Las ventajas del comercio electrónico se pusieron en evidencia desde la década de los 80, cuando las grandes cadenas de venta al detal y sus proveedores instalaron sistemas de intercambio electrónico de datos uno a uno (EDI, Electronic Data Interchange), para sistematizar la toma de pedidos, facturar, realizar pagos, controlar inventarios y manejar crédito.
En la actualidad, este enfoque tiene grandes perspectivas de expansión y sofisticación, gracias a las nuevas herramientas de comercio electrónico sobre Internet disponibles para virtualmente todas las cadenas de producción. En el caso de la cadena de la industria de la conversión y el empaque, en la que un número relativamente pequeño de transacciones se realiza entre los convertidores, sus proveedores y sus clientes, las herramientas de comercio electrónico del tipo "e-collaboration" poseen especial interés, ya que tienden a obviar las desventajas relativas de algunas formas de comercio electrónico, como la presión hacia los bajos precios de las subastas, la negociación limitada a productos genéricos y la obtención de cotizaciones uno a uno a través de las páginas en la red de cada proveedor.
Creando ambientes de "e-colaboración"
Empresas de reciente creación ofrecen, por ejemplo, soluciones bajo el modelo de aplicaciones distribuidas (ASP, Application Service Provider). En esta modalidad, el usuario, es decir el convertidor, no necesita una infraestructura especializada propia (como en el caso del EDI), sino que el servicio se renta, usualmente pagando una suscripción y una tarifa por el empleo de los programas. La interfaz con sus clientes es el programa de navegación por Internet y, por seguridad y control, se accede a los servicios mediante un código de identidad y una contraseña. Este tipo de servicio disminuye la inversión en equipo y programas facilitando, a la vez, el acceso a soluciones de comercio electrónico de última tecnología.
La compañía Collabria posee una solución denominada Intelligent Print Workplace, uno de cuyos módulos, WebDocket, permite que los datos del proyecto gráfico sean conocidos por los agentes del proceso de producción, desde la fase de diseño y preprensa hasta la producción y distribución de la pieza gráfica, lo cual elimina redundancias y fallas de información. El creador intercambia información desde el inicio de su trabajo con el impresor, para asegurarse de la factibilidad técnica del producto y de su costo, factores decisivos en la producción de empaques, que requiere la temprana aprobación de las características formales y estructurales del producto. En todo momento el sistema mantiene informadas a las partes sobre cambios en el proyecto. Y en el siguiente paso, los documentos digitales que recibe el convertidor al generarse el pedido son compatibles con sus flujos de producción.
Otra firma, Impresse, lanzó recientemente la versión 6.0 de sus herramientas para obtener estimaciones de costos y para crear y fabricar productos relativamente complejos. Impresse ha desarrollado esfuerzos en el área de las interfaces abiertas, contribuyendo a la aplicación de un formato común para la descripción de las especificaciones de los productos gráficos, denominado PrintTalk. Este tipo de iniciativa favorece la interoperabilidad de la solución de comercio electrónico entre empresas, al asegurar la transmisión de datos a través de las redes internas de administración y producción de cada una.
A las soluciones que provee la empresa printCafe, se puede acceder a través de un sólo punto en Internet o pueden también ser instaladas en servidores privados de sus clientes. printCafe ha puesto énfasis en la integración entre el sistema de administración y control de la producción y las soluciones de comercio electrónico adecuadas al número y naturaleza de las transacciones.
Soluciones como las mencionadas, están expandiendo la cadena de valor de la conversión incluyendo áreas más allá de los procesos tradicionales, permitiendo proveer una variedad de nuevos servicios y reducir el costo de las transacciones.
Beneficios para convertidores y sus clientes
Para el cliente de la industria convertidora los beneficios son claros: simplifica el proceso de obtener estimaciones de costos y colocar pedidos con proveedores confiables, disminuye el tiempo y el valor de estos procesos administrativos, reduce la inversión en procesos de preproducción y garantiza el control de los proyectos a través de una sola aplicación, que le mantiene interconectado con sus proveedores.
Para el convertidor las ventajas son también notables: reduce los pasos necesarios para obtener un pedido e iniciar su producción, brinda soporte al cliente a través de un portal privado de comercio electrónico, mejora el manejo de la producción en todas sus fases, incluyendo la provisión de materias primas e insumos, y mejora la calidad de la información que se comparte con el cliente.
Se calcula que menos de 5% de las ventas de la industria de la conversión y de la industria gráfica, se realiza actualmente bajo alguna forma de comercio electrónico. Sin embargo, es claro que Internet ha llegado a ser un medio de comunicación eficaz y que se convertirá en una herramienta de negocios permanente.