Klabin: 25 años sembrando sostenibilidad en la producción de papel en Brasil

Cuando a finales del año pasado Jose Totti, director de la Unidad de Negocios Forestales de Klabin, agradecía cinco reconocimientos recibidos por la gestión social y ambiental de la compañía, en dos frases resumía la trayectoria que la empresa ha seguido en el campo de la sostenibilidad y la responsabilidad social: "Estas distinciones son un tributo a las prácticas históricas y cotidianas que realizamos. En Klabin combinamos siempre nuestras actividades productivas con la preservación ambiental y el compromiso con el mercado".

La empresa, que fundara en 1899 la familia Klabin-Lafer al arrendar la planta de Papel Paulista en Vila do Salto de Itu, se ha convertido hoy en una organización con 17 unidades industriales distribuidas en ocho estados de Brasil, y una más en Argentina. Además de sus actividades como productora, exportadora y recicladora de papel, la compañía es líder en los mercados de papeles y cartones para empaques, empaques de papel corrugado y sacos industriales, áreas que complementa con la comercialización de maderas y troncos.

Precursora en la producción de papeles en Brasil, Klabin es igualmente pionera en la implementación de prácticas de desarrollo sostenible, con una clara política corporativa fundada en las áreas económica, social y ambiental. Desde 1984, con la creación del Eco-Parque Samuel Klabin en Monte Alegre hasta el día de hoy, con la aceptación de las más acreditadas distinciones por su permanente atención al medio ambiente y la responsabilidad social empresarial, Klabin ha recorrido y fortalecido una actuación que la distingue claramente dentro de la industria papelera brasileña y del mundo.

Klabin, en la cadena de los empaques sostenibles
Con un concepto integral de sostenibilidad, Klabin trabaja de la mano con fabricantes de productos de consumo, impresores y convertidores en la elaboración de empaques bajo parámetros sustentables. El trabajo en asocio con los demás partícipes en la cadena de producción comprende enfoques y estrategias innovadoras. En la unidad de Piracicaba, la empresa se ha asociado con las firmas Tetra Pak, TSL Ambiental y Alcoa para la instalación de una planta de reciclaje de cartones para bebidas, donde se utiliza una avanzada tecnología de plasma para la separación del aluminio y el plástico.

Klabin ha establecido igualmente una sociedad con las empresas gráficas Ibratec, Brasilgráfica y Gráfica Romiti para que Sadia, uno de los principales productores de alimentos congelados en el mundo, utilice en algunas de sus líneas de productos empaques de cartón y de papel corrugado con certificación del Consejo de Administración Forestal (FSC). Uno de los requisitos exigidos para que los empaques puedan comercializarse con el sello del FSC es que todas las empresas que participen en su producción cumplan con las evaluaciones de los patrones de desempeños ambiental, social y económico establecidos por el Consejo. "Para obtener la certificación FSC tuvimos que cumplir requisitos de rastreabilidad, es decir, contar con un registro desde la llegada del cartón al taller hasta su salida transformado en un empaque o un impreso", le dijo a Conversión Célio Coelho, gerente de mercadeo de la empresa convertidora de cajas plegadizas, corrugadas y etiquetas Brasilgráfica. "Para nosotros representa mucho ser parte de una cadena de producción, ambientalmente correcta y socialmente justa, porque estamos comprometidos con el medio ambiente y el sello es una comprobación de este compromiso".

La atención que los productores de bienes de consumo están prestando a la sostenibilidad, ha dado lugar a la elección de materias primas amigables con el medio ambiente, en una relación directa con los convertidores e impresores. Hershey’s, por ejemplo, decidió recientemente elegir la cartulina Klafold de Klabin para todos los exhibidores de su línea de chocolates Special Dark. Este sustrato certificado por el FSC permite, además del cumplimiento de las exigencias ambientales, un excelente acabado y altas propiedades de calidad de impresión. Igualmente, los empaques y materiales impresos con Klafold cuentan con la certificación del instituto alemán ISEGA para el contacto directo con alimentos. "La impresión con Klafold no ha representado ninguna dificultad técnica para nosotros", nos cuenta Célio Coelho. "Además, antes incluso de tener nuestra certificación, Brasilgráfica compraba cartones de empresas que respetan el medio ambiente y que tienen garantía de reforestación".

El empleo de materias primas amigables con el medio ambiente y, en un sentido más amplio, la adopción de prácticas sostenibles y socialmente responsables, son tendencias que se imponen cada día más hoy en los mercados de empaques. Los directores de Klabin son concientes de esta realidad, y así lo expresa con convencimiento Miguel Sampol, director general de la papelera: "La sociedad con productores como Sadia y las empresas gráficas certificadas confirma nuestro compromiso con la sostenibilidad, ya que los empaques provienen de un proceso socialmente justo, ambientalmente correcto y económicamente viable".

Creciendo para el futuro
La evolución que el concepto de responsabilidad corporativa ha tenido en los últimos años ha situado el desempeño económico en un papel preponderante dentro del desarrollo sostenible. En otras palabras, los buenos resultados financieros son requisitos para que una empresa satisfaga necesidades de la población, produzca riqueza y bienestar, genere empleo y educación, y realice las contribuciones financieras con las que las industrias respaldan el crecimiento de los países. Es por eso que la capacidad instalada de dos millones de toneladas de papel al año e ingresos cercanos a los 3 billones de reales en 2007 garantizan la presencia de Klabin en el mercado papelero, la expansión de sus actividades de comercialización, exportación y reciclaje, y la continuación de sus principios corporativos de responsabilidad social.

La conformación del portafolio de negocios de la empresa en 2007 se distribuyó en 45% para empaques de papel (corrugados y sacos industriales), 44% para papeles de empaque (kraft y cartones recubiertos) y 8% para los productos forestales y la venta de madera. La solidez de Klabin ubica a la empresa entre los grandes actores de la industria papelera mundial y un protagonista destacado en el escenario de la economía brasileña.

Perspectiva verde
Por la naturaleza de sus actividades, Klabin presta especial atención al manejo de los recursos forestales y de las plantaciones en las que se provee de las materias primas para la fabricación de sus productos. Integrando zonas plantadas con áreas de especies nativas preservadas, los bosques de la empresa en el estado de Paraná superan en tamaño al área del Parque Nacional de Iguazú. La totalidad de las plantaciones de Klabin están certificadas por el Consejo de Administración Forestal (FSC), que les ha otorgado el sello que reconoce su manejo responsable en cuanto a los aspectos socioambientales. Esta gestión le ha valido así mismo el reconocimiento de la organización mundial Rainforest Alliance como una empresa creadora de tendencias de desarrollo sostenible.

La proyección ambiental de Klabin se extiende igualmente a una esfera global, con iniciativas como hacer parte del Chicago Climate Exchange en el proyecto de venta de créditos de carbono y por su compromiso voluntario de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, suscrito a mediados de 2005.

En el ámbito específico de sus actividades industriales, la visión a futuro de la papelera comprende el fomento forestal mediante diversos proyectos y programas. En un trabajo conjunto con las comunidades rurales, las iniciativas en este campo incluyen la creación de bosques en áreas ociosas y marginales del campo, incorporándolas a sus procesos productivos. En este empeño, la compañía pone a disposición de los pequeños y medianos productores rurales las herramientas y la tecnología necesarias para el desarrollo de este tipo de plantaciones. Los resultados de este programa permiten apreciar su alcance e impacto: 140 millones de plántulas distribuidas, 79.500 hectáreas de bosques fomentadas, 15.500 pequeños productores rurales beneficiados, en 75 localidades de Paraná, Santa Catarina y São Paulo.

Igualmente, en un programa denominado Matas Legais, adelantado con la Asociación de Preservación del Medio Ambiente, se preservan y recuperan los bosques nativos, buscando mejorar la calidad de vida de la población y fomentar el desarrollo forestal. Por medio de seminarios, visitas técnicas y la planeación del manejo de las propiedades, este programa ha permitido el registro de 232 productores y la entrega de 114.000 plántulas de especies nativas, en acciones que se acompañan de medidas de concientización ambiental y de la difusión de cartillas y folletos.

Con la gente y para la gente
Un foco permanente en el recurso humano y las comunidades distingue a Klabin como una empresa líder en el campo de la responsabilidad social. El énfasis en el mejoramiento de las condiciones de vida de sus empleados mediante acciones preventivas y educativas ha llevado a la empresa a crear una cultura de solidaridad y auto-gestión que se extendido a lo largo de sus más de 13.000 colaboradores directos e indirectos. El programa Terra Viva, por ejemplo, ha permitido organizar la acción voluntaria de sus empleados para ofrecer sus servicios en ocho municipios, atendiendo a centenares de personas en iniciativas de carácter social y comunitario.

La compañía cuenta con la certificación de la norma internacional de responsabilidad social SA8000, que garantiza que en sus actividades no se emplee el trabajo infantil, se excluya la discriminación, y se cumplan la legislación laboral y los derechos de asociación de los trabajadores.

Un principio fundamental de la relación de Klabin con las comunidades es la certidumbre de la empresa sobre la capacidad que sus miembros tienen para hallar soluciones innovadoras y trazar el mejor camino para su desarrollo de una manera participativa y transparente. Con esta directriz, la empresa ha creado un Comité de la Comunidad conformado por representantes de los sectores ejecutivo, legislativo, judicial, líderes sociales, empresariales y religiosos, y representantes de Klabin, que ayuda a la empresa a definir la inversión en proyectos sociales.

El apoyo a la juventud se enmarca también es estos principios con programas orientados a consolidar en los jóvenes valores y habilidades para el trabajo comunitario y la generación de ingresos y empresas. Adicionalmente, el trabajo social comprende la educación ambiental, que en casi ocho años desde su implementación ha logrado extender a cerca de 2.500 maestros y 170 mil estudiantes conceptos ecológicos tendientes a formar ciudadanos críticos y concientes de su responsabilidad con la conservación del medio ambiente.

La atención en salud está representada en Klabin por un proyecto único en el mundo y certificado por el FSC: un programa de fitoterapia que beneficia hoy a más de 15 mil personas con el empleo de plantas medicinales para la atención de gripas y resfriados, heridas y lesiones de la piel, dispepsias, diarrea e hipertensión arterial leve. Como parte de esta innovadora iniciativa, se ha conformado un inventario de 240 especies con un alto potencial medicinal.