Presente y futuro de los empaques retortables plásticos

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Un empaque retortable es aquel que está herméticamente sellado y resiste el tratamiento térmico (en un autoclave) necesario para su esterilización, conjuntamente con su contenido, con el objeto de inactivar las enzimas y matar los microorganismos que pueden deteriorar el producto o enfermar a su consumidor. Diferentes productos alimenticios, empaques y tamaños de los mismos, requieren temperaturas y tiempos de tratamiento térmico particulares para asegurar su integridad. Hasta hace muy poco tiempo los empaques retortables eran fabricados a partir de vidrio o de metal, debido a que ningún otro material podía soportar el esfuerzo térmico del retortado (o tratamiento en autoclave).

Hoy en día, algunos plásticos pueden prestar este servicio bajo diferentes formas de empaques: Bolsas (pouches), botellas, vasos y bandejas termoformadas y, últimamente, cajas con soporte de cartón. Estos empaques normalmente están constituidos por coextrusiones y/o laminaciones que pueden soportar temperaturas hasta de 135ºC hasta por 90 minutos. Tales estructuras y condiciones de retortado pueden garantizar una vida de servicio hasta de 60 meses (www.flexography.org).

Aparte de la resistencia térmica, el empaque retortable también se caracteriza por proveer una barrera a la difusión de oxígeno, suficiente para evitar los procesos de oxidación de los alimentos. Algunos exigen un control de la concentración de oxígeno tan estricto que hacen necesario evitar este gas aún en el momento del empacado. El vidrio y el metal proporcionan una barrera excelente al oxígeno y los nuevos plásticos usados en empaques retortables también pueden ofrecer esta propiedad con diferentes niveles de eficiencia. Para casos exigentes, existe la posibilidad de aplicar recubrimientos especiales de alta barrera, o de usar laminaciones con foil de aluminio.

Los empaques retortables no son nuevos en el mercado. Los enlatados se desarrollaron en Francia en el siglo 19 empleando vidrio y metal, respectivamente. La bolsa plástica retortable fue desarrollada en la década de los años setenta en Estados Unidos. En ambos casos, la motivación inicial fue el empacado de las raciones para los ejércitos.

La iniciación de esta bolsa en el mercado se dio únicamente veinte años más tarde, cuando la empresa Mars Inc. lanzó al mercado la comida para gatos "Kal-Kan's Whiskas". Otro momento importante sucedió cuando, en el año 2000, StarKist introdujo la ración de atún empacada en bolsas plásticas retortables bajo la marca "StarKist Tuna". Hoy se vislumbra un mercado que está creciendo a tasas de dos dígitos porcentuales cada año, y que está abarcando otros mercados alimentarios aparte de los de alimentos para mascotas y pescados.

Razones para el crecimiento del mercado de retortables
Un estudio de inteligencia de mercados, realizado en 2005 por KeyMark Associates (www.keymark.org) indica que, en todo el mundo, existe un potencial de 50.000 millones de empaques retortables de todo tipo, de los cuales 15.000 corresponden a América del Norte, 10.000 a Europa, y más de 1.000 millones a Japón. La cifra para América Latina es inferior a la de Japón, y su tamaño y valor serán influenciados en el futuro próximo por las mismas razones que hicieron que los empaques retortables se impusieran en los otros mercados.

Algunas de estas razones para el crecimiento en el futuro inmediato de este mercado en América Latina están relacionadas con aspectos antropológicos: como el aumento de población de madres y esposas que trabajan, de población de la tercera edad y de personas solteras que viven solas.

Por otro lado, también ha influido en dicho crecimiento el avance tecnológico de los empaques retortables, que hoy hacen más factible su aplicación en alimentos precocidos, listos para consumir después de ser calentados en hornos microondas (los también denominados alimentos de conveniencia, de la traducción literal del inglés). Se debe tener en cuenta que muchos alimentos de conveniencia también pueden ser empacados para ser refrigerados y/o congelados y, en tal caso, no se emplean empaques retortables; pueden contener atmósferas modificadas, MAP, por su sigla en inglés.

Al observar el mercado de alimentos empacados en América Latina, es interesante tomar nota, en primer término, del consumo per cápita de algunos países ( Ver Tabla 1 ).

De acuerdo con esta tabla se puede observar cómo existen diferencias marcadas en las costumbres relacionadas con el consumo de alimentos. De estas tasas de consumo se podría inferir que los países en los cuales los envases retortables para alimentos podrían desarrollarse más rápidamente serían aquellos en donde existe un mayor consumo de alimentos empacados, como México, Chile y Brasil.

Existen, además, algunas anotaciones cualitativas recogidas por la firma de inteligencia de mercados Euromonitor: Los mercados latinoamericanos de alimentos están siendo afectados por incrementos importantes en los precios de los alimentos y, al mismo tiempo, los presupuestos familiares están limitados por una inflexibilidad en los incrementos salariales, y el desempleo en una buena parte de la población. En general, la edad promedio de la población es cercana a los 30 años, lo que indica la existencia de una mayoría de familias con hijos jóvenes -todo ello podría impulsar una tendencia hacia el consumo de alimentos de conveniencia.

Esta tendencia hacia el mayor consumo de alimentos de conveniencia puede ser favorecida por productores de alimentos que ofrezcan alternativas más sanas y nutritivas. También, los productores siguen invirtiendo en nuevas tecnologías y en sistemas de empaques dirigidos a los sectores más jóvenes de la población. A pesar de que el factor económico -especialmente el incremento en el precio de los alimentos de conveniencia- va a ser determinante en el futuro cercano, se espera un crecimiento del mercado de alimentos empacados a una tasa por encima del crecimiento promedio de la economía.

El mercado de los empaques retortables está evolucionando hacia el uso de bolsas y termoformados rígidos. El estudio de Keymark Associates muestra que estos dos tipos de empaque han prevalecido en el sector de los empaques retortables en Japón desde la década de 1980. En Norteamérica, como ya se indicó, aparecieron en el mercado hacia el año 1990, y hoy cuentan con un volumen de aproximadamente 2.000 millones anuales de bolsas y 1.000 millones anuales de termoformados rígidos.

Este crecimiento ocurre a expensas del mercado de los enlatados, principalmente; y la pregunta es ¿por qué? El mismo estudio explica las razones. Comparando contra los enlatados:

  • Las bolsas y termoformados de plástico reducen el espacio de almacenamiento
  • Minimizan los costos de transporte
  • Tienen sistemas de apertura más sencillos
  • Los tiempos de tratamiento térmico (retortado) son más cortos, lo que beneficia el mantenimiento del sabor de los alimentos
  • La apariencia y decoración pueden ser más llamativas

Los consumidores ya están prefiriendo las presentaciones en bolsas y termoformados porque aprecian la mayor facilidad de manejo de los empaques y el sabor superior de los alimentos. Además, los costos en los servicios de comidas disminuyen, al disminuir la mano de obra.

Otros factores en consideración son los siguientes: Los costos de las líneas de empacado, tanto de enlatados como de bolsas, están convergiendo. En estas últimas, las velocidades de llenado se están incrementando, alcanzando ya las 800 unidades por minuto, y ya se le está apuntando a la meta de 1.600 unidades por minuto.

Nichos de mercado y aplicaciones con gran potencial
En la reseña histórica presentada arriba se indicó que la primera bolsa plástica retortable comercial apareció con un alimento para mascotas. Dicha aplicación se extendido a varias marcas de productos, tanto para gatos como para perros. Se estima que el potencial de mercado para esta aplicación supera las 4.000 millones de unidades anuales en América del Norte.

La segunda aplicación comercial importante de los empaques retortables plásticos se inició en el mercado de empaques para atún, y hoy ya ocupa una parte importante de un mercado potencial que se estima en 2.000 millones de unidades anuales en América del Norte. En este mercado existe una gran oportunidad de crecimiento para los convertidores latinoamericanos de empaques, debido a las exportaciones que se realizan desde la región.

En América del Norte se está iniciando la penetración en el mercado de alimentos precocidos listos para consumir en empaques retortables plásticos. Se estima que el tamaño potencial de este mercado es de, aproximadamente, 3.000 millones de unidades anuales.

Por otro lado, es bien conocido el mercado de las sopas enlatadas, y constituye un mercado natural para los empaques retortables plásticos. Su potencial en América del Norte supera las 4.000 millones de unidades anuales, y está siendo penetrado por copas y soperas termoformadas de plástico retortables.

En cambio, este mismo mercado en Europa y Japón corresponde a las bolsas plásticas retortables que se convierten en soperas. Otros mercados susceptibles de ser conquistados por los empaques plásticos retortables en Norteamérica son los alimentos para bebé (un mercado potencial de aproximadamente 1.500 millones de unidades anuales), vegetales (5.000 millones de unidades anuales) y frutas (1.500 millones de unidades anuales).

Otros productos que en el momento requieren de soluciones innovadoras son: Yogur, viandas, pastas, burritos, lumpias, entre otras. Se puede concluir entonces que existen nichos de mercado interesantes para los empaques retortables plásticos para alimentos, cuyos volúmenes son tan grandes que permiten pensar en economías de escala. Todo esto, en beneficio de los consumidores y minoristas del mercado.

Importantes consideraciones técnicas
El diseño técnico de los empaques retortables plásticos es complejo, por la gran cantidad de variables que deben considerarse, y por la exigencia de los requerimientos que deben cumplir, sobre todo cuando se trata del empaque para alimentos y medicinas.

Desde el punto de vista técnico, los empaques retortables plásticos cumplen estos requisitos de desempeño, siguiendo las siguientes consideraciones:

  • Posiblemente, una de las exigencias más importantes es la relacionada con la frescura de los contenidos. Debido a que la transferencia de calor es más rápida durante el retortado, se requiere menos tiempo de exposición a la temperatura y, así, los alimentos preservan mejor su textura y nutrientes originales.
  • Durante el proceso de retortado, los empaques plásticos resisten temperaturas hasta de 135ºC en condiciones de contrapresión, para evitar la explosión del empaque por la generación de presión interna con el calor. Aquí son importantes los desempeños de la estructura de las paredes, como también la calidad de los sellos en cada una de las costuras del empaque.

Los alimentos con pH medianamente ácido, con una alta actividad acuosa, y que inicialmente tienen una alta calidad, se preservan adecuadamente a temperatura ambiente en los empaques plásticos retortables. El crecimiento de microorganismos se elimina en el proceso de esterilización con calor. De otra manera, se generarían toxinas que pueden poner en peligro la salud de los consumidores. Entre los productos más delicados están los de más alta acidez, como las frutas y las bebidas derivadas de las mismas.

Entre los requerimientos generales técnicos de los empaques retortables figuran:

  • Una resistencia a la temperatura hasta de 135ºC.
  • Una permeabilidad baja a los gases, en general, y nula al oxígeno.
  • Una estructura, a manera de ejemplo, que permite lograr una barrera absoluta a la transmisión de gases puede ser la representada gráficamente (ver figura 1).
  • Inercia en la interacción con los contenidos empacados.
  • Una transmisión de vapor de agua baja; idealmente, debe ser nula.
  • Los sellos térmicos en las costuras de los empaques deben ser resistentes, con fuerzas de adhesión del orden de 150 a 500 g/10ml.
  • Los sellos térmicos deben ofrecer una resistencia a la explosión del orden de 7,5 kg/15mm de sello.
  • Las propiedades de envejecimiento deben ser buenas.
  • Deben ser fáciles de imprimir.

Los materiales de fabricación de los empaques retortables plásticos pueden ser más económicos que los de los enlatados; sin embargo, los primeros empaques tienden a ser más costosos debido a la necesidad de inspeccionar más cuidadosamente los sellos térmicos de las costuras. La Canadian Food Inspection Agency, CFIA, por ejemplo, exige un procedimiento para certificar la integridad de los sellos de estos empaques que incluye pruebas físicas que obligan al fabricante a cumplir con programas muy completos de control de calidad. Es muy posible, en muchos casos, que las consideraciones globales de los sistemas de empaques comparados le den una ventaja económica competitiva a los empaques plásticos.

En algunas ocasiones los empaques retortables pueden contar con un elemento que permite volver a cerrar la abertura, ya sea con un cierre tipo cremallera o una tapa. Tales elementos brindan un factor de conveniencia adicional a otros característicos de estos empaques, como son: La facilidad de apertura de los sellos térmicos, la facilidad de evacuación del producto, y la posibilidad de aplastar el empaque vacío para su disposición final, para que ocupe menos espacio.

Los empaques retortables plásticos ofrecen hoy en día enormes oportunidades de innovación a los profesionales del empaque. Además de poder preservar la calidad de los contenidos durante su vida de estantería, y manejo en los canales de distribución, estos empaques brindan la oportunidad de implementar decoraciones impresas, formas geométricas estéticas y sistemas de apertura y re-tapado atractivos y de gran conveniencia para los usuarios finales.

Vistos los empaques retortables plásticos como sistemas de solución de empaque, en los cuales se contabilizan sus beneficios a través de toda la cadena de servicio, se pueden encontrar ventajas económicas globales competitivas frente a los empaques retortables tradicionales metálicos y de vidrio.

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