Presentan nueva laminadora en Querétaro para empaque y etiquetado

Como parte de su expansión estratégica en el mercado mexicano, la empresa dedicada a la fabricación de adhesivos y materiales de empaque Avery Dennison, con sede en California, Estados Unidos, instaló una nueva laminadora acrí­lica en su planta de la ciudad de Querétaro, México.

Según lo expresado por ejecutivos de la empresa, esto representa la inversión más grande que la empresa ha realizado en México en 20 años y les permitirá satisfacer en su totalidad las necesidades de sus clientes en el paí­s, además de que les facilitará extender, desde ese punto, exportaciones a paí­ses clave en América Central y la región norte de Sudamérica.

La nueva laminadora se suma a una serie de inversiones que Avery ha realizado recientemente, como una cortadora en Nuevo León y un centro de distribución en la capital de Jalisco.

En entrevista con El Empaque + Conversión, Carlos López, gerente de planta en Querétaro, explicó que las operaciones en México les permiten llegar a todos sus clientes convertidores en el paí­s. “Desde una etiqueta para un producto de consumo hasta códigos de barra y RFID. Nosotros decimos que no vendemos autoadhesivos, sino confianza y certeza de imagen y garantí­a de la aplicación”.

La nueva laminadora prevé mejorar los tiempos de entrega y la gestión misma de los inventarios, lo que también repercutirí­a de manera positiva en el servicio y valor para los clientes de Avery.

Federico Partida, lí­der de producto de LGM, explicó que la laminadora servirá para proveer opciones tanto en papel como para pelí­culas rí­gidas y semi rí­gidas. “Aquí­ en la planta fabricamos productos autoadhesivos para todos los segmentos. Tenemos papeles y pelí­culas plásticas, que es básicamente lo que se maneja en el mercado”.

El ingeniero, con más de 20 años en la empresa, agrega que entre los valores esenciales destaca la capacidad de realizar pruebas e investigación y desarrollo en Querétaro, pues es posible con esto responder a nuevas necesidades y demanadas de productos de sus clientes.

En este sentido, López, quien desde hace casi un año está a cargo de la planta inaugurada en el año 2000, señala que en los laboratorios se hacen validaciones en función de la aplicación y de aspectos de los materiales, como capacidades de impresión, caracterí­sticas de adhesión y superficiales, entre muchos otras.

La empresa estadounidense, que arrancó la nueva laminadora después de alrededor de 11 meses de instalación, tendrá sin duda una atención cercana para sus clientes, entre ellos unos 1.400 dedicados a la flexografí­a. Pero lo más importante, según coincidieron los entrevistados, la expectativa de crecimiento que Avery ve en el mercado mexicano y la región andina.