Productos con identidad digital: etiquetas inteligentes y su impacto en el negocio 

En la era digital en la que vivimos, la interconectividad y la eficiencia operativa se han convertido en una necesidad para diferentes empresas y dueños de marca. Digitalizar los productos físicos, a través de su etiqueta, se presenta como una oportunidad, no solo para mejorar la experiencia de usuario, sino para obtener información valiosa para la cadena. Conozca cómo digitalizar su producto y qué beneficios podría traerle a su negocio.

---

En un mercado vertiginoso y saturado por la cantidad de envases disponibles en las góndolas, marcar la diferencia frente al usuario es una de las principales claves para sobresalir. A medida que el mundo se vuelve cada vez más dependiente de la tecnología para las operaciones diarias, la demanda de alternativas más llamativas y que ofrezcan ventajas operativas seguirá creciendo.

La experiencia del consumidor y su interacción con el envase, se han convertido en un pilar fundamental para el éxito de cualquier negocio. La personalización y la creatividad son ahora expectativas estándar para los usuarios, quienes buscan y exigen empaques que no solo satisfagan sus necesidades, sino que también ofrezcan un valor añadido significativo.

Lo anterior ha llevado a las empresas a implementar soluciones que agilizan los procesos y elevan el nivel de la experiencia del usuario, desde el punto de venta hasta el servicio postventa, configurando un panorama donde la satisfacción del cliente es tanto un objetivo como una métrica de desempeño crítica.

---

Lea también: ABC de las etiquetas inteligentes

---

Para Jorge Uribe, gerente de unidad de negocio en Avery Dennison, teniendo en cuenta cómo se está desenvolviendo el mercado, en un futuro no lejano, cada producto físico va a tener una identidad digital. Esto tiene un punto de interacción que se logra a través de los empaques conectados, y una forma de digitalizar los productos físicos es a través de las etiquetas NFC (Near Field Communication).

Esta tecnología consiste en un chip incorporado en la etiqueta. Incluye dos antenas compuestas en su mayoría por fibras de aluminio que se ubican de una manera particular para que puedan manejar varias frecuencias y comunicarse con los distintos dispositivos que sirven de lectores.

Cómo digitalizar un envase con tecnología NFC

Aunque el avance de este tipo de desarrollos es sorprendente, Uribe asegura que este es un mercado que todavía está en evolución. Por ende, involucra a múltiples actores para lograr integrar esta tecnología en las etiquetas.

A este tipo de etiquetas inteligentes se denominan inlay, que en otras palabras es una etiqueta con antenas y chips. Los inlay pueden tener diferentes formas según sus aplicaciones. Al ya tener el inlay, lo segundo que se requiere es un convertidor que integre ese inlay en una etiqueta o en alguna forma de, digamos, adherirlo al producto.

Lo siguiente que se necesita es desarrollo de software. En este aspecto es importante la colaboración con diferentes plataformas de empresas desarrolladoras de software, a través de soluciones que, mediante la interacción con la etiqueta, posibilite trabajar con los sistemas de bases de datos de las marcas.

Al acercar un celular que permita escanear la tecnología NFC, el usuario podrá interactuar con la plataforma que la marca quiera establecer, de acuerdo a cada producto. “No se necesita un equipo especial, sino que a través de su celular, un producto puede interactuar con el consumidor. Al ya tener el producto en digital, lo puedo personalizar, lo puedo hacer una experiencia individual para cada consumidor o puedo modificar constantemente esta experiencia. Como una botella que tiene una identidad digital, la conecto con soluciones en la nube y soluciones interactivas de la marca”, asegura Jorge Uribe.

---

Le puede interesar: Guía sobre etiquetas RFID: desde su funcionamiento hasta sus aplicaciones

---

Una de las principales ventajas, aparte de la posibilidad de ofrecer experiencias únicas al cliente final, está relacionada con el hecho de que la tecnología NFC permite otorgar una identificación única al producto mediante un número serial, valor que lo diferencia de un código de barras.

Esta identificación puede ser protegida mediante diferentes métodos, siendo las contraseñas uno de los más usados, factor que le añade un grado de seguridad a este tipo de etiquetas. Esto implica que estas etiquetas sean difíciles de rastrear o falsificar, presentando una oportunidad de interés para envases de segmentos como farmacéutico o de alimentos y bebidas en sectores específicos como el de licores.

“Hay algunas de estas etiquetas que, cuando abro el producto, rompo la antena y al romper la antena, la etiqueta ya no lee o escanea como cuando no está rota, brindando más información sobre la seguridad de un envase o producto”, destacó Uribe.

Otro beneficio que brindan las etiquetas inteligentes es que permite optimizar la trazabilidad de toda la cadena. Este tipo de soluciones, que incluyen también tecnología RFID, o identificación por radio frecuencia, abren un mundo de oportunidades para empresas que requieren una trazabilidad desde el origen, o, como se conoce, de cuna a la cuna, tendencia cada día mayor por regulaciones y legislaciones.

En el horizonte se presentan muchos caminos, sin embargo, tecnologías como el Internet de las cosas, la toma de datos integrados en la nube y la interacción con NFC y RFID, serán vectores que continuarán marcando el crecimiento y la innovación en este segmento.

¿Se pueden complementar las tecnologías NFC y RFID?

Sí, se pueden complementar. Según el ejecutivo de Avery Dennison, la tecnología NFC está evolucionando en su mayoría con un enfoque hacia la experiencia del consumidor. La facilidad que la interacción se pueda dar a través de un celular, es lo que precisamente permite que las etiquetas NFC sean más llamativas para este tipo de aplicación.

Por otro lado, en aplicaciones que requieran de lecturabilidad en distancia o de mayor velocidad, es necesaria una etiqueta más robusta y unos lectores de mayor potencia como los que se utilizan en las etiquetas con tecnología RFID. Estas se pueden utilizar en soluciones más industriales, como de logística, en las que se seguirá utilizando RFID con sus propios lectores. Por ende, NFC Y RFID, así como sus propias infraestructuras de antenas son complementarios, una tecnología no reemplaza la otra.

---

Entérese de: Nueva película de envasado para alimentos frescos totalmente reciclable

---

Impacto de las etiquetas inteligentes en el mercado

El tamaño del mercado de etiquetas inteligentes se estima en 15,67 mil millones de dólares en 2024 y se espera que alcance los 33,40 mil millones de dólares en 2029, creciendo a una tasa compuesta anual del 16,34% durante el período previsto (2024-2029), según cifras de la firma Mordor Intelligence.

El suministro de información sobre el producto, el análisis de los patrones de compra de los consumidores a los que se puede acceder a partir de los datos recopilados por estas etiquetas, y otros factores como la reducción de costos en la cadena de suministro, para estar más cerca del nivel más cercano de eficiencia, por parte de los fabricantes, han sido elementos críticos que han aumentado la demanda e impulsado la adopción proactiva de estas soluciones para obtener la ventaja en los diferentes segmentos de mercado.

Mordor Intelligence también resalta que, al incorporar la tecnología RFID al comercio electrónico, es posible evitar errores como que el stock disponible no coincida con el real, lo que se traduce en una pérdida de ventas y de confianza del cliente, problemas con los envíos de los clientes y problemas con un stock que no se integra.

En cuanto a las etiquetas NFC, otra de sus aplicaciones destacadas son los sistemas de etiquetado electrónico de estanterías (ESL). Los minoristas pueden cambiar los precios y la información de los productos en tiempo real utilizando un dispositivo móvil o una PC con tecnología NFC integrada en estas etiquetas de precios digitales. Esto ahorra tiempo y recursos y al mismo tiempo reduce la posibilidad de errores en los precios.