Soluciones para mejorar la calidad de la impresión flexográfica
Soluciones para mejorar la calidad de la impresión flexográfica
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**B2BIMGEMB**1**Cuando el tramado de mediotonos llegó a la flexografía, se trataba esencialmente de una adaptación de las técnicas de tramado del offset. Se presentaron algunos cambios, entre estos los realizados a la forma de los puntos de impresión para manejar las características propias de la plancha y las tintas flexográficas, así como un cambio en los ángulos de las retículas con el fin de evitar la interacción entre el patrón de los mediotonos y el rodillo anilox. No obstante, las características esenciales se conservaron iguales: los puntos de los mediotonos se distribuían a lo largo de una cuadrícula y variaban en tamaño (lo que se conocía comúnmente como tramado "tradicional" o "AM"), como en el caso de la impresión offset. El problema de esta adaptación era que, en los extremos del rango tonal, el comportamiento de la impresión offset resultaba ser muy diferente al de la impresión flexográfica.
En la impresión offset, a medida que los puntos de los mediotonos en la región de las altas luces se hacían más pequeños, se terminaban encogiendo hasta el punto en que la porción portadora de tinta en la plancha quedaba anegada por el agua y dejaba de transmitir tinta a la mantilla. Aunque la transición entre el "punto" y el "no punto" de tinta no tiene lugar necesariamente donde debiera (es decir, muy próximo al 0 por ciento), sí se da de manera sutil. Dicho de otra manera, en la página impresa los puntos de los mediotonos se van achicando progresivamente hasta desaparecer. Si esta transición no sucede exactamente donde debiera hacerlo, resulta difícil de percibir debido a que continúa siendo una transición sutil. De igual forma, existe cierta posibilidad de calibrarla corrigiendo la ganancia de punto en la etapa de preprensa.
Los desafíos del tramado
En la impresión flexográfica, a medida que la retícula de mediotonos en el área de altas luces se hace más clara en el archivo fuente, la retícula impresa se va aclarando con mayor lentitud- que es lo que conocen los impresores de flexografía como la curva de ganancia de punto en forma de "J". Debido a la baja viscosidad de la tinta, la tensión superficial extrae la tinta del lado del punto del mediotono, lo cual hace que los puntos pequeños tengan, en todo caso, un mayor tamaño de lo esperado. Por último, en alguna parte, el punto del mediotono en la plancha se vuelve demasiado delgado y ahusado como para ser imprimible, lo que ocasiona una transición tonal abrupta.
Con el paso gradual de los impresores de flexografía a retículas de un mayor número de líneas y la disminución general del tamaño de los puntos en los mediotonos, el problema se hace aún más grave dado que la interrupción en las altas luces se desplaza aún más en el rango tonal. En este caso, la corrección de la ganancia de punto deja de ser una solución, ya que no hay una manera alguna de corregir un archivo matemáticamente para que produzca un punto dentro del rango tonal en el que, físicamente, el proceso de impresión no lo puede reproducir.
Los impresores de flexografía enfrentan un difícil dilema: por un lado, pueden modificar el archivo para que las altas luces nunca bajen de cierto porcentaje y así evitar que se presente un recorte en la impresión -aunque esto significa que las regiones de las altas luces siempre parezcan un poco más oscuras de lo debido. La alternativa consiste simplemente en solicitarle al cliente que acepte la transición abrupta como una de las limitaciones de la impresión flexográfica. El problema puede pronunciarse aún más en las altas luces de los trabajos de colores process debido a que, en este caso, no hay sólo una interrupción sino varias, una por cada color que se utilice en determinada región, con lo cual se crea una apariencia de afiche con cambios de colores.
En las regiones de las sombras, en la impresión offset, siempre se presenta un cierto punto, un poco por debajo del 100 por ciento, en el que el punto del mediotono "se cierra". En condiciones de impresión adecuadas, se encuentra entre el 1 y el 3 por ciento del extremo el rango tonal, y la transición entre el "punto" y el "no punto" es, una vez más, suavizada. La cantidad de ganancia de punto determina qué tan pronto sucede la transición; es previsible y se puede corregir en el momento de quemar la plancha. El proceso es uniforme debido a que la tinta está relativamente pegajosa y, esencialmente, se dirige hacia donde le 'diga' la plancha que se dirija.
En contraste, los impresores de flexografía a veces descubren que el tramado en las sombras resulta imprimiendo más que los colores planos, debido a que las pequeñas brechas en el tramado de la sombras se comporta de cierta manera como un anilox, atrayendo tinta adicional gracias a la tensión superficial y depositándola en el sustrato. Es difícil corregir este comportamiento en forma matemática, debido a que en una pequeña porción del rango tonal se presenta una relación inversa entre el valor de la trama y la densidad medida. Imagínese usted con este problema en su carro: si al pisar el freno se acelera el auto ¿qué intensidad debe aplicarles a los frenos para desacelerar?
Impresión estocástica
Una de las marcas distintivas de la impresión polícroma con retículas tradicionales es la roseta, un patrón circular de puntos creado al hacer un montaje de retículas para diversos colores a diferentes ángulos. De hecho, las rosetas constituyen un tipo de moiré, en cuanto son un patrón de menor frecuencia que las retículas individuales que la conforman. Para imprimir policromías es necesario tener diferentes retículas para los diversos colores y ángulos, por lo cual es inevitable que se forme un moiré; así pues, una roseta resulta ser el patrón de moiré menos confuso para la vista.
En su empeño por mejorar la calidad, los usuarios del offset ensayaron las retículas estocásticas, también conocidas como retículas de frecuencia modulada (FM). En la impresión estocástica, el tamaño del punto del mediotono permanece constante mientras que la distancia entre los puntos varía- es decir, lo diametralmente opuesto a los mediotonos tradicionales, en los que permanece constante posición del punto y varía el tamaño (también hay algunas versiones de impresión estocástica en las que varían tanto el tamaño de los puntos como la distancia entre ellos).
La impresión estocástica sí acabó con las poco atractivas rosetas, que habían sido una característica de la impresión offset hasta que apareció este nuevo método, pero introdujo otros problemas: mayor inestabilidad por la ganancia de punto y un aspecto granuloso en los tonos medios, especialmente en las policromías. La granulosidad era una característica del patrón irregular de los puntos individuales, además de lo que algunos expertos en retículas denominan el "moiré estocástico" -una interacción destructiva de baja frecuencia entre patrones de puntos irregulares, semejante, de cierto modo, al moiré tradicional de los mediotonos, que consiste en una interacción de baja frecuencia entre patrones de puntos regulares. En definitiva, la mayoría de los usuarios que ensayaron el tramado estocástico regresaron al tramado tradicional.
El tramado híbrido para flexografía
Del lado de la flexografía, se hizo evidente que el tramado estocástico crearía más problemas de los que resolvería. Si bien permitía imprimir a lo largo y ancho del rango de las altas luces, también utilizaba puntos pequeños, con sus características de alta ganancia de punto, en todo el rango de tonos, apiñándolos hasta la saturación a medida que el valor de la trama se acercaba más a las zonas oscuras. Así pues, mientras se logró mejorar la impresión en las regiones de altas luces, empeoró la impresión en todas las demás áreas.
El reconocimiento de que los métodos tanto de tramado estocástico como de AM tradicional ofrecían sus propios beneficios para la impresión flexográfica dieron lugar a una inteligente idea: ¿Por qué no crear un método de tramado que combinara los métodos de tramado AM y FM? ¿Un método de tramado híbrido? Ello permitiría aprovechar los beneficios de ambos tipos de retículas en sus partes respectivas del rango tonal. El tramado FM se utilizaría en las altas luces y el tramado AM se extendería a lo largo de la mayoría del rango tonal.
Con la primera generación se tuvo que enfrentar una transición bastante obvia entre los dos tipos de tramado, debido a que había un punto definido en el que los puntos de los mediotonos pasaban de estar alineados regularmente a alinearse en forma irregular. Con la segunda generación se lograron mejoras forzando los puntos de la porción de FM del rango, aunque éstos se separarían cada vez más entre sí, para alinearse en la misma cuadrícula utilizada para la porción AM del rango tonal.
Al observar la gradiente que se produce utilizando el método de tramado híbrido de segunda generación, los puntos de los mediotonos se van achicando cada vez más, a medida que el tono se va haciendo más claro. Así pues, en un determinado punto, el tamaño permanece constante pero los puntos van desapareciendo progresivamente de la cuadrícula para crear valores de trama más claros. En la región de las sombras también se presenta un tamaño mínimo de puntos y ocurre el mismo fenómeno: se van removiendo más y más puntos negativos hasta que, tarde o temprano, queda un parche de tinta completamente sólido.
Utilizando la técnica de tramado FM en ambos extremos se resuelven dos problemas diferentes de ganancia de punto: la incapacidad de reproducir puntos dentro de un cierto rango de las altas luces y la curva de ganancia de punto invertida en las sombras. Asimismo, debido a que los puntos de la región del tramado FM continúan formando una cuadrícula regular, interactuarán adecuadamente cuando se les sobreimprima en otros colores que todavía se encuentren en la porción del tramado AM de su rango tonal.
Lo interesante es que los métodos de tramado híbrido también están causando un impacto en el mundo de la impresión offset. Los impresores están descubriendo que pueden imprimir tramados de hasta 180 por ciento de lo que solían imprimir, sin aumentar de ninguna manera la dificultad del tiraje y con tan sólo una ligera corrección en las curvas de ganancia de punto en el RIP. Esto les permite a los pequeños impresores de offset, acostumbrados a imprimir en el rango de 133 a 150 líneas por pulgada, competir con los impresores de alta gama. Esto hace del patrón de la roseta algo menos inaceptable, no eliminándolo sino haciéndolo tan pequeño que deja de ser visible.
Sí bien los impresores flexográficos que utilizan métodos de tramado híbrido por lo general no se han atrevido a aumentar el número de líneas en las retículas, sí les han podido ofrecer a sus clientes mejoras más modestas en cuanto al número de líneas de las retículas, así como en la reproducción de imágenes y elementos de diseño que simplemente no podían lograr antes. Mientras los impresores de flexografía menos les tengan que explicar a los clientes la imposibilidad de obtener ciertas cosas- por ejemplo, crear gradientes de rango completo- mayor será la confianza que generen tanto en sus propios talleres en particular como en el proceso de impresión flexográfica en general.
Suplemento publicado por la Foundation of Flexographic Technical Association, FFTA, en cooperación con Conversión, B2Bportales.
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