores que los ayuda a diferenciarse de sus competidores. Existen además requisitos funcionales del producto terminado que puede hacer inapropiado el uso de ciertos pigmentos, como podría ser el caso de la velocidad de secado, la resistencia a los químicos, etc.

¿Está la solución en los estándares?
La parte de la industria que nos atañe, al igual que el resto de la industria impresora, sigue adoptando diversos estándares en su cruzada por alcanzar la consistencia y repetibilidad y una exactitud en todas las variables del proceso, y las tintas no son la excepción. La Organización Internacional de Estándares (ISO) ha establecido durante muchos años estándares para las tintas de policromía. Y las noticias en este campo son tanto buenas como malas.

Las buenas se basan en que, al contar con estándares internacionales adoptados y aprobados, todos podemos orientarnos en la misma dirección; un concepto excelente en sí mismo. Las malas noticias son que no tenemos una misma dirección para seguir. De otra parte, la dirección elegida por las compañías productoras de bienes de consumo y los propietarios de marcas es para un proceso de impresión diferente, uno para el que cual los pigmentos utilizados no son necesariamente los que utilizamos en la flexografía. De manera que, los estándares de tintas son un concepto grandioso en sí mismas, pero existen problemas en relación con la implementación de prácticas en este campo actualmente.

ISO y FIRST
Existen dos estándares que se aplican al color de las tintas de policromía: el ISO 2846 y el ISO 12647. Ambos ofrecen versiones para cada proceso de impresión y no deben confundirse entre sí, ya que tienen propósitos diferentes. El ISO 2846 se destina exclusivamente para verificar el color y la transparencia de las cuatro tintas de policromía, independientemente del sustrato. Es ampliamente conocida la influencia que tiene el sustrato sobre el resultado final de la combinación tinta/sustrato. La manera que ISO ha definido para enfrentar esta variable es aislar la tinta mediante la estandarización del sustrato utilizado para las pruebas de impresión. La norma especifica el papel Apco II recubierto, producido por Scheufelen en Alemania. Al utilizar el mismo sustrato para cada prueba y análisis del color, el impresor puede evaluar eficientemente la tinta por sí misma.

El estándar 12647, de otra parte, se basa en la norma ISO 2846, pero especifica valores colorimétricos para las tintas proceso y de sobreimpresión (rojo, verde y azul) para categorías distintas de sustratos de producción. En otras palabras, esta norma brinda puntos objetivo colorimétricos para la sala de prensas tomando en cuenta varios tipos de sustratos. Por ejemplo, para la versión flexo (ISO 12647-6), los valores se ofrecen para papel sin recubrimiento, papel recubierto, y sustratos de foil/película. En consecuencia, los valores son distintos para cada categoría de sustrato. En el caso de la versión para offset (ISO 12647-2), los valores se ajustan a cinco categorías o tipos de papel, comprendidas entre papel Grado 1 a Grado 5, como se dijo, con valores diferentes para los diversos grados. El principio es que aquellas tintas que cumplan con las especificaciones contenidas en la norma ISO 2846-5 deberían generar valores comprendidos entre las especificaciones que se encuentran en la norma ISO 12647-6, cuando se impriman sobre la categoría enunciada de sustratos.

Sumándose al conjunto de soluciones, las versiones 3.0 y 4.0 de las Especificaciones y Tolerancias para la Reproducción de Imágenes Flexográficas (FIRST, por la sigla en inglés) especifican ambas valores colorimétricos para los tonos de policromía pero enuncian valores diferentes para cada uno de los tres sistemas principales de tintas: De base acuosa, de base solvente y UV. Esto se debe al hecho de que los distintos sistemas de tintas no pueden utilizar todos los mismos pigmentos y, por tanto, no pueden lograr tampoco los mismos colores en una formulación mono-pigmentada. Los valores se basan en el procedimiento de prueba ISO 2846 (utilizando el sustrato estándar Apco II), y constituyen la base de los valores que se hallan en la norma ISO 2846-5 que, en realidad, se desprenden de hacer un promedio de los valores de los tres sistemas de tintas.

G7 y otros avances
A pesar de la larga presencia de los estándares ISO, no fue sino hasta la aparición de G7 que se puso mayor énfasis en ellos. Uno de los principios fundamentales de G7 consiste en concretar, o anclar, el color de las tintas proceso. Es así que cuando el impresor logra en G7 la condición objetivo de impresión que se ha propuesto, conocida como Curva de Densidad de Impresión Neutral, o NPDC por la sigla en inglés (donde se definen tanto los requerimientos del balance de grises como la reproducción tonal), la igualación general de color entre dos dispositivos de salida (prensas, equipos de pruebas) puede resultar bastante satisfactorio. La razón para esto es que casi cualquier conjunto de tintas de color de policromía puede ser impreso para alcanzar el balance de grises que se especifica en G7, pero si los colores de las tintas varían entre dispositivos distintos, a medida que el contenido de la imagen se acerque a los sólidos (y a las sobreimpresiones) el color de la imagen sufrirá una desviación inaceptable. Por tanto, al especificar el color de las tintas de policromía se crea el terreno propicio para alcanzar una mejor igualación de color. Esto lo permite G7 mediante la especificación de la norma ISO 12647-2 (Grados de sustrato 1 y 2). Pero, ¡no olvidemos que esta es la versión para offset!

Ya que el G7 dio sus primeros pasos en la impresión offset de productos comerciales y editoriales, tiene sentido que se haga la especificación de la versión offset del estándar ISO 12647. Sin embargo, a medida que G7 ha ganado popularidad y aceptación, comienza a utilizarse y especificarse en los demás procesos de impresión, incluida la flexografía. El concepto, que es bastante bueno, sostiene que si varios sistemas de impresión pueden imprimirse bajo la misma condición objetivo (la NPDC), las mismas gráficas producidas pueden utilizarse para varios propósitos e imprimirse mediante diferentes procesos y sobre distintos sustratos, lográndose una igualación aceptable entre dichas impresiones.

No obstante, el problema no radica tanto en lograr la condición NPDC sino en el color de los sólidos (tanto de colores de policromía como de tintas preparadas). Tener que alcanzar esos valores colorimétricos definidos para el offset con tintas flexográficas puede resultar ciertamente difícil. Ya sea por la disponibilidad y compatibilidad de los pigmentos o por los requerimientos de uso final del producto (resistencia a la decoloración, resistencia a los químicos, etc.), el hecho escueto es que puede resultar tremendamente difícil o casi imposible alcanzar los valores que aparecen en la norma ISO 12647-2.

Pero no todas son malas noticias. Muchas de las tintas flexográficas con disponibilidad inmediata que se producen hoy en formulaciones mono-pigmentadas cumplen ya o se acercan mucho a las especificaciones comprendidas en la norma ISO 12647-2. Igualmente, las tolerancias, o desviaciones definidas en la norma ISO 12647 son muy amplias –un Delta E(ab) de 8,0. De hecho, al comparar los valores entre las versiones de la norma ISO 12647 para offset y flexo resulta interesante percibir las similitudes, o las diferencias, entre las dos, tal como se detalla en la Tabla 1 .

Como puede observarse, con una tolerancia de desviación especificada por ISO de 8,0, todos los colores exceptuando el negro están dentro del rango de tolerancia para los dos estándares. Podría pensarse entonces con razón que muchos de los pigmentos "típicos" y tintas disponibles para flexo podrían caber muy bien dentro de la especificación para los objetivos del offset. No obstante, un Delta E(ab) de 8,0 es muy amplio, más de lo que se permite por lo general para las igualaciones de colores especiales en nuestra industria. Así mismo, el hecho de que la ecuación Delta E especificado sea la versión no ponderada de 1976 no ayuda mucho. Con esta versión, la claridad, la saturación y el tono se ponderan de la misma manera, lo que ha demostrado generar problemas con su adecuación a la percepción humana de diferencia de colores. En otras palabras, puede presentarse una incongruencia entre los números y la diferencia visual del color.

Orientaciones y esfuerzos actuales
La Flexographic Technical Association, FTA, viene escuchando de parte de sus miembros que los propietarios de marcas les están exigiendo a los impresores que logren los valores objetivo para las tintas offset contenidos en la norma ISO 12647-2, como condición para hacer negocios con ellos. Debido a los aspectos detallados en este artículo, esta exigencia está creando dificultades a los impresores. Para ayudar a abordar este tema, la FTA viene participando en una serie de iniciativas.

Uno de estos esfuerzos involucra al Consorcio para la Calidad Flexo (FQC por la sigla en inglés), la unidad de investigación de la Asociación. Hemos lanzado un proyecto para investigar lo más avanzado que existe en la industria en términos de disponibilidad de pigmentos para las tintas proceso y hacer una comparación de los valores colorimétricos de tantas compañías fabricantes de tintas como sea posible. A las tintas de les harán pruebas con base en el procedimiento de la norma ISO 2846 y la información se recopilará y analizará. Esto conducirá entonces a un informe donde se detallen los resultados, de manera que puedan hacerse recomendaciones para actualizar los actuales estándares de las tintas. El proyecto se encuentra a cargo de Jay Sperry en la Universidad de Clemson. Si alguno está interesado en participar en este proyecto, puede contactar a Sperry.

Otro esfuerzo en el que nos hallamos comprometidos directamente consiste en la relación con la comunidad de estándares a través de los Comités para los Estándares de la Tecnología de Artes Gráficas (CGATS por la sigla en inglés), manejados por la NPES, y los cuales reportan a ISO. El tema de actualizar los valores colorimétricos objetivo para los dos estándares de tintas ha sido puesto de relieve y CGATS e ISO se encuentran completamente dispuestos a emprender esta acción. Nuestro plan es adelantar el proyecto FQC y luego reportar las conclusiones a CGATS. Las actualizaciones pasarán luego por un proceso de revisión y votación, y el resultado final será que contaremos con valores objetivos realistas y actualizados para la flexografía.

¿Objetivos sencillos o múltiples?
Incluso con la actualización de los estándares de tintas basados en el proceso flexográfico enfrentaremos todavía el problema de contar con múltiples valores objetivo para procesos de impresión, sustratos y sistemas de tintas diferentes, lo que puede generar potenciales confusiones. Aunque nunca podremos alejarnos del hecho cierto de que las combinaciones diferentes de pigmentos y sustratos producen colores diferentes, existe actualmente un enfoque que busca una aproximación hacia un solo objetivo para especificar el color de las tintas proceso y las sobreimpresiones. Citando lo que afirma Mark Mazur de DuPont debería existir, por ejemplo, un solo valor objetivo para la manera como debería verse el cian, sin importar el proceso, el pigmento o el sustrato utilizados.

Una buena analogía está en la longitud de un trabajo. No importa qué corte o cómo se corte, el valor objetivo para la longitud de un producto no cambia. De igual manera, ya sea con tecnología láser, con sierra, con guillotina, tener una longitud objetivo de 8 pies para una pieza de madera, por ejemplo, no cambia. La precisión y los resultados podrían ser diferentes de acuerdo con la combinación de tecnología de corte y el material, pero la longitud objetivo ¡no cambia!

Si seguimos dicho enfoque, y reconocemos que los valores reales de los colores de las tintas se apartarán del objetivo, debemos entonces pensar de nuevo en la manera de especificar las desviaciones permitidas y las consiguientes tolerancias. Adoptar el enfoque Delta E resulta problemático, incluso si deja de utilizarse el Delta E(ab) y se utiliza uno de los cálculos ponderados DeltaE (CMC, CIE94, o DE2000). En cada escenario el Delta E no le informa al impresor cuál es la diferencia en el color – una condición que con frecuencia se conoce como “mononumeroso”. En su lugar, y esto se está discutiendo y considerando por parte de la comunidad de estándares, la tolerancia del color debería ser tridimensional, como el espacio de color CIE L*a*b*. Se deben desarrollar tolerancias individuales de color para la claridad, la saturación y el tono para cada color, otorgando prioridad al tono, luego a la claridad y maximizando la saturación todo lo que sea posible.

Resumen
Al final de cuentas, es maravilloso que existan los estándares y las especificaciones. Nuestra industria debe adoptarlos y utilizarlos siempre que sea posible, al igual que otras industrias, de manera que podamos alcanzar resultados predecibles y repetibles.

La impresión y la conversión flexográficas constituyen una industria manufacturera como cualquier otra, y es necesario que implementemos los dispositivos de medición y las prácticas adecuados. Sin embargo, a medida que avanzamos en esta dirección, existe siempre la oportunidad de mejorar la manera como hacemos las cosas, incluyendo los estándares y las especificaciones que buscamos adoptar. La FTA y todos sus comités y voluntarios se encuentran dedicados por completo a esta tarea y trabajan para desarrollar aún más las herramientas, metodologías y procedimientos que seguirán ayudando a mejorar el producto final impreso, maximizando a la vez la productividad y la eficiencia.

La última pieza del rompecabezas es la educación. A menos que tengamos éxito y seamos eficientes en la educación de todas las partes interesadas de la cadena de valor, nos quedaremos cortos en nuestros esfuerzos. De una u otra manera, cada uno de nosotros tenemos la oportunidad y la obligación de ayudar a educar a cada una de las partes con las que tenemos contacto diariamente. Aprovechemos las herramientas, la información, los productos pedagógicos y las redes que tenemos a nuestra disposición a través de la FTA, y contribuyamos a mantener la posición de la flexografía para un éxito continuo y sostenible.

Suplemento publicado por la Foundation of Flexographic Technical Association, FFTA, en cooperación con Conversión.
Si está interesado en ayudar y participar con cualquiera de los esfuerzos mencionados en este artículo, por favor contacte a Bill Pope (bpope@flexography.org), o en el teléfono, en Estados Unidos: 1 (585) 267-5434, o en la dirección electrónica de Jay Sperry: sperry2@clemson.edu, en el teléfono 1 (864) 656-3447.

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