
Flexografía y empaques de comidas rápidas
Flexografía y empaques de comidas rápidas
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**B2BIMGEMB**1** Todo esto es para rumiarlo despacio: Antes de tirar a la basura esa caja de papas fritas de McDonald's ¿se le ha ocurrido imaginarse cómo la imprimieron? ¿Ha pensado alguna vez esto mismo respecto del cubo de Kentucky Fried Chicken o de la bolsa de palomitas de maíz de anoche en el cine? ¿O del vaso de café de Starbucks? Si usted está en la industria de la flexografía es posible que sí lo haya pensado. Y quizás también le interesaría saber que gran parte de los empaques que se emplean en los servicios alimentarios se producen, en efecto, utilizando el proceso flexográfico.
Esto lo sabe bien Ed Bernier, gerente de sistemas gráficos de Dopaco de Exton, PA, Estados Unidos. "El empaque para servicios alimentarios es precisamente a lo que nos dedicamos" dijo refiriéndose a las nueve sedes de Dopaco. Bernier sostiene que, de las 25 a 30 prensas de la compañía, las cuales imprimen seis colores en promedio, el 30 por ciento son flexográficas. Corroboró que una gran proporción de su negocio lo representan los "restaurantes de servicio rápido (QSR, por su sigla en inglés) -como Burger King y McDonald's".
Rick Rosenberger, gerente corporativo de impresión de Sweetheart Cup Co., (de Owings Mills, MD, que fue recientemente adquirida por Solo Cup), también está familiarizado con este sector. Su colega Stuart Davis, gerente principal de mercadeo, calcula que las compañías de servicios alimentarios tales como Sysco, U.S. Foodservice y las principales cadenas de QSR constituyen el 90 por ciento de su negocio. Los empaques para productos lácteos, como los de Ben & Jerry's y otros fabricantes de helados, representan el 10 por ciento restante, afirma Davis. "Se trata de entre 100.000 y 200.000 unidades por tirada. Los de las cuentas de orden nacional oscilan entre 1 y 5 millones".
Las cifras de Bernier coinciden con las de Davis. "Las órdenes de trabajo de compañías de servicios alimentarios promedian entre 1 y 4 millones" afirma. "Para otras empresas éste puede ser el volumen anual total". Bernier insistió en que la mayoría de las órdenes están por encima de las 100.000 impresiones, y que algunas veces pueden llegar hasta 40 ó 50 millones. "Por ejemplo, continúa, a una cadena nacional le imprimimos un tiraje de 10 millones de cajas para fritos cada pocas semanas".
John Irace es el CEO de Packaging Concepts (de St. Louis, MO, Estados Unidos). Aproximadamente entre un 20 y un 25 por ciento de su negocio se dedica exclusivamente a empaques contratados por concesionarios de varias cadenas de teatros, especialmente a producir las bolsas para palomitas de maíz. En este subsegmento específico de la industria de servicios alimentarios, Irace mencionó tirajes de entre 50.000 y 1 millón por pedido. Todas las siete prensas de su fábrica utilizan a la flexografía.
¿Debo quedarme o irme?
"El empaque en este sector tiene que ser un poco más complicado", expresa John R. Burke, presidente del Foodservice Packaging Institute (FPI). En el campo de los servicios alimentarios, Burke señaló que un objetivo primordial de los empaques para productos de llevar a casa era "mantener calientes los alimentos calientes y fríos los alimentos fríos, y conservarlos así durante cierto tiempo. Las investigaciones revelan que una vez que el cliente recoge los alimentos, no se dirige de una vez a su casa -posiblemente va a recoger a Juanito al salir del entrenamiento de fútbol, o a Susanita de sus clases de violín o, posiblemente, pasa por la lavandería o hace alguna otra diligencia por el camino".
La portabilidad es uno de los factores que más impulsan el sector de los empaques para servicios alimentarios. Según Burke, el 70 por ciento del total de comidas de los QSR se sirve en la ventanilla de servicio para clientes en vehículos. La experiencia de Davis coincide con las afirmaciones de Burke. "A medida que la gente está sometida a mayores presiones de tiempo, trata de hacer todo sobre la marcha. La mayoría compra comida para llevar".
Para atender esta exigencia Davis menciona el caso del "Go Cup" de Sweetheart. Conocido también como el "Car Cup" o el "Cruiser Cup", Rosenberger lo describió como un "vaso de fondo angosto". Se trata de un vaso plástico impreso, cuyo diámetro está diseñado para encajar firmemente en el portavasos del vehículo, pero con una porción superior mucho más amplia, suficiente como para contener bebidas desde 24 onzas, e incluso hasta de 64 onzas. Dopaco ha seguido esta tendencia, de acuerdo con lo que afirma Bernier, con su cubo patentado "Smart Serve" para comida china. "Se trata de un fondo con el tamaño y la forma de un vaso, pero con una cubierta de cubo para comida china", afirma. "El envase encaja en un portavasos y puede contener sopas o fideos húmedos o cualquier otra cosa que podría gotear o escapar de un envase normal". Y esto es sólo el principio. Bernier también comentó sobre varios productos adicionales, como "cajas plegadizas con dobleces de escotilla; cajas para fritos con fondo redondo para portavasos, o segmentospop-out para salsa de tomate".
"Cuando uno piensa en la cantidad de gente que come cuando ésta de camino, o que lleva comida preparada para su casa, hay que estar atento para responder a estas necesidades", sostiene Raydelle Clement, supervisora auxiliar de comunicaciones de White Castle. "Hemos colocado manijas a nuestros empaques, por ejemplo a las Crave Cases. Recientemente salieron al mercado empaques con una manija que les da mejor portabilidad y mayor facilidad de manipulación, para que los miembros de nuestro equipo les entreguen a nuestros clientes". En línea con la afirmación anterior de Burke, White Castle ha venido ajustando su gama de sustratos para adaptarlos a la vida acelerada. "Buena parte de nuestros empaques se está haciendo actualmente en corrugados flauta E, por la cantidad de alimentos preparados que se necesita llevar a casa. Este empaque ofrece resistencia y rigidez mayores, además de que permite manejar la cantidad de alimentos que contiene. Por otra parte, nuestro producto es bastante exclusivo, porque es sometido al vapor y, por lo tanto, mantiene gran cantidad de humedad en él".
Lenguaje colorido
En un esfuerzo por responder al agitado estilo de vida actual, las compañías de servicios alimentarios se mantienen ocupadas pensando en los aspectos del empaque- por lo menos en el sentido visual. "Al nivel de producto básico, la impresión no interviene en nada", manifiesta Burke. "Uno se encuentra con muchas cajas de cartón o de espuma simples. Donde se comienzan a ver empaques impresos es en la gama más alta, donde el empaque se utiliza como una valla publicitaria".
Bernier comenta que muchos de sus clientes están prefiriendo los diseños gráficos más elaborados. La idea es crear una identificación con los consumidores que llevan una vida más activa. Asimismo contribuye a llegarles a las personas más conscientes de las implicaciones en la salud, tendencia que no sólo va cobrando cada vez mayor importancia, sino que también muestra la necesidad de muchas personas a mantenerse alejadas de los QSR y de la comida rápida. "Los clientes están tratando de transmitir una apariencia más saludable de sí mismos, utilizando patrones de colores más alegres", prosigue Bernier.
Del Taco, una cadena de QSR México-estadounidense con sede en California, recientemente lanzó un nuevo tema en los empaques, que Burke describió como hacer "marketing en las cajas de cereal". Para explicarlo afirma que: "Cuando uno está sentado desayunando y no tiene a la mano un periódico para leer, termina leyendo la caja del cereal. A veces, cuando se está merendando una comida rápida, se cuenta con pocos elementos para mantener ocupada la mente. Así pues, la compañía imprimió en el empaque consignas y comentarios sobre Del Taco haciendo uso de una presentación gráfica muy atractiva. Parte de la técnica de mercadeo consistió en poner énfasis en que el producto estaba preparado con productos frescos".
Burke agrega que Del Taco incluso utiliza sus empaques como una forma para derribar las barreras del idioma desde las cocinas de sus restaurantes. "Lo que se descubrió es que algunos de sus trabajadores no dominaban bien el inglés, por lo cual se codificaron por colores las comidas pequeñas, medianas y grandes, por ejemplo, para mejorar la eficiencia de su manejo", afirmó.
En el meollo del mercadeo se encuentra la identidad de la marca. "Nuestros empaques son una afirmación de nuestra marca", sostiene Clement. "Tratamos de que reflejen limpieza y precisión. Nuestro logotipo aparece en todo. Está compuesto por dos colores y es crucial que proyecte un buen aspecto todo el tiempo- nuestro logo es nuestra marca".
Los colores de White Castle -un anaranjado traslúcido y un azul opaco sobre un impecable fondo blanco- ilustran la tendencia de la industria hacia los colores planos. Rosenberger hace notar la importancia de los colores planos en los empaques impresos en flexo para servicios alimentarios. "En flexografía, la gente prefiere colores que identifiquen las marcas", sostiene. "McDonald's maneja sus tres colores planos- rojo, amarillo y azul. Wendy's tiene cuatro colores planos: Amarillo, rojo, azul y negro". Rosenberger calcula que utiliza colores planos en un 80 por ciento de sus trabajos actuales. "En cuanto a los servicios alimentarios, casi todo lo que se emplea son colores planos y diseños de línea", continúa Davis.
Algunas compañías de servicios alimentarios están comercializando algo más que su propia imagen. "La mayoría de nuestros trabajos de policromía se hace para productos publicitarios, especialmente para películas de cine y afines", prosigue Davis. Rosenberger continúa: "Con frecuencia recibimos afiches para cine que se exhiben en los teatros y con eso es con lo que tenemos que ponernos a tono. La mayoría de estos trabajos se imprime en offset. Entonces ponemos como referencia los estándares de offset, pero utilizando la flexografía".
Irace está más que familiarizado con esta tendencia. "Los teatros han sufrido cambios drásticos en los último 10 años y se han convertido en la modalidad de múltiplex", afirma. "Como resultado de ello, han pasado de utilizar bolsas de franjas rojas y blancas a emplear diseños gráficos más exigentes. La mayor parte de nuestros clientes -incluidas las cadenas de tamaño mediano- utilizan gráficos en policromía y exigen esto mismo en sus empaques. Todos están atentos al manejo de la marca y a mantener en alto la imagen en su circulación", agrega.
Las pequeñas luchas cotidianas
"Elaboramos una gran cantidad de empaques con gráficos cinematográficos para las salas de teatro", continúa Irace. "Cuando esto empezó, cada cadena de teatros manejaba productos con logotipos propios. Con el paso de los años, han ido contemplando diferentes tipos de publicidad".
La tendencia hacia el diseño gráfico publicitario les ha permitido descubrir complejos problemas a los industriales del flexo que trabajan con empaques para servicios alimentarios. Adam Irace, hijo de John, quien se desempeña como director de proyectos de manufactura, comenta: "En muchas ocasiones los trabajos llegan con artes diseñados para empaques destinados a un paquete de medios, y nuestra bolsa debe formar parte de ese paquete. Estas compañías quieren que nuestro trabajo coincida con los afiches o con el resto del paquete publicitario. Para lograrlo, tenemos que igualar nuestro proceso y acercarnos lo más posible a las impresiones ya realizadas".
Rosenberger confirma la dificultad para cumplir con el estándar del offset que con frecuencia implican esos casos. "Algunas veces se nos solicita imprimir únicamente seis colores, cuando a nosotros nos gustaría agregar más. Cada trabajo es un reto", sostiene. "Y cada trabajo resulta más difícil que el anterior".
"Además de tratar de imprimir todos los caracteres y las toneladas de textos de contenido legal", agrega Bernier, "posiblemente haya que añadir algún párrafo o texto publicitario en alguna parte del envase. Lo anterior puede resultar muy difícil cuando se trata de imprimir empaques a altas velocidades".
Estos asociados de servicios alimentarios a veces van más allá de la industria del entrenamiento. "Por ejemplo, entre los intermediarios de la ciudad de Nueva York se ha presentado una tendencia a vender vasos de café que hagan las veces de vallas publicitarias", dice Bernier. "La parte gráfica no tiene nada que ver con los alimentos. Equivale, literalmente, a empacar medicamentos en un vaso, o una promoción de televisión. Éstos se venden en el mercado de la esquina". Inclusive las cadenas de teatros, según afirma Adam Irace, hacen publicidad ocasional de videojuegos y otros productos no relacionados con el cine en los empaques de sus concesiones.
Los retos gráficos en este segmento apenas comienzan. "Muchos de los trabajos para los teatros de cine resultan ser todo un desafío porque se imprimen en cartón grueso", expresa Rosenberger. La experiencia de Bernier fue algo parecido. "Gran parte de las cajas de cereal tiene una superficie de impresión de aspecto arcilloso suave, que se presta mejor para la absorción de la tinta y tramados más finos. Cuando producimos vasos, lo hacemos en cartón sin recubrimiento. En el caso de los vasos para bebidas calientes, a éstas les hace recubrimiento con algún material tipo poli en su interior que ayuda a su sellado, pero la parte exterior es literalmente cartón sin tratar. Así pues, la superficie del material resulta mucho más dispareja, de rollo a rollo".
La consistencia, que según Clement constituye una prioridad -fue citada por todos los impresores entrevistados como un obstáculo cotidiano. "Todos los 100 rollos tienen que ser semejantes", confirma Rosenberger. John Irace añade: "Por lo regular, los sustratos que se utilizan en este segmento no constituyen la mejor superficie para imprimir en policromía". Bernier comenta: "Apenas se ha terminado de imprimir un rollo cuando se empalma el siguiente, y los colores se descontrolan porque quizás el color del cartón es diferente y la superficie es más o menos áspera".
Para combatir este problema, Adam Irace y su compañía han trabajado con ahínco en controlar todas las variables de la impresión flexo. "Hemos anotado todos los detalles que intervienen en el producto terminado y se los presentamos a nuestro cliente", afirma. "Cada una de esas variables la hemos asociado a diferentes proveedores específicos". Para ayudar a este proceso, la compañía integró muchas de las pautas FIRST (siglas en inglés correspondientes a las Especificaciones y Tolerancias en la Reproducción de la Imagen Flexográfica).
"Hemos utilizado las especificaciones FIRST en las densidades de las tintas y las hemos incorporado a las especificaciones de los artes de los clientes. Éstas también incluyen especificaciones correspondientes a las sobreimpresiones y las tramas, entre otras cosas".
El producto final que se busca también representa un obstáculo en este sector, debido a que los vasos, platos, cubos y otros tipos de envases ¡no son planos! "Cuando uno trata de diseñar algo para una superficie curva, el diseño gráfico resulta un poco extraño", prosigue Bernier. Según él, este asunto se resolvió gracias a la compra reciente de un sistema de computadora a plancha. "Nosotros realizamos todo el trabajo de preprensa para flexo en nuestras propias instalaciones".
Adam Irace comprobó muy bien lo ocurrido, al afirmar: "El paso a las planchas digitales fue un gran salto hacia delante para nosotros". Su padre añadió: "Las planchas digitales nos permiten llegar a un resultado final idéntico todas las veces". Sin embargo, admitió rápidamente que una impresión de alta calidad se logra con mucho más que simplemente las planchas; también las tintas, el sustrato y otros factores juegan un papel importante.
La tecnología también le ha ayudado a Sweetheart Cup en su empeño por conquistar la satisfacción del cliente en este sector. "Elaboramos muchas etiquetas para piezas de juegos, imprimiendo los vasos con inyección de tinta", continúa Davis.
"Ahora mismo podemos inyectar con tinta un código aleatorio de 13 dígitos en cada vaso que producimos". Esta técnica presenta sus propios retos inherentes. Rosenberger sostiene: "A cada vaso hay que asignarle un código diferente y todos los códigos se deben colocar en el mismo lugar del vaso".
Para suerte de algunos, estos desafíos se han convertido en una motivación para los impresores y flexógrafos en este sector. "Mientras realicemos más trabajos de policromía, más fácil nos resulta enfrentar estos retos", manifiesta Rosenberger, quien les abona a sus clientes más exigentes el haberlo obligado a ampliar sus horizontes como industrial del flexo. "McDonald's nos ha ayudado a convertirnos en mejores impresores. Esta empresa siempre espera más. Con el paso del tiempo hemos tenido que mejorar nuestro proceso para complacer a este cliente -recorriendo todo el camino, incluso hasta el empleo de la espectrofotometría. Taco Bell, asimismo, solicita que se le envíen muestras del inicio de cada tiraje. Está vigilando constantemente lo que ocurre en sus restaurantes, y debemos estar dentro de las especificaciones. Esto es difícil de manejar cuando los productos se elaboran en 21 plantas distintas. Por eso debe existir un verdadero control del color".
¿Por qué el flexo?
Pese a los retos implícitos, el flexo parece ser la decisión natural en el momento de imprimir trabajos de envases con destino a servicios alimentarios. El concepto de Burke es que casi todos los impresores de este segmento utilizan el sistema flexo en una u otra forma. En relación con los industriales dedicados a la conversión de empaques para servicios alimentarios, Burke recitó inconscientemente el mantra del flexógrafo: "Se está frente a una demanda constante de la máxima calidad que pueda ofrecer un empaque, siempre que sea al mínimo costo posible".
Clement no dudó en admitir que White Castle -fundada en 1921 y reconocida como la cadena de hamburguesas más antigua de Estados Unidos- ha utilizado siempre la flexografía. "Flexo es un excelente medio para lo que hacemos", sostiene. "Muchas de las cosas que hacemos están en línea con esto, pues resulta muy eficaz en relación con los costos, especialmente en cuanto a las planchas y los troqueles. La clave consiste en mantener el sistema al día y en ser tan innovadores como sea humanamente posible". En la actualidad todas las bolsas y las "Cajas Crave" de la compañía se imprimen con flexo. Clement confirma que entre el 30 y el 40 por ciento del empaque impreso de White Castle se imprime con este sistema.
"La flexografía ha logrado grandes adelantos en los años más recientes", afirma John Irace. Sostiene que la principal competencia en este mercado la constituye el rotograbado. Flexo ha pregonado por mucho tiempo como su gran ventaja el que permite tirajes más cortos. Adam Irace interviene: "Muchos de los trabajos publicitarios terminan siendo tirajes de una sola pasada". John Irace insiste en que flexo ofrece "un tiempo más corto de principio a fin en comparación con lo que implica grabar cilindros". Más aún, prosigue: "Acabamos de empezar un trabajo para un cliente que solía utilizar rotograbado y ahora estamos trabajando con él, con flexo digital."
Los cambios de un trabajo a otro no son la única razón para optar por la flexografía. "La industria de servicios alimentarios tiende a utilizar un cartón más rugoso para la impresión", continúa Bernier. "En el caso del flexo, sin embargo, la capa de tinta se puede esparcir en mejor forma que en una prensa de rotograbado. En el mercado de los vasos para bebidas calientes obtenemos en realidad mejores resultados de impresión. Una cadena nacional de QSR utiliza cajas para fritos con cartón SBS, que es un cartón virgen recubierto con arcilla. Sin embargo, este cliente aplica la capa de arcilla en el interior del envase para obtener una resistencia a la grasa, a diferencia de la mayoría de los casos, en los que este recubrimiento va en el exterior con el fin de lograr una superficie de impresión más apropiada. En este caso se está manejando una superficie de relieve. En flexo se puede llenar el vacío aplicando un poco de presión".
A medida que se aproxima el futuro, los rumores de etiquetas universales de identificación por radiofrecuencia (RFID, por su sigla en inglés) en todos los productos y empaques se van haciendo cada vez más reales. Este solo aspecto crea numerosas oportunidades para el flexo. Otra tecnología que parece de ciencia ficción está más cerca de lo que la gente cree, sostiene Burke, quien la describe como "la tecnología de películas sensibilizadas que reaccionarán a la presencia de agentes microbiológicos tales como la salmonella". Y luego agrega: "Esta tecnología se puede incorporar en una amplia variedad de materiales de empaque. Si se da la presencia de estas bacterias en el empaque, la parte superior de la tira de película sufre modificaciones pasando, por ejemplo, de verde a rojo. En términos gráficos, los impresores y convertidores tendrán que resolver cómo incorporar esta característica o cómo resaltarla".
Bien se trate de tirajes cortos o largos, o de tecnologías especiales -y cualesquiera sean las exigencias del trabajo de impresión- se puede afirmar que la flexografía en empaques para servicios alimentarios ¡representa un desafío muy grande para otros sistemas!
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