Gigantes de alimentos y bebidas en el ojo del huracán por mensajes “engañosos” en envases 

Coca-Cola, Nestlé y Danone afrontan una denuncia por presuntas prácticas engañosas en la sostenibilidad de sus envases, desencadenando un debate legal y ético sobre la veracidad de sus políticas de reciclaje.

---

Tres de las grandes compañías de alimentos y bebidas del mundo se encuentran en el ojo del huracán legal. Coca-Cola, Nestlé y Danone son señaladas de tergiversar la sostenibilidad de sus envases de plástico, lo que ha provocado una oleada de críticas y una denuncia formal ante la Comisión Europea.

La denuncia, impulsada por La Organización Europea de Consumidores (BEUC), ClientEarth y el Centro Europeo del Consumidor (ECOS), alega que las afirmaciones de las empresas sobre el reciclaje de sus botellas de agua no se alinean con la realidad. Según los demandantes, las botellas no están hechas completamente de materiales reciclados, lo que contradice las promesas de "100% reciclado".

La controversia surge en un momento en que la conciencia ambiental está en auge, y los consumidores demandan transparencia y responsabilidad. Las organizaciones sostienen que las declaraciones de las empresas sobre la reciclabilidad de sus productos son engañosas y podrían desviar a los consumidores de opciones más ecológicas.

ClientEarth, una organización benéfica ambiental del Reino Unido, se ha encargado de hacer llamados de atención a las empresas por promover una imagen de sostenibilidad que no se refleja en sus prácticas. La organización aboga por un cambio hacia modelos de negocio que reduzcan el uso de plásticos de un solo uso.

En respuesta a las acusaciones, un portavoz de Danone reafirmó el compromiso de la empresa con la circularidad de los envases y ha destacado los esfuerzos realizados para reducir el uso de plástico virgen. Sin embargo, estas declaraciones no han aplacado las preocupaciones de los demandantes.

Por su parte, Coca-Cola Gran Bretaña ha enfatizado su objetivo de recoger y reciclar una botella o lata por cada una que venden para 2030. La compañía defiende que sus mensajes en los envases son precisos y buscan fomentar la conciencia sobre el reciclaje.

Nestlé, enfrentando críticas similares, ha subrayado su reducción en el uso de plástico virgen y su camino hacia una disminución de un tercio para finales de 2025. La empresa insiste en que su comunicación con los consumidores es clara y honesta.

Mientras tanto, la Comisión Europea tiene la tarea de evaluar la validez de la denuncia. De estar de acuerdo, podría coordinar una respuesta entre las autoridades nacionales de consumidores, lo que podría incluir sanciones o requerimientos de cambios en las prácticas de las empresas.

Este caso resalta la creciente tensión entre las expectativas de sostenibilidad de los consumidores y las prácticas de las grandes corporaciones. También pone de manifiesto la importancia de la legislación y la regulación en la promoción de prácticas comerciales sostenibles.

El resultado de esta denuncia podría tener implicaciones significativas para la industria de alimentos y bebidas, potencialmente estableciendo un precedente para la honestidad en las afirmaciones de sostenibilidad y reciclaje.