Programación automática de su planta corrugadora

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Hoy, la mayoría de compañías ha dejado de cuestionar si automatizar o no la función de programación de la corrugadora de su operación. Para poder sobrevivir, saben que tienen que automatizar por lo menos algunas de estas funciones. Por consiguiente, la decisión ya no es si deben automatizar su trabajo o no, sino determinar hasta qué punto de automatización es necesario llegar.

Por regla general el planificador llega entre 5 y 7 de la mañana, recoge las órdenes de producción de su buzón, las ordena por fecha de vencimiento, enseguida por tipo de cartón y, por último, las archiva. Cuando se necesita producir más pedidos, el planificador escoge las órdenes que desea programar, las extiende en su escritorio y las programa de la manera más eficaz posible, según sus creencias y experiencias del pasado. Luego, establece un cronograma de conversión y se lo entrega a despachos, para que éstos puedan planear las entregas y a servicio del cliente y, desde allí, determinar cuál es el estado del pedido en caso de que algún cliente averigüe por su pedido.

En una planta de tamaño promedio todo este proceso de planificación manual se tarda en de seis a ocho horas en cumplirse, aproximadamente. Por lo regular, no permite acomodar pedidos de trabajo urgentes ni cancelaciones de clientes que desactualicen toda la programación y le exijan al planificador empezar una nueva programación de toda la planta. La verdad es que, de esta manera, incluso los mejores cronogramas quedan totalmente obsoletos en unas pocas horas. Luego se vuelve una carrera loca con toda suerte de ineficiencias.

Programación completamente automática
Un software que automatiza totalmente las funciones de programación y planificación de la corrugadora, tal como el de Ambiente de Programación Automática Continua (CASE, por sus siglas en inglés) de Kiwiplan, trabaja contínuamente 24 horas al día, siete días por semana, 365 días al año.

Debido a que cada fábrica tiene una manera especial de llevar a cabo su producción, CASE hace lo que le indica cada planta, aplicando las reglas específicas de ésta. Proporciona un ambiente de programación continua coherente --desprovista de sesgos humanos-- que satisface las expectativas de la planta. Por ejemplo, se le puede señalar a CASE la cantidad mínima de trabajo que requiere la corrugadora. Cuando CASE determina que el tiempo remanente de la corrugadora ha caído por debajo de su mínimo deseado, automáticamente le programa más trabajo. Primero fija las operaciones de despacho y conversión. La programación de la conversión indica qué órdenes se designan como "obligatorias" u opcionales en la planificación de la corrugadora. Este sistema garantiza que todos los trabajos "obligatorios" se programen completos.

CASE determina el próximo ondulado que requiera la corrugadora, según los requisitos de las máquinas que vienen corriente abajo, según las reglas específicas de la planta, y el programa el trabajo de cada corrugado. El trabajo es entonces aceptado, programado en forma secuencial y entregado a la corrugadora. Por último, las máquinas convertidoras se reprograman automáticamente para reflejar los nuevos cronogramas de la corrugadora.

Lo más importante de todo es que ocurre en unos pocos segundos, no en horas. Si se tiene un pedido urgente o la cancelación de una orden, estos cambios se pueden acomodar eficazmente en un mínimo de tiempo, para así lograr requisitos de entrega que son aparentemente poco realistas si se realizan de otra forma, y reaccionar instantáneamente a las necesidades del cliente sin crear un caos completo en toda la planta. CASE reacciona continuamente a las condiciones cambiantes de la planta y, si se requiere, puede reprogramar toda la planta 10 o más veces al día.

Ventajas

  • Mayor productividad y entregas oportunas mejoradas
El ambiente de planificación automática continua determina las fechas de vencimiento y los tiempos correspondientes a cada paso de la secuencia de la maquinaria, empezando por el despacho y devolviéndose a través del flujo de la corrugadora. Esta técnica de programación "comenzando por el final" les permite a las plantas aumentar la productividad, así como reducir los desperdicios y el inventario de productos terminados, mejorando a la vez las entregas a tiempo.

A diferencia de las técnicas de "parten desde el principio", basadas en la suposición de que las máquinas convertidoras marchan y sostienen todo lo que les produzca la corrugadora, la programación que parte del final asegura la producción de órdenes de pedido correctas en el momento preciso. Ya no será necesario lidiar con tiempos de parada de las máquinas convertidoras, en espera de cartón corrugado, ni con pilas de productos terminados que no se pueden despachar porque los trabajos se produjeron en la secuencia incorrecta, o hay pedidos terminados que todavía no se le deben entregar al cliente.

  • Un proceso verdaderamente automático

CASE es un proceso verdaderamente automatizado que opera de manera continua supervisando, manejando, seleccionando, planeando y entregando trabajo a la corrugadora. Dado que acomoda prontamente los cambios que se presentan en el ambiente de la producción, tales como averías o máquinas que avanzan a un ritmo más rápido o más lento de lo originalmente planeado, les facilita a las plantas el poder responder rápidamente a los requisitos de sus clientes. Debido a que implica un mínimo grado de intervención humana y a que sigue sin falta las reglas específicas de cada planta --tales como las pautas establecidas para el refilado, los niveles de trabajos en proceso y los compromisos de entregas a tiempo--, los cronogramas producidos son exactamente los exigidos para satisfacer de forma continua las metas, objetivos y filosofía de la organización.

  • Mejoramiento de las comunicaciones

CASE proporciona una comunicación total del estado en que se encuentran todos los pedidos y los detalles referentes a la planta en general, además de que mantiene informado a todo el personal de la organización con la información más actualizada --en tiempo real.

  • Mejor utilización de la pericia de los planificadores

Esencialmente, CASE automatiza las tareas más comunes o rutinarias de la programación y la planificación, con el fin de aprovechar los conocimientos y experiencia de los planificadores que se pueden centrar entonces en actividades que generen más utilidades como, por ejemplo, la administración de los tiempos de parada de las máquinas y los desperdicios, la atención a asuntos relacionados con la calidad, la iniciación de otros escenarios posibles, o la resolución de problemas de servicio al cliente.

Reprogramando automáticamente la planta de modo continuo, el programa CASE de Kiwiplan y el sistema totalmente dinámico de programación de planta (PCS, por sus siglas en inglés), controlan completamente los requisitos, no sólo de productividad de las máquinas individualmente, sino los niveles de trabajo en los procesos especificados. El resultado neto son oportunidades para aumentar la productividad, reducir el tiempo de parada de las máquinas, lograr un alto nivel continuado de entregas a tiempo, menos horas extras y alineaciones de mayor calidad, que mejoran la productividad individual de cada máquina. Este sistema automático contínuo les permite a las plantas mejorar dramáticamente la utilización y el manejo de los activos y recursos de toda la empresa. Todo esto se suma para mejorar la posición de la empresa en el mercado y contribuir con mejoras cuantificables a sus resultados financieros netos.

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