Informe de percepción de la industria flexográfica latinoamericana: una visión de sus protagonistas
Informe de percepción de la industria flexográfica latinoamericana: una visión de sus protagonistas
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La flexografía en América Latina es un proceso de impresión maduro que ha alcanzado niveles de competitividad y calidad similares a los de la mejor impresión flexográfica de muchos países industrializados, con favorables índices de crecimiento y un atractivo espectro de posibilidades de negocios. Este positivo panorama se refleja en investigaciones recientes realizadas por organizaciones de la industria tan prestigiosas como PRIMIR (Asociación de Investigación de Mercados para la Industria de las Comunicaciones Gráficas), y la FTA (Asociación Técnica Flexográfica) y en gran medida por los estudios realizados por El Empaque+Conversión durante más de una década entre destacados empresarios de la mayoría de los países de la región.
Pero, ¿siguen teniendo vigencia estas afirmaciones ante un escenario de desaceleración en el crecimiento de las economías y en el que la caída de los precios del petróleo ha impactado las economías de países como México, Brasil, Colombia, Ecuador, Venezuela, entre otros que dependen en gran medida de los hidrocarburos como factor de crecimiento de su producción interna? Tal vez si consideramos que muchos de los bienes de consumo son elementos irremplazables podríamos comprender por qué siguen siendo válidos frente a este entorno los pronósticos de desarrollo del sector de empaques y, en consecuencia, de la flexografía en América Latina. Pero este no es el único factor que le ha permitido a la industria de empaques superar períodos de dificultades —como el de la crisis de 2008, por ejemplo— y mantener índices de crecimiento positivos en medio de entornos recesivos. A la demanda obligada de bienes básicos de consumo empacados se suman un proceso continuo de modernización tecnológica que muchos impresores y convertidores flexográficos latinoamericanos han mantenido durante más de una década; la calidad y competitividad que han desarrollado como producto de esa iniciativa; y la innovación que muestran para producir con responsabilidad y atender eficientemente las tendencias de los consumidores de hoy. Sobre estos tres ejes queremos centrar las perspectivas ofrecidas a El Empaque+Conversión por actores muy destacados de la industria de impresión flexográfica en la región, que por su trabajo en los campos de la producción y suministro de materias primas e insumos, la fabricación de maquinarias y equipos, y en actividades de impresión y conversión, son fuentes de un conocimiento muy cercano y preciso del sector.
Adecuación tecnológica: el motor del crecimiento
La flexografía muestra una amplia predominancia en la industria de empaques, particularmente en los segmentos de etiquetas, flexibles y empaques corrugados, debido en gran medida a su capacidad para producir con eficiencia y economía los tirajes demandados por los mercados domésticos, cuyos volúmenes permiten en menos casos el empleo de sistemas como el rotograbado. En consecuencia, los impresores y convertidores en América Latina han emprendido desde hace más de una década una decidida iniciativa de modernización de su capacidad productiva, centrada en la adquisición de equipos, maquinaria y sistemas flexo que permitan una producción eficiente, adaptada a las necesidades de los mercados.
La incursión constante en América Latina en nuevas tecnologías no se limita tan solo a los equipos impresores sino que se extiende igualmente a las áreas de preprensa con soluciones innovadoras y de vanguardia. "En cuanto a tendencias tecnológicas en la región, tenemos en primer lugar la incursión en las planchas flexográficas digitales, seguido del uso del láser en estas, y del desarrollo de programas de preprensa", afirma el ingeniero Luis Novaro, fundador y presidente del Grupo Novaro, una de las empresas más importantes y de mayor experiencia en la comercialización y distribución de tecnologías flexográficas en México.
La preocupación por un cubrimiento completo de los procesos comprende también desarrollos innovadores que el Dr. John Anderson -a cargo del Desarrollo del Negocio de Empaques para todo el mundo en Eastman Kodak Company y gran conocedor de las necesidades de la industria en la región- esboza cuando dice que "en términos tecnológicos la adopción de los procesos para puntos planos, la alta definición demandada por los dueños de marca, y la facilitación de sistemas para la transferencia de las tintas que permitan obtener lo mejor de los equipos instalados al requerir de menor presión para la transferencia y mejorar a la vez la calidad de la impresión, son aspectos que están impulsando decididamente el empleo de la flexografía, pues esta permite obtener calidades similares a las del rotograbado, con excelentes precios y una muy alta versatilidad".
"En América Latina se espera, además, una creciente adopción de la impresión flexo UV, que supone una mayor productividad y mejor calidad, lo mismo que el accionamiento servo de las prensas que permite un mejor control de la tensión de banda y el proceso de una variedad más importante de sustratos", señala Hans Ramón Hofmann, quien ostenta una experiencia de más de 2 décadas en asesoría técnica y de ventas de prensas flexo en la región y es el actual director comercial de Interpack Solutions en México. "Igualmente veremos cada vez más en Latinoamérica prensas modulares con caminos de banda más cortos que permitan por un lado un ahorro de costos (menos desperdicios), y por otro lado la combinación de procesos de impresión complementarios a la flexografía (serigrafía, rotograbado, offset) y de acabado para agregarles valor a las etiquetas", agrega Hofmann.
A pesar de la preponderancia de la impresión flexográfica en los mercados de etiquetas, flexibles y empaques corrugados, los sistemas de impresión digital vienen ganando gran aceptación para la producción de tirajes cortos en el mercado de América Latina, una tendencia que cobra cada vez mayor vigencia en la región. No obstante, una limitante para la expansión de este sistema hoy, frente a la flexografía, se relaciona con un factor de costos, que Iván Javier Osorio, gerente técnico de Ventas para DuPont Packaging Graphics, explica señalando que "en la impresión digital, los costos variables superan a los de la impresión flexo, lo que da lugar a consideraciones como el valor del sustrato, además de la dificultad en las curvas de aprendizaje para el dominio del proceso, que en muchos casos no permite una incursión rápida en el mercado".
Otras percepciones consideran un avance más decidido de la impresión digital en el mercado de empaques en el futuro, como la de Carlos Bragagnini Oliver -gerente regional de Desarrollo Técnico Comercial de Techpack, el más grande grupo convertidor de flexibles hoy en América Latina- quien señala por su parte que "aunque no creo en lo absoluto que hoy la impresión digital esté desplazando a la flexografía, sí creo el futuro de la industria de impresión será con tecnología digital, no sé en cuantos años, pero considero esto es una realidad innegable. Las velocidades de impresión de la tecnología digital irán aumentando con el tiempo (en pocos años se han más que duplicado) y los costos de los consumibles se irán reduciendo en la medida que se vaya masificando su consumo".
Para otros las perspectivas van aún más allá, "podríamos atrevernos a anticipar que, en décadas futuras, surgirían incluso nuevos sistemas de impresión", señala el ingeniero Luis Novaro, quien en su larga trayectoria en la industria ha trabajado con sistemas que cubren desde la tipografía hasta la impresión digital. "La impresión digital es un método adicional de impresión, pero no sustituye ni reemplaza ninguno de los procesos de impresión tradicionales. Todos los procesos han evolucionado y, ante la demanda y evolución del mercado y la competencia, se tendrán modificaciones permanentes en los procesos, pero sobrevivirán modificando sus tecnologías, cada uno enfocándose en distintos nichos del mercado del empaques".
Tal vez parezca más clara la tendencia general que se orienta a la integración de las tecnologías flexo y digital para crear un entorno de trabajo que permita responder a las exigencias de los clientes. "Muchas empresas han encontrado como alternativa la presencia simultánea de las tecnologías digital y flexo, para atender clientes distintos o que tienen referencias de productos muy amplias y otras de menor rotación", señala Rodrigo Alberto Arbeláez, fundador y gerente general de la convertidora colombiana de empaques, Cormabel. O como bien lo señala Iván Javier Osorio, de DuPont: "La impresión digital complementa con eficiencia y productividad la capacidad instalada de los impresores flexo, principalmente en la producción de etiquetas en formatos de banda angosta y mediana".
El sector de impresión flexo en América Latina cuenta entonces con la capacidad para atender las necesidades de sus clientes con eficiencia y calidad. A la pregunta sobre el desarrollo tecnológico de los convertidores e impresores flexográficos latinoamericanos, Carlos Bragagnini asegura que "lo importante es destacar que estos continuos desarrollos tecnológicos, entre varios otros, se originan como respuesta a la creciente necesidad del mercado por lotes más pequeños, así como a la mayor exigencia en la calidad de los empaques para lograr un mejor impacto sobre el consumidor final en el punto de venta. Estas mejoras tecnológicas responden a la imperiosa necesidad de los convertidores de generar mayores eficiencias productivas que permitan mitigar la continua reducción de márgenes que se está dando en la industria, producto de una mayor competencia y de la presión del mercado sobre los precios de venta de los empaques".
Calidad y competitividad: factores diferenciadores
La incidencia de la tecnología de vanguardia en el desempeño de los convertidores latinoamericanos es sólo uno de los elementos de su competitividad. La disponibilidad de equipos y soluciones avanzadas respalda un espíritu innovador que caracteriza el trabajo de muchas de las empresas de la región. En la oferta de servicios ofrecidos a sus clientes, los impresores flexo integran procesos de acabado atractivos, impresión serigráfica, y estrategias de precios mediante el empleo de sustratos de menor calibre y peso en los materiales, sin detrimento de la calidad. Miguel Ángel García -director de ventas de Viappiani de Colombia o una muy destacada firma convertidora de etiquetas en Colombia y parte del grupo internacional de impresión CTI Holding AG- resume esta estrategia innovadora señalando que "la compensación entre el bajo precio deseado por los clientes y la alta calidad esperada supone medidas muy creativas, sintetizadas en el lema que tenemos en nuestra firma de ‘Retar la rutina’".
Una consecuencia directa del interés de los convertidores latinoamericanos por mantener actualizada su estructura productiva y tecnológica, y respaldarla con ideas creativas, es poder contar hoy con estándares de calidad que sitúan a la industria regional en un lugar destacado en el escenario mundial. "Hoy más que nunca me atrevo a afirmar que la flexografía en América Latina no sólo está al mismo nivel técnico de los mercados de Europa y Estados Unidos sino que en algunos casos inclusive los supera. Esta afirmación no se basa en una opinión personal sino en comentarios reales que he escuchado de consumidores de empaques y competidores de dichas regiones" responde Carlos Bragagnini, a la consulta sobre el nivel técnico de la flexografía regional.
Empresas con fábricas en distintos países del mundo, como Viappiani, que produce en Alemania, Italia, España y Austria, destacan la calidad de los impresos producidos en la región. "En Colombia superamos la calidad en etiquetas de licores y cosméticos, y somos líderes en acabados y efectos especiales", afirma Miguel Ángel García. "Nuestra calidad es muy alta y nos destacamos en los mercados externos por propiedades como las densidades ópticas utilizadas en etiquetas autoadhesivas, los colores, las altas luces, los fondos y los colores sólidos", señala por su parte Rodrigo Alberto Arbeláez de Cormabel, una empresa colombiana que desde 1982 ha atendido el mercado colombiano con materiales primas y hoy ya ha evolucionado, además, en la producción de envases.
La visión del Dr. John Anderson, de Eastman Kodak Company, sobre la calidad de la impresión flexográfica Latinoamericana también hace eco a las opiniones anteriores, "es tan buena como en el resto del mundo, y hoy se ve mucha impresión llegando a Estados Unidos para el mercado de empaques flexibles; se trata de materiales sin conversión que llegan en rollos y se terminan allí". También indicativa de la creciente incursión de los impresos latinoamericanos en mercados del primer mundo es la presencia de productos de la región en mercados internacionales, "observamos hoy un incremento de las exportaciones de empaques desde Latinoamérica hacía países del primer mundo, así como el aumento de las exportaciones de productos finales (con gran aceptación) a dichos mercados. Creo, sin embargo, que aún existe en Latinoamérica una brecha entre un impresor bueno y uno regular bastante más amplia que la existente en Europa y Estados Unidos; pero esta se viene acortando año tras año, y esta es una tendencia que crece exponencialmente", señala Carlos Bragagnini de Techpack.
Otras voces expertas reafirman la percepción generalizada sobre la buena calidad de la impresión flexo en la región: "los impresores en América Latina cuentan con niveles de calidad de impresión comparables con los obtenidos en Europa y Estados Unidos, y utilizan tecnologías de vanguardia que los hacen muy competitivos", le dijo a El Empaque+Conversión José Gabriel Acuña, gerente de Ventas para DuPont Packaging Graphics Colombia, "el lapso que transcurría antes entre el surgimiento de una innovación y su disponibilidad en los mercados regionales [como el Latinoamericano] se ha reducido significativamente, y hoy es posible contar en un muy corto plazo con las innovaciones más recientes ofrecidas por los fabricantes y proveedores globales de tecnologías", agrega Acuña. El ingeniero Luis Novaro dice, por su parte, que a pesar de la coexistencia de diversos niveles de desarrollo tecnológico en países como México, "se ha logrado una calidad de impresión antes no alcanzada. Todas las partes que conforman la impresión flexográfica, el diseño, la preprensa, las tintas, los sustratos, así como el control del color, además de las prensas, los rodillos anilox, etcétera, han evolucionado de manera importante aquí".
En términos generales la calidad resulta para los convertidores e impresores flexográficos latinoamericanos un factor de competitividad que sustentan en sus iniciativas de modernización tecnológica y que resulta crucial a la hora de atender las altas exigencias de sus clientes. "El mercado del empaques es muy desafiante, porque los clientes tienen mucha conciencia de la importancia de la alta calidad y del cuidado de sus marcas. Ellos necesitan poder comunicar las propiedades de sus productos a través de un empaque que cause una excelente impresión en los estantes de las tiendas, que es donde se deciden las compras", dice Rodrigo Alberto Arbeláez, gerente general de Cormabel.
La competitividad se sustenta además en el buen servicio ofrecido y en una atención permanente a las exigencias de precios de los clientes. A esto se suma además la innovación, "que combinamos con la integración de valor agregado y una estrategia sustentada en velocidad de respuesta y flexibilidad", dice Miguel Ángel García, de Viappiani de Colombia. Este positivo escenario encuentra no obstante dificultades como las expresadas por Hans Ramón Hofmann, de Interpack Solutions, quien asegura que "en muchos países Latinoamericanos, el principal cuello de botella es el nivel de capacitación de algunos actores del ciclo productivo (tanto en prensa como en preprensa) pues no existen realmente muy buenas escuelas. Aunque el acceso más facilitado a la tecnología de preprensa digital ha permitido un gran avance en algunos casos. Ciertas empresas trabajan incluso con niveles tecnológicos idénticos o incluso superiores a los de muchas empresas europeas o estadounidenses", agrega Hofmann.
Innovación y responsabilidad: al ritmo de las tendencias mundiales
A la combinación de iniciativas de modernización tecnológica, calidad y competitividad que caracteriza a los impresores y convertidores flexográficos de América Latina se añade el interés que estos han demostrado tradicionalmente por seguir el paso del desarrollo que vive el sector en otras regiones y países del mundo. Las tendencias que buscan una satisfacción de las crecientes exigencias de los consumidores, la capacidad de atender mercados que demandan una amplia variedad de formatos para un número cada vez mayor de productos y presentaciones, la globalización de muchas marcas y la respuesta a la conciencia ambiental no son ajenas al sector flexográfico de la región.
Con el crecimiento de la capacidad adquisitiva de significativos grupos de población en los distintos países latinoamericanos, los índices de consumo aumentan, al igual que la selectividad de los productos adquiridos. Esto da lugar a un número mayor de referencias de productos, que requieren tirajes más pequeños y presentaciones diferentes. Un ejemplo de esto es la creciente demanda de sachets, "que responde a necesidades de una creciente clase media. Las cifras de consumo indican aumentos en las familias, con una mayor selectividad en la escogencia de los productos que consumen y un número más amplio de referencias entre las cuales elegir" afirma Rodrigo Alberto Arbeláez, de Cormabel.
Una tendencia en Latinoamérica relacionada con productos, y que gana cada día más popularidad, es la expansión de las bolsas parables "que cuentan con una amplia aceptación en los mercados de todos los países de la región", afirma Álvaro López, fundador de la reconocida empresa multilatina de representaciones Grupo Cosalco. "Elaboradas con poliésteres, con materiales de muy alta barrera, con construcciones de aluminio, gráficas muy exigentes y elaboradas y en cuya producción, predominantemente con sistemas flexo, se utilizan equipos muy especializados", añade el fundador de Cosalco.
Para los productores de empaques flexibles, en banda ancha, cada día existen en América Latina mayores requerimientos especiales para que éstos tengan propiedades de "sustentabilidad, economía, funcionalidad (por ejemplo que cuenten con sistemas abre fácil, re-sellabilidad, y se adapten a porciones más pequeñas para hogares de solteros o parejas sin hijos), y que tengan efectos visuales especiales que añadan valor", señala Hans Ramón Hofmann.
Otro tipo de producto impreso con sistemas flexo que despierta un interés cada vez más amplio en América Latina son las mangas termoencogibles, que encuentran en la impresión flexo la mejor alternativa de producción. "Esta clase de etiquetas está creciendo y compitiendo con las autoadhesivas y se adaptan muy bien a formas de diseño novedosas y complejas", dice Elena Galofre, directora comercial de Alfa Print S.A., una vanguardista firma convertidora de etiquetas con más de 36 años de experiencia en impresión flexográfica en Colombia. "También puede resaltarse una tendencia en la región a la integración en las etiquetas de funciones de seguridad que protegen a los productos contra la falsificación, la adulteración y la manipulación indebida. Para brindarles a los productos mayor seguridad y características de trazabilidad, los impresores en la región están incursionando, también, en la producción de etiquetas en las que integran tecnologías de identificación por radiofrecuencia (RFID)", añade Galofre.
En el campo del diseño, la adhesión a las tendencias supone para los impresores el empleo de materiales y procesos especiales, que garanticen una apariencia destacable de los empaques en los puntos de venta. Miguel Ángel García, de Viappiani Colombia, afirma que como resultado de estudios recientes adelantados por su empresa "hemos identificado en el mercado Latinoamericano una tendencia de demanda de etiquetas con diseños más limpios, con poco texto, de tres o cuatro colores, para la atención de sectores que desean reducir los costos de los empaques y su incidencia en el precio final de los productos. Y, por otro lado, una tendencia a una demanda de etiquetas premium con brillos y troqueles especiales; así como aplicaciones retro, artesanales, para emprendedores que desean competir en categorías de alimentos y bebidas con formulaciones caseras". Igualmente se aprecia en los mercados de la región un gran interés por aprender acerca del uso y aplicación de tecnologías interactivas como las de la realidad aumentada que permitan ofrecer información adicional y detallada a los compradores.
En cuanto a la respuesta a la exigencia de los compradores de empaques flexibles, etiquetas y envases corrugados de obtener un alto nivel de consistencia y repetibilidad, los impresores latinoamericanos son conscientes de la necesidad de ofrecer soluciones muy estables. "Una demanda insistente de los compradores es la consistencia y estabilidad entre trabajos de una planta a otra. Podría decirse incluso que más que calidad, lo que buscan los compradores en la región es estabilidad, asegura José Gabriel Acuña, de Dupont, cuando afirma que "los compradores de empaques esperan que si obtienen un nivel determinado de impresión en una planta en Colombia, por ejemplo, ese mismo nivel se obtenga también en otra planta de impresión en otro país de la región". Algunos factores relacionados con la falta de consistencia los describe Santiago Salazar, gerente general del Grupo Cosalco, cuando dice que "a pesar de los estándares de calidad muy altos que ofrecen los impresores y convertidores latinoamericanos, aún hace falta mucha consistencia en el tiempo. El cambio frecuente de proveedores atenta en ocasiones contra los niveles de calidad obtenidos. Muchas veces las decisiones a corto plazo, motivadas por factores de costos, por ejemplo, inciden en la calidad final de los productos. Creo que, en general, esta es una de las debilidades de los impresores flexográficos en la región". La idea la extiende Álvaro López, del Grupo Cosalco, señalando que "el factor de costos genera variables totalmente distintas a las técnicas, como el hecho de tener varios proveedores y no homologarlos para asegurar la consistencia de la calidad de los materiales".
Responder a esta exigencia resulta crucial si se considera la tendencia generalizada hacia tirajes más cortos, "como consecuencia del desarrollo de sub-nichos de mercado, de una mayor frecuencia de promociones para ganar participación en el mercado, y del incremento en el uso de impresión variable para la personalización de los productos", dice Carlos Bragagnini. A lo anterior se suma la inclusión de propiedades especiales en los empaques y etiquetas, como "la personalización, el valor agregado de la etiqueta para mayor distinción entre productos competidores en un anaquel, con diseños cada vez más numerosos y, por ende, un número mucho mayor de tirajes", señala Hans Ramón Hofmann.
Toda esta innovación demostrada por la industria de impresión flexográfica está cada vez más sustentada en iniciativas de sostenibilidad, que se han ido convirtiendo en imperativos para la competitividad de las empresas. Aunque en muchos casos estas son motivadas por las exigencias de los clientes —en especial de los mercados externos— más que por decisiones propias, es común ahora que los impresores elijan a sus proveedores de tecnologías, insumos y materias primas dando gran peso a factores de sostenibilidad y protección medioambiental. "No siento que haya una presión tan fuerte como en Europa por el tema de sustentabilidad ambiental, pero definitivamente hay un cambio en la manera de ver las cosas y en algunas innovaciones tecnológicas propuestas por diversos proveedores", señala Hofmann.
Y, en efecto, en muchas empresas de la región son hoy relevantes los programas de gestión eficiente como parte de las políticas de responsabilidad ambiental, de los que hacen parte importante la reducción de desperdicio, la optimización en el uso de la energía y el agua y el uso de materiales amigables con el medio ambiente , lo mismo que la recolección selectiva de residuos y la reducción de los índices de vertimiento, entre otras medidas tendientes a implementar operaciones limpias, eficientes y responsables.
La relevancia de este enfoque la expresan de manera generalizada los impresores, proveedores y fabricantes que contribuyeron con sus opiniones en la preparación de este informe de percepción. Elena Galofre, por ejemplo, señala como una decisión sustentable en su empresa: "el interés e incremento en el uso de materiales post-consumo o renovables y el empleo de papeles producidos a partir de bagazo de caña para fabricar etiquetas, papeles en cuya producción no se usan blanqueadores, utilizados para una demanda creciente especialmente de parte de personas jóvenes con productos propios y con una arraigada conciencia orgánica y medio ambiental".
En términos más amplios, Carlos Bragagnini asegura conocer "casos de dueños de marcas que están trabajando de la mano con sus proveedores para obtener un producto de carbono neutro, casos de clientes que están empezando e medir la huella de carbono de sus proveedores, así como circunstancias donde cliente y proveedor se unen para desarrollar juntos algún proyecto en favor del medio ambiente".
El estado general de la industria de impresión flexográfica y de empaques dista, sin embargo, mucho de haber alcanzado un punto ideal de responsabilidad ambiental. "Efectivamente, sí existe el compromiso por la sustentabilidad medioambiental, pero solo en algunas empresas (no en la gran mayoría…, lamentablemente)", agrega Bragagnini de Techpack.
A pesar del amplio interés expresado, una adopción más generalizada de programas de responsabilidad ambiental se ve obstaculizada por factores esencialmente económicos. "Todas las iniciativas en pro del medio ambiente requieren de inversión, asignación de recursos y un continuo esfuerzo de gestión", afirma Bragagnini y su opinión coincide en gran medida con la del ingeniero Luis Novaro, quien afirma que "las llamadas medidas verdes generalmente implican una inversión. En los últimos años el panorama económico mundial ha provocado volatilidad e incertidumbre económica y las empresas se han manejado con cautela para modificar sus procesos. Por otro lado, la inversión no es sólo de índole tecnológica, sino que implica un cambio de enfoque humano (filosofía verde), que es mucho más difícil de lograr".
Existen también reservas sobre la adopción de un enfoque de responsabilidad ambiental como una manera para ganar competitividad efectiva en el mercado: "la realidad del mercado es que son pocos los casos donde este tipo de iniciativas tienen algún peso cuando se va a definir la asignación de un negocio, y la decisión se basa casi exclusivamente en función a precio. Muchas veces el negocio lo ganan empresas que tienen pequeñas o nulas iniciativas y políticas orientadas a la sostenibilidad del medio ambiente. Suena irónico, especialmente cuando todos ondeamos la bandera del medio ambiente", observa Bragagnini.
La tendencia es sin embargo positiva, y así se refleja en afirmaciones como las del mismo Bragagnini cuando felicita "a todas aquellas empresas que sí toman en cuenta los proyectos medio ambientales de sus proveedores para definir sus asignaciones de negocios, pues creo que esa es la forma de generar un círculo virtuoso que nos permitirá ver en el mundo mucho más iniciativas orientadas a conservar nuestro medio ambiente".
"Muchos de estos logros — en términos de responsabilidad ambiental— no serían posibles" dice por su parte el ingeniero Luis Novaro "sin la ayuda e incorporación de tecnologías provistas por proveedores de avanzada, que son parte fundamental de nuestro crecimiento industrial".
A modo de conclusión, podríamos señalar que, a pesar de condiciones económicas adversas en muchos países de la región, la flexografía en Latinoamérica continuará conservando su papel de predominio como sistema impresor especialmente en los sectores de las etiquetas y los envases flexibles, conviviendo y complementándose con los sistemas de impresión digital y de otros más para conformar soluciones híbridas que permitan atender una demanda cada vez más rigurosa en términos de calidad, oportunidad, precios, seguridad, y conformidad con las tendencias de los mercados y las exigencias ambientales.
Pero son tal vez las palabras de Elena Galofre, de la empresa colombiana Alfa Print S.A., las que mejor sirvan de colofón para esta visión de la industria latinoamericana de impresión flexográfica. La perspectiva de esta mujer dinámica —ganadora este año del premio a la Joven Empresaria 2016 otorgado por Conlatingraf y Graphics of the Americas y quien conoce la industria por tradición familiar y por su trabajo en las áreas técnica y comercial—, permite vislumbrar un futuro optimista y desafiante: "En el mercado de empaques y etiquetas en el que nos movemos, todo es una cadena y nadie funciona bien sin el eslabón previo o el siguiente. Es preciso trabajar entonces con los proveedores y con los clientes para crear un flujo que avance y permita resolver los obstáculos con agilidad. Tenemos que cambiarnos el chip para mostrar que los convertidores no solo actuamos en respuesta a la demanda, sino que podemos generar demanda y hacer crecer nuestras empresas y el sector a punta de ideas frescas e innovación".
Este artículo viene de la revista impresa con el código 0116FLEXOGRAFIA.
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