Los maratones, triatlones, carreras de barro y competenciasIronman son sólo algunas de las carreras y eventos populares que hoy en día se llevan a cabo en el mundo. Los estadounidenses se están volviendo cada vez más conscientes de la salud, y la participación en estos eventos se eleva cada año. La carrera en barro Tough Mudder por sí sola ha tenido una participación de más de 1,3 millones participantes desde su creación en 2010. Sin embargo, estos eventos de alta intensidad tienen un problema particularmente inesperado: residuos de barras energéticas y otros empaques de productos de alto rendimiento.
Las barras nutritivas, las bebidas energéticas y las gelatinas masticables se han disparado en popularidad, en parte debido al aumento en el número de eventos de resistencia. En el 2011, por ejemplo, las ventas minoristas de barras nutritivas y energéticas se estimó en alrededor de $ 1,700 millones de dólares, 71% más que en 2006. A medida que las ventas de estos productos energéticos aumentan, las cantidades de empaques se acumulan en el lugar donde se desarrollan los eventos.
Las competencias y las carreras tienen su propio equipo de voluntarios quienes se inscriben con la finalidad de ayudar en el evento. Con cientos y a veces hasta miles de voluntarios en cada competencia, la limpieza se puede completar de forma rápida, pero ¿con qué eficiencia? Cuando los voluntarios pasan por el esfuerzo de limpiar grandes cantidades de basura, la separación se hace especialmente difícil, ya que una gran cantidad de basura y empaques son arrojados al grupo de desechos equivocados, e inevitablemente terminan en los rellenos sanitarios.
Afortunadamente, hay organizaciones que ayudan a administrar y a organizar los esfuerzos de reducción de residuos para el personal del evento. Una asociación llamada The Council for Responsible Sport (Consejo para el Deporte Responsable, por su nombre en inglés), está tratando de hacer un cambio en la forma en la que las competencias manejan todos sus esfuerzos de sostenibilidad. El Consejo evalúa qué esfuerzos se están haciendo en el evento para convertirlo en uno eco-amigable; y cuando se cumplen criterios específicos, el evento recibe una certificación por sus logros. Las certificaciones se basan en el número de criterios cumplidos, desde la certificación “Basic” (Básica) a la "Gold" (Oro).
Una serie de maratones han dado pasos impresionantes para limpiar las calles de los residuos de empaques y otros residuos de la carrera. La Maratón de Filadelfia por ejemplo, logró una certificación Oro del Consejo para el Deporte Responsable después de usar tanto a la Oficina de la Alcaldía para la Sostenibilidad como a la Oficina de Participación Ciudadana con el propósito de educar a los asistentes a la carrera en el tema del reciclaje, además de impulsar el objetivo de desviar de los vertederos 75% de los residuos de la maratón.
La Chevron Houston Maratón, la cual también tiene certificación Oro, prohíbe vender empaques y contenedores de alimentos fabricados a base de espuma de poliestireno, asegurando también que la mayoría de los residuos relacionados con el evento sean desviados de los vertederos sanitarios mediante la adopción de medidas previas y posteriores a la carrera, con el fin de educar a los asistentes y dirigir los residuos directamente en su grupo adecuado.
Las organizaciones y servicios del gobierno también hacen su parte para ayudar a limpiar las calles al finalizar la carrera pero, ¿cómo se están involucrando las empresas de productos de consumo masivo? TerraCycle, por ejemplo, se asoció con el productor de barras de energía Clif Bar & Company para recoger y reciclar las envolturas y empaques de las barras de energía, incluso reutilizando el material de desecho en productos tales como contenedores de reciclaje y bastidores de bicicletas. Todos los residuos se desvían del vertedero, mientras que posteriormente son convertidos en útiles productos reutilizables.
Polonia Springs es otro buen ejemplo, usando su campaña "RECYCLE 4 Humanity" (RECICLA para la Humanidad) con el fin de ayudar a eliminar algunos de sus propios residuos de envases de agua embotellada. Antes de que comience el fin de semana de la carrera, Poland Springs ubica grandes contenedores transparentes a lo largo de todo el trayecto y en la Villa Atlética para que la gente pueda reciclar correctamente sus botellas de plástico durante todo el día. No toma en consideración el tema del consumo el cual conduce al problema en primer lugar, pero al menos muestra que las empresas de productos de consumo masivo están empezando a asumir su responsabilidad en cuanto a los residuos de envases que sus productos generan, y en el proceso "ecologizan" estos emocionantes y populares eventos deportivos.
Estas carreras y maratones de ciudad son excelentes para nuestra cultura cada vez más consciente de la salud, pero pueden someter los recursos a una enorme tensión y promover el despilfarro si no se gestionan adecuadamente. Esta es exactamente la razón por la cual organizaciones como el Consejo para el Deporte Responsable son críticas, y el por qué es importante que los esfuerzos de sostenibilidad como los de TerraCycle y Clif sean integrados en eventos existentes asegurándose de que no sólo velen por la salud y ejercicio, sino que también lo hagan por la responsabilidad ambiental y las prácticas adecuadas de reciclaje.