Sistema de llenado para PET

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Cuando los representantes de la empresa hondureña Corinsa visitaron las instalaciones de Krones, presentaron especificaciones muy claras: "Buscamos máxima flexibilidad con una llenadora que embotelle tanto bebidas delicadas en caliente, como refrescos gaseosos (CSD) en frío. ¿Esto es factible?". Sí lo es, y la prueba de ello funciona hoy en San Pedro Sula, al norte de Honduras, en Corinsa, el concesionario exclusivo de PepsiCo en ese país centroamericano. En estrecha cooperación con Krones, la empresa familiar se atrevió a instalar la primera llenadora de este tipo, de la serie constructiva VODM-PET, y se ha mostrado satisfecha desde el punto de vista técnico y económico. Así lo confirman, de manera unánime, el gerente general Roberto C. Larach y el propietario Jorge J. Larach: "Fue una decisión acertada".

Toda la producción hondureña de productos PepsiCo se concentra en la planta San Pedro Sula. Con una participación de 52 por ciento en el país con bandera azul y blanca, PepsiCo es líder del mercado de bebidas gaseosas en Honduras.

Líder del mercado con marca de agua propia
San Pedro Sula es la ciudad más grande del norte de Honduras, ubicada a unos 40 kilómetros de las playas del Caribe. Es la capital industrial del país centroamericano y un centro de comercio importante con cerca de un millón de habitantes.

En esta ciudad tiene su sede principal Corinsa, una empresa privada familiar con una facturación de 200 millones de dólares, aproximadamente, y 2.500 empleados. Corinsa se ha especializado exclusivamente en la producción y venta de bebidas sin alcohol, y por más de 53 años se ha dedicado al negocio de los refrescos gaseosos, abasteciendo todo el país. Para ello, cuenta con 550 camiones, de los cuales 70 por ciento son propios, y con 12 centros de distribución.

En la producción en la planta San Pedro Sula trabajan alrededor de 250 empleados, los cuales operan las líneas, a dos turnos, siete días de la semana. En dos plantas de producción menores, en la capital Tegucigalpa y en San Pedro Sula, Corinsa embotella su marca de agua propia Aguazul en botellas PET desde 12 onzas hasta 1,5 litros, en bolsas de medio litro, que cuestan 10 centavos de dólar, y en botellones PET de cinco galones. En este último segmento, Aquafina es el líder del mercado en Honduras.

Corinsa embotella también un amplio surtido de productos en su planta principal de San Pedro Sula, sobre todo el surtido clásico de refrescos gaseosos de Pepsi Cola, incluyendo Pepsi, 7 Up, Teem y Mirinda, en envases PET desde 0,5 litros hasta tres litros, así como en botellas retornables de vidrio de 0,5 litros, un litro y 12 onzas. "Pero al igual que en el resto del mundo, el porcentaje de vidrio disminuye (...) Actualmente, el vidrio equivale a un tercio de nuestro volumen de ventas", explica Roberto Larach.

Fuerte diversificación en bebidas modernas
Hasta 1985, el embotellado en Corinsa era bastante consistente. La planta producía exclusivamente Pepsi Cola y Teem en dos tamaños de envases. Mirinda fue el primer producto que ingresó para cambiar esta tradición, como parte de una estrategia de diversificación, y actualmente es el líder del mercado en el segmento de bebidas de naranja. En 1991, Corinsa desarrolló su propia marca de agua, Aguazul, que hoy se ubica a la cabeza del mercado de aguas en Honduras. En 2000 también fue lanzada la marca local Quanty, una bebida refrescante aromatizada de zumo de frutas en botellas HDPE.

Sin embargo, las diversificaciones más importantes tuvieron lugar en los últimos tres a cinco años. Por ejemplo, hasta 2007 la marca Gatorade, de Quaker Oats, se importada de Estados Unidos; hoy en día, 35.000 cajas unitarias (24 unidades de 0,5 litros) salen mensualmente de la planta. Lo mismo sucede con la marca Lipton, de Unilever. En la actualidad, Corinsa produce alrededor de 110.000 cajas unitarias, al mes, de los cuatro sabores del té helado, que es además el único té listo para beber en el mercado hondureño. Próximamente, Lipton Ice estará disponible en envase de 1,5 litros.

Desde 2007, la empresa embotella el agua aromatizada "Be-Light", en cuatro sabores, y la marca propia "Link", un refresco gaseoso de coco, mandarina, toronja y la popular fruta-champaña. La bebida energética SoBe Adrenaline Push en lata es el único producto importado por Corinsa de Estados Unidos, debido a que la planta no posee una embotelladora de latas. Aún así, la empresa embotella la bebida funcional SoBe Energy, en envases de PET.

"20.000 cajas unitarias de SoBe por mes es una cantidad muy alta para un país estructuralmente débil como Honduras", concluye Roberto Larach. En la primavera de 2009, Corinsa lanzó la nueva marca propia "Enjoy", una bebida con bajo contenido de zumo de frutas.

Primera llenadora combinada para Hotfill/refrescos gaseosos
El amplio surtido de bebidas de Corinsa ha sido posible gracias a un aumento consecuente de las capacidades de embotellado. En la planta San Pedro Sula operan cinco líneas: Una para botellas de vidrio retornables, de más de 20 años de funcionamiento; otra de un fabricante americano para el embotellado de envases HDPE, y tres líneas nuevas, de Krones. La capacidad instalada total de Corinsa asciende a 4.000 cajas unitarias por hora. En el 2000, la empresa adquirió por primera vez una línea de Krones para el embotellado exclusivo de refrescos gaseosos en PET. "Antes de tomar la decisión a favor de Krones viajamos mucho y visitamos muchas líneas. Era la mejor solución según nuestro análisis del mercado", afirma Roberto Larach.

En 2007, la compañía adjudicó el pedido para una llenadora combinada para Hotfill y refrescos gaseosos. Así lo explica Jorge Larach: "Era la primera vez que se construía esta combinación. Simplemente queríamos ser flexibles y dejar de correr detrás del mercado, como por ejemplo con el continuo aumento de los tamaños de envases de 1,25 litros hasta finalmente tres litros en los últimos años, lo cual exigía siempre inversiones nuevas en la técnica. Claramente, esta mayor diversidad, en cuanto a posibilidades de procesamiento, significa una inversión inicial más cara que con una llenadora normal. Aceptamos los 90 minutos de tiempo de cambio de formato Hotfill a refrescos gaseosos, así como el riesgo ante nuestros concedentes de las licencias, pero al final el resultado fue muy positivo. La alternativa aún más costosa hubiese sido dos llenadoras. La cooperación con Krones fue muy exitosa".

Temperaturas de llenado, desde cuatro hasta 91 grados centígrados
El jefe de producción de Corinsa, Guillermo Palou, explica las diferencias en los sistemas de llenado: "El llenado en caliente requiere una circulación del producto para mantener la temperatura, aspecto que se debe tener en cuenta en caso de parada de la llenadora. El llenado de refrescos gaseosos requiere una contrapresión en los envases, cosa que no ocurre con el sistema Hotfill. La construcción de las válvulas es diferente en los dos sistemas, porque para ciertas bebidas Hotfill no es suficiente el acero inoxidable normal. Además, para los refrescos gaseosos usamos tapas de 28 mm y para las bebidas Hotfill, de 38 mm".

Todo lo anterior es posible manejarlo con una misma llenadora. Las temperaturas de llenado oscilan entre cuatro y 18 grados centígrados para los refrescos gaseosos. En cuanto al llenado en caliente, las tasas varían entre temperatura ambiente para el agua sin gas, 42 grados para la bebida Quanti, y pueden alcanzar un máximo de 91 grados centígrados, dependiendo de las necesidades de llenado.

"Dependiendo del rendimiento requerido de la llenadora, en el caso de refrescos gaseosos podemos aumentar la velocidad en diez por ciento, hasta 26.000 envases por hora, si disminuimos la temperatura a cuatro grados centígrados", agrega Palou.

Corinsa aprovecha actualmente la llenadora en dos tercios para Hotfill y en un tercio para refrescos gaseosos. Los dos procesos se adelantan con los mismos operadores, quienes recibieron cursos de formación intensivos. Por ejemplo, fueron capacitados para concoer el pasteurizador VarioFlash de Krones, una tecnología nueva para ellos. "El reto radicaba en que no teníamos ninguna experiencia con el sistema Hotfill y que ahora no sólo embotellamos con él marcas propias, sino también Lipton, de Unilever, y Gatorade, de Quaker Oats (…) La puesta en servicio funcionó a la perfección y logramos desvirtuar el escepticismo inicial de nuestros socios comerciales", agrega Jorge Larach.

Producción PET en línea
La enjuagadora/llenadora Variojet/Volumetic VODM-PET está encapsulada con la taponadora doble, y fue instalada en una sala separada. El pasteurizador flash VarioFlash también dispone de una cámara separada. La tercera porción de la nave alberga la parte seca con un enfriador, una etiquetadora Contiroll HS con dispositivo de control Checkmat, una embaladora Variopac FS y un robot de paletización Robogrip.

Un transportador aéreo AirCo alimenta los envases PET, que provienen de otra sección de la planta, alquilada por Amcor, el fabricante de estos envases. En ella trabajan tres estiradoras-sopladoras Contiform, de Krones, dos Contiform S8 y, desde mayo de 2008, una Contiform S12. Los envases Hotfill provienen de otra planta de Amcor.

Jorge Larach explica: "Hasta hace cinco años comprábamos todas las botellas externamente. Con la creciente demanda por PET, analizamos el retorno de la inversión de una producción propia. Sin embargo, la oferta de Amcor de una producción inside/inline nos convenció de que era mejor dedicarnos a nuestro núcleo del negocio".

Gran demanda por envases grandes
En el otoño de 2008, Corinsa puso en servicio la tercera línea de Krones, una línea PET para 25.000 envases por hora con una llenadora Mecafill. Esta inversión se debió a la fuerte demanda por envases PET de tres litros. "De este tamaño necesitamos cada día 10.000 cajas unitarias y la esta línea las produce. Los envases de tres litros y de 1,25 litros son los de mayor venta. Esto se debe naturalmente a la situación económica de Honduras", agrega Roberto Larach.

Sin embargo, el consumo per cápita de refrescos gaseosos en ese país es uno de los más altos de América Latina. Con 525 unidades de ocho onzas per cápita, dicho consumo es el doble del registrado en el país vecino Guatemala. "Seguramente, una de las razones es el clima cálido, pero también juega un papel importante la muy buena disponibilidad del producto en todo el país. Otro factor estimulante es la fuerte competencia a lo largo de más de 50 años. Los hondureños aman Pepsi Cola, y nos favorece el hecho que la población es muy joven: Más de 40 por ciento es menor de 15 años y Pepsi se identifica con este sabor joven. Es el capital del futuro (…) Nuestra oferta de productos está muy bien repartida, y tratamos de mantener un nivel de precios accesible para los consumidores", asegura Roberto Larach.

Los precios son bajos. Un refresco gaseoso, en botella, de 0,5 litros, cuesta alrededor de medio dólar, y las bebidas delicadas, como Gatorade, 20 por ciento más. La botella de refresco gaseoso de 1,25 litros cuesta 80 centavos de dólar, el envase de tres litros, 1,50 dólares.

Medidas para afrontar la crisis
¿Cómo se prepara una embotelladora de este tipo a las posibles consecuencias económicas de la actual crisis financiera? ¿Cuáles medidas se pueden adoptar? Roberto y Jorge Larach tienen una respuesta al respecto: "Hemos trabajado intensamente para aumentar la eficiencia de nuestras líneas y modernizar nuestras líneas en los últimos años. Trabajamos en estrecha cooperación con nuestros proveedores para lograr mejoras y revisar los procesos. En el marco del programa ReCon de PepsiCo, para aumentar la sostenibilidad, hemos reducido los consumos de energía, vapor y agua. Capacitamos exhaustivamente a nuestros empleados en el manejo de máquinas, tanto en nuestro centro de formación como en la Academia Krones. Firmamos un contrato de asesoría con Krones para un plan maestro, que abarca la producción y la logística"

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