El 79 % de los consumidores ya interactúa con productos mediante códigos QR

El uso estratégico de envases inteligentes y códigos QR abre nuevas oportunidades para conectar con consumidores y aumentar ventas hasta en un 20%.

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El embalaje conectado se está posicionando como una de las herramientas más eficaces para las marcas que buscan modernizar su relación con los consumidores. Esta tecnología, basada principalmente en la integración de códigos QR en los productos, está redefiniendo cómo se comunican las empresas con su audiencia. La promesa de incrementar las ventas hasta en un 20% ha capturado la atención del sector, que ahora ve en los envases inteligentes una plataforma multifuncional con alto potencial de retorno.

De acuerdo con datos de Towards Packaging, el mercado global de embalajes inteligentes podría alcanzar un valor de 68.990 millones de dólares para 2032, una proyección que refleja el creciente interés de la industria por incorporar tecnología digital en sus estrategias. Esta tendencia no es fortuita: el cambio de comportamiento del consumidor, especialmente tras la pandemia, ha motivado a las marcas a invertir en soluciones que combinan funcionalidad y personalización.

Uno de los factores más relevantes en la adopción de esta tecnología ha sido la popularización de los códigos QR. Aunque existen desde 1994, su uso se disparó durante la pandemia, hasta el punto de que, según un informe de 2021, el 79 % de los consumidores ya había interactuado con un producto a través de un escaneo QR. Esta estadística no solo confirma la aceptación del público, sino que también valida su eficacia como canal directo de comunicación.

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Beneficios funcionales del embalaje conectado

Los beneficios del embalaje conectado van mucho más allá de la estética o la información básica del producto. Las marcas están aprovechando estas interfaces para ofrecer experiencias diferenciadas, como el escaneo para pagar, una función que optimiza el proceso de compra y reduce la fricción en la decisión del consumidor. Al eliminar pasos innecesarios, se agiliza la conversión y se mejora la experiencia de compra en general.

En términos estratégicos, los envases conectados permiten a las empresas destacar ofreciendo información transparente y valiosa. Desde el origen de los ingredientes hasta datos sobre sostenibilidad, el consumidor recibe contenidos que fortalecen su confianza hacia la marca. Esta capa adicional de información convierte al embalaje en una fuente educativa y no solo en un contenedor visualmente atractivo.

Otro de los ejes fundamentales del embalaje inteligente es su capacidad para generar contenido personalizado. Incluir recetas, instrucciones de uso o consejos relacionados con el producto convierte a estos envases en una extensión de la experiencia postventa. Esta práctica no solo mejora la relación del cliente con la marca, sino que también estimula la recompra al ofrecer valor práctico y relevante.

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Campañas promocionales embebidas directamente en el producto

Las funciones promocionales integradas en el embalaje conectado son igualmente poderosas. Campañas digitales embebidas directamente en el producto permiten a las marcas lanzar promociones segmentadas y, a la vez, recolectar datos propios sobre sus clientes. Esta información resulta esencial para diseñar futuras campañas más efectivas y optimizar la inversión en marketing.

Según Paul Simonet, fundador de Experience is Everything, el éxito de una estrategia de embalaje conectado no depende únicamente de su implementación técnica. También es crucial entender cómo adaptar la experiencia según cada tipo de consumidor y producto. Esto implica diseñar recorridos diferenciados, ajustados a las expectativas del público objetivo, garantizando que la tecnología esté al servicio de una experiencia significativa y funcional.