Seguridad alimentaria, una prioridad industrial

Los escándalos de productos contaminados que han saltado a la luz pública en últimos años han convertido a la seguridad alimentaria en una prioridad.  Al ser un tema tan sensible su alcance ha ido más allá de ser algo que preocupa exclusivamente a productores, para convertirse en un tema de opinión pública con altísima visibilidad por parte del gobierno y de la sociedad en general. 

Por esta razón, cada vez más es el consumidor quien está interesado en conocer el origen de los productos que está adquiriendo para su familia, y esta información se convierte en determinante a la hora de definir su preferencia de compra.  ¿Podría entonces  transformarse la seguridad alimentaria en un arma de diferenciación y en una ventaja competitiva en la industria de alimentos?

Para poder utilizar esta seguridad alimentaria como un elemento que incline la balanza a la hora de definir preferencias del consumidor por un producto no basta con entregar información básica de ingredientes en los empaques, los industriales deben estar en capacidad de empoderarlos para que sean los consumidores quienes puedan hacer el seguimiento directo a los productos que consumen. Este nivel de transparencia es el que va a lograr marcar una diferencia significativa en el mercado.

Recientemente Tetra Pak realizó un estudio en 29 países, con más de 50.000 entrevistas para identificar las principales macrotendencias de consumo alrededor del mundo.  A partir de este estudio se definieron 6 macro tendencias que se repiten en mayor o menor proporción en todos los países.  Una de estas tendencias es la que se ha denominado “opción segura”, y tiene que ver con la necesidad del consumidor de asegurar que la calidad de los productos que está consumiendo sea la óptima. 

El consumidor es cada vez más cuidadoso al seleccionar los alimentos de su hogar. En Latinoamérica, por ejemplo, 54% de las personas sienten preocupación por enfermarse al consumir un alimento o bebida contaminados, versus 21% en países desarrollados.  Somos entonces los latinoamericanos un poco más cautelosos porque, constantemente, estamos expuestos a noticias de alimentos contaminados en los medios locales.

Sin embargo, el reto para la industria alimentaria debería ir más allá de ubicar en sus envases información del origen de sus ingredientes. También es necesario desarrollar sistemas de trazabilidad que les permitan tener toda la información del producto para rastrear, resolver y prevenir cualquier inconveniente que se pueda presentar, para convertirlo en una poderosa herramienta que se anticipe y reaccione oportunamente ante cualquier eventualidad en el proceso de producción. Y que, a la vez, pueda contar con una cantidad robusta de información del producto que permita capitalizarlo como un arma de diferenciación en el mercado. 

Para alcanzar ello es necesaria la tecnología que ayude a hacer un seguimiento a toda la información del producto, permitiendo identificar problemas de calidad en minutos en lugar de días, y para poder contener cualquier situación que se presente. Adicionalmente sistemas que permitan que las fallas no repitan.

Justamente Tetra Pak ha desarrollado el programa “Trazabilidad Activa”, a través de un sistema de control con cubrimiento sobre toda la operación denominado “Tetra Plant Master”.  Esta tecnología permite entregarle a cada caja de leche o de jugo un código único de 10 dígitos que actúa como el ADN de cada empaque, y que tiene 177 datos de calidad y 127 de proceso que permiten hacer un seguimiento individual a cada envase producido, con información de origen de las materias primas, controles de aseguramiento de calidad, parámetros de procesamiento y de llenado. 

A nivel industrial esto permite construir con precisión un árbol de trazabilidad de cada unidad producida. Esto corresponde a una trazabilidad de proceso. “Trazabilidad Activa” permite que esta información pueda ser entregada al consumidor para que, ingresando a una página web e introduciendo el código único de su envase, pueda llegar al detalle de saber la zona de donde viene la leche en caja que están consumiendo esa mañana sus hijos en el desayuno, y todos los controles de calidad que han sido asegurados para llevar ese producto al alcance de su consumo. 

El poder de los consumidores con información del producto es un lazo fuerte de confianza, y construir esta confianza con  una marca es el camino directo a la anhelada preferencia que buscan todas las marcas en el mercado, y apoyándose en la tecnología.