Convertidores de cajas plegadizas en América Latina

En el análisis que ofrecemos a continuación, comparamos el comportamiento de la industria el año pasado -cuando se vivió el final de un período de crecimiento sostenido de más de cinco años- con el esperado para 2009; mostramos los retos que se imponen a las empresas y analizamos las principales medidas que los convertidores de cajas plegadizas esperan poner en marcha para sortear las incertidumbres presentes y futuras.

Una historia contrastante
Tenemos que empezar diciendo que la percepción general de los 40 convertidores de cajas plegadizas de 14 países que respondieron a las preguntas de Conversión sobre el comportamiento económico nacional e industrial no es de ninguna manera desalentadora. Aunque para la mayoría de las empresas -de todos los tamaños y niveles de empleo-, la situación económica de sus países mostrará este año indicadores contrastantes con los del año anterior.

En efecto, mientras en 2008 las expectativas de crecimiento de las economías nacionales fueron positivas para 45% de los empresarios encuestados, este año el porcentaje apenas llega a 5%. Sin embargo, es importante decir que la mayoría (63%) de los convertidores considera que 2009 presentará cifras de crecimiento, aunque inferiores a las de 2008. Aún así, 33% de las respuestas de este año indican expectativas de decrecimiento (véase cuadro 1 ).

Las expectativas sobre el rumbo de las actividades de las empresas productoras de cajas plegadizas no son muy distintas. En 2008, 59% de los convertidores consultados esperaban un crecimiento decidido en sus operaciones, en tanto que para este año sólo 13% aguardan ese resultado. De igual manera, este año, 43% consideran que se dará una disminución en los resultados de sus empresas, frente a 10% que consideraban ese panorama en 2008. Resulta esperanzador, no obstante, que este año sean más las empresas (45% frente a 31% el año pasado) que vaticinan un comportamiento similar -es decir, de sano desempeño- al del año anterior (véase cuadro 2).

Una mirada más cercana revela con claridad la dimensión del panorama que vislumbran los convertidores de cajas plegadizas latinoamericanos consultados en la reciente encuesta de Conversión. En lo que respecta al crecimiento de las ventas y utilidades para 2009, en comparación con 2008, es mayor el porcentaje de respuestas de los empresarios que consideran niveles negativos e inferiores a 5%. Este número mayor de empresas que verán disminuir sus ventas y utilidades parece formar parte del grupo que esperaba para 2008 unos rangos de crecimiento de entre 10% y 15%. Esta merma en las ventas y utilidades contrasta con la estabilidad que esperan aquellas empresas con porcentajes de crecimiento entre 15%-20% y superiores, que aguardan porcentajes muy similares -y en algunos casos incluso superiores- a los de 2008 (véase cuadro 3).

Quizá algunas de las percepciones anteriores esbocen un panorama un tanto desolador para el año 2009 y el futuro próximo. Sin embargo, cuando se revisan las apreciaciones que los convertidores de cajas plegadizas tienen sobre indicadores específicos de su desempeño, puede verse que los efectos de la crisis no son tan devastadores como podría creerse. Al mirar las variables que tienen un efecto directo sobre la productividad y los ingresos, puede constatarse que aunque es mucho menor que el año anterior el número de empresas que considera la posibilidad de un aumento, el porcentaje de respuestas que expresan que la situación permanecerá estable sugiere una situación de relativa tranquilidad (véase cuadro 4). En otras palabras, aunque no se crezca en la medida alcanzada en años anteriores, no es alarmante la apreciación sobre una disminución en los indicadores, y la estabilidad esperada sugiere que los convertidores lograrán sortear los rigores de la actual situación.

Es innegable que casi la mitad del porcentaje de empresarios que esperaban aumentos en rentabilidad y productividad este año han pasado a creer que habrá más bien estabilidad o decrecimiento; que las inversiones en maquinaria y equipos han pasado a un segundo plano para un grupo de empresas, y que el consumo de materiales tiende a la estabilidad y no al aumento; pero es también indiscutible que los convertidores cuentan con los buenos resultados de casi una década para blindarse en estos tiempos difíciles.

De cara a los desafíos
Es interesante ver cómo, a pesar de la situación de crisis que se vive hoy, los aspectos que los convertidores consideraron como desafiantes en 2008 siguen siendo teniendo casi el mismo peso (véase cuadro 5). A pesar de la marcada preocupación por la reducción de los márgenes de utilidades -que quizá resume muchas de las otras variables- las empresas dan un este año una importancia muy similar a desafíos como la popularidad de los empaques plásticos y la demanda de empaques amigables con el medio ambiente, e incluso les restan peso a factores como la competencia extranjera, las tecnologías RFID y la volatilidad de los precios de las materias primas. El mayor grado de inquietud se aprecia en la posibilidad de un traslado de los clientes más grandes de las empresas para producir sus materiales en otros países.

Coincidencia en las decisiones
Con este escenario trazado, los convertidores latinoamericanos de cajas plegadizas dejan ver en sus respuestas una actitud decidida: a la pregunta sobre la determinación de emprender acciones para mitigar los impactos de la crisis, el consenso fue total. Todos los empresarios afirmaron estar definiendo estrategias para contrarrestar los efectos potenciales del reacomodamiento económico, y algunas medidas sugeridas por las respuestas a la encuesta pueden ayudarnos a entender sus alcances.

Al mirar cómo se conforma la producción de las empresas encuestadas y compararla con la del año anterior pueden vislumbrarse algunas tendencias. Las respuestas a la pregunta sobre preponderancia de productos distintos a cajas plegadizas dentro de la oferta dejan ver algunos cambios significativos: las etiquetas, que en 2008 eran un producto complementario para 26% de los convertidores, este año lo es para 55% de ellos. Lo mismo puede decirse de los productos comerciales, que hoy producen 50% de los encuestados (frente a 26% en 2008), y de la categoría ‘otros’, con un sorprendente aumento en el número de empresas (48% frente a 17% en 2008) que hoy la consideran parte importante de su portafolio de productos. En resumen, la diversificación y la incursión en mercados distintos a los propios de su actividad central parecerían ser estrategias competitivas que están adoptando las empresas para mantener sus ventas y sus niveles de producción.

Pero el panorama se hace más claro cuando miramos las respuestas explícitas ofrecidas por los participantes en la encuesta a la consulta sobre las medidas específicas que están considerando para el futuro inmediato. Dentro de un conjunto de 21 medidas probables, se destacan siete por su impacto sobre la producción y la oferta de las empresas. Lo primero que salta a la vista, como una medida lógica e inevitable, es una disminución sustancial en el porcentaje de empresas que planean adelantar proyectos de inversión en nuevos equipos y tecnologías. De 74% de los convertidores que consideraban en 2008 esta estrategia, sólo 48% proyectan seguir invirtiendo este año en la modernización de su infraestructura productiva.

Las iniciativas parecen concentrarse en los campos de la gestión interna de la producción y el mercadeo y las ventas (véase cuadro 6). En efecto, existe una gran coincidencia en la necesidad de reducir sustancialmente los costos de producción, cambiar la estructura de costos, diversificar los portafolios y buscar proveedores que ofrezcan costos para una producción más competitiva. Por otra parte, estas medidas se ven complementadas por la intención de buscar clientes nuevos, en nichos de mercado antes inexplorados, acudiendo a nuevas estrategias de mercadeo y ventas.

Conclusión
Ante los rigores de una crisis anunciada, los convertidores latinoamericanos de cajas plegadizas acuden hoy a las fortalezas acumuladas en varios años de buenos resultados, a medidas creativas en las esferas de la producción y la comercialización, y a una sólida estructura productiva y tecnológica. La decisión unánime de emprender acciones que mitiguen los posibles efectos de la crisis económica mundial, unida al conjunto de estrategias adoptadas, permitirá sin duda seguir manteniendo su papel protagónico dentro de la industria de empaques para los productos de consumo en la región.

PARA TENER EN CUENTA

• La mayoría de los convertidores (63%) considera que 2009 presentará cifras de crecimiento sus respectivos países, aunque inferiores a las de 2008. Aún así, 33% de las respuestas indican expectativas de decrecimiento.


• Son más las empresas (45% frente a 31% el año pasado) que vaticinan un comportamiento similar del sector -es decir, de sano desempeño- al del año anterior.


• Aún así, en 2008, 59% de los convertidores consultados esperaban un crecimiento decidido en sus operaciones, en tanto que para este año sólo 13% aguardan ese resultado.


• De igual manera, este año, 43% consideran que se dará una disminución en los resultados de sus empresas, frente a 10% que consideraban ese panorama en 2008.


• Empresas con porcentajes de crecimiento de sus ventas y utilidades entre 15%-20% y superiores, en 2008, aguardan porcentajes muy similares -y en algunos casos incluso superiores- para este año.


• Las inversiones en maquinaria y equipos así como el consumo de materiales tienden a la estabilidad y no al aumento.


• La producción de etiquetas y, en algunos casos, de impresos comerciales ha cobrado fuerza en el portafolio de productos manufacturados por los convertidores de cajas plegadizas.

Una muestra representativa
La participación de 40 empresas convertidoras de cajas plegadizas en la encuesta realizada por Conversión ofrece un panorama característico de la industria en la región. Las respuestas de sus presidentes y directores en 14 países comprenden las particularidades de empresas de todos los tamaños y niveles de empleo, que atienden principalmente los sectores de alimentos y productos farmacéuticos de sus respectivos países. Aunque existe cierta actividad exportadora, la industria de cajas plegadizas concentra sus ventas en los clientes nacionales, con ventas minoritarias en otros países de la región, y en menor proporción en Estados Unidos y Canadá.