Así va la lucha contra el plástico en Colombia

Con la reciente aprobación de la Ley 2232 de 2022, se evidencia una mejora en las prácticas industriales del país. No obstante, el compromiso debe ser mayor. 

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El mundo se ha volcado a luchar contra los efectos del cambio climático, derivado de diversas prácticas industriales a gran  escala que han crecido desde inicios del siglo XX. La reducción de emisión de gases de efecto invernadero, la gestión responsable de desechos industriales y el tratamiento de aguas residuales han sido gran parte de los esfuerzos para mitigar los efectos del calentamiento global.

Sin embargo, uno de los elementos que más problemas ha causado es el plástico, debido a que se trata de un agente contaminante de difícil tratamiento. Incluso, aunque se tratara por programas de reciclaje eficientes, la degradación de este material resulta en microplásticos difíciles de detectar y altamente dañinos para los humanos y animales. 

Colombia, según el representante a la Cámara de ese país Juan Carlos Lozada, aporta menos del 1% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se debe a su lenta industrialización, que en comparación con países con industrias robustas, su producción es relativamente baja. Sobre todo porque los sectores que contaminan más son el energético y el agropecuario, lo que resulta en una generalizada subestimación de los aportes de la industria del plástico, que es particularmente fuerte en el país. 

"El 99 por ciento de los plásticos provienen de combustibles fósiles. En los procesos de extracción de los materiales, así como la elaboración y posterior desecho de estos productos, se emiten una gran cantidad de emisiones.", dice el representante Lozada en un artículo para la Revista Semana. Por estas razones, se debe apuntar para realizar esfuerzos más fuertes en el camino a reducir la producción de plástico a límites óptimos.

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Colombia cuenta con la Ley 2232 de 2022, que dicta la reducción gradual de los plásticos de un solo uso, una de las más adelantadas en la región para esta problemática. No obstante, resulta como apenas uno paso de los necesarios para hacer de esta lucha efectiva. Para el año 2030, el gobierno colombiano se comprometió a reducir en un 51 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que se necesita algo más para alcanzar dicha meta. 

El representante Lozada recalca que en la Ley 2232 se había eliminado la contemplación de frenar la producción de plásticos de un solo uso, que no se alínea con el primer tratado internacional para frenar la contaminación por plásticos que se impulsa desde la comunidad internacional para 2024, extendiendo el compromiso y las responsabilidades del país a acciones más severas contra estas prácticas contaminantes. Se espera que con gobiernos progresistas, esta agenda pueda avanzar para alcanzar las metas nacionales, y mundiales, de reducción en contaminación.