Manejo del flujo de residuos peligrosos

Manejo del flujo de residuos peligrosos

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Cada sustancia química que entra a la planta de impresión debe encontrar una salida. Si las sustancias químicas no llegan a formar parte del producto impreso, se convierten en residuos --emitidos como vapores, descargados a las corrientes de residuos líquidos, o eliminados como residuos sólidos o peligrosos.

Las sustancias químicas, que entran en el proceso con características peligrosas conocidas, salen como residuos peligrosos. Cuándo salen del proceso, bien sea como un residuo líquido, o como sólidos que van a un vertedero, los componentes del residuo tienen la habilidad de lixiviar en el suelo. Los contaminantes pueden penetrar a la tierra y al sistema de agua potable y, en última instancia, contaminar la vida vegetal, los peces y los animales. Manejar los flujos de residuos peligrosos para evitar la contaminación del suelo y  el  agua  es  responsabilidad  del generador --es decir del impresor y de su administración.

La mejor definición para esta responsabilidad es la "de la cuna a la tumba". Es decir, desde el momento en que una firma genera un residuo peligroso hasta que se destruye totalmente o se transforma para otro uso, el generador inicial es legalmente responsable de la existencia de ese residuo en todas sus formas.

El impresor utiliza muchas sustancias químicas en su sala de prensas. Aunque el uso de sustancias químicas ha cambiado en los últimos años con la llegada de los procesos controlados por computador, existen todavía muchas prácticas generadoras de residuos en las compañías impresoras más pequeñas. El cuarto oscuro y los químicos para preparación de las planchas, las técnicas de preparación de pruebas --incluso el proceso mismo de diseño del arte-- contribuirán al flujo de residuos, sumándose a los residuos tradicionales generados en las prensas. Reconocer cuáles sustancias químicas son peligrosas y disponer de los residuos resultantes de una manera autorizada evitará que se cometan errores costosos y riesgosos para la salud.

¿Qué es un residuo peligroso?
Cualquier residuo químico que exhiba una de las siguientes cuatro características, o que se enuncie específicamente como causante de peligros conocidos para la salud conocidos, se constituye en un residuo peligroso:

  1. Ignífero: un líquido con un punto de inflamación de menos de 60 grados centígrados, 140 grados Fahrenheit. Ejemplos típicos serían los solventes utilizados en tintas o para limpieza.
  2. Corrosivo: un líquido con un pH de menos de 2,0 o superior a 12,5. Los recubrimientos acuosos, las tintas y los limpiadores contendrán hidróxidos que son cáusticos.
  3. Reactivo: los residuos que normalmente son inestables y están sujetos a un cambio violento. Es inusual ver alguna sustancia química reactiva en las instalaciones de una compañía impresora; sin embargo, podrían ingresar al edificio como producto para el mantenimiento, tales como limpiadores de las tuberías de drenaje.
  4. Tóxico: residuos como cromo, plomo, y plata. Un metal muy común en operaciones de preprensa es la plata, en forma de recubrimientos de haluros presentes en películas y papeles.

Las sustancias químicas específicas que se consideran perjudiciales para el bienestar del medio ambiente y la comunidad se han identificado en varios grupos, dependiendo de su origen y de los peligros que imponen. El tolueno, la acetona, y el percloretileno son solventes típicos. Los metales pesados se listan de igual manera.

Entre las sustancias químicas peligrosas consideradas de uso más común en los procesos de impresión, se encuentran: El cloruro del metileno, tricloroetano, xileno, acetona, acetato de etilo, metil isobutil cetona, alcohol de N-butilo, metanol tolueno, metil etil cetona, isobutanol, piridina, benceno, 2-Etoxietanol (Etileno-glicol dietílico éter).

La caracterización de residuos peligrosos no concluye con los químicos y residuos químicos. Los materiales que han estado en contacto con las sustancias químicas pueden clasificarse también como residuos peligrosos. Esto incluye los trapos que se utilizan para limpiar, así como los materiales y los filtros que absorben o separan los vapores o los líquidos de las sustancias químicas peligrosas. Las almohadillas y filtros de contención de derrames, una vez han absorbido las sustancias químicas, se hallan sujetos a ser eliminados como residuos peligrosos. Todos los residuos peligrosos deben documentarse con exactitud en el manifiesto de despacho y en cualquier informe subsiguiente, de acuerdo con su clasificación.

Una vez que la sustancia química se ha utilizado y no tiene ya uso alguno en el proceso, se considera un residuo peligroso. Si la sustancia química, es decir, la tinta o el solvente, no sirve más en la prensa, pasa a ser un residuo peligroso. Una regla general utilizada por las agencias reguladoras define como residuo peligroso a cualquier sustancia química que no se haya utilizado durante el año anterior.

Cualquier material clasificado como un residuo peligroso debe almacenarse, etiquetarse y eliminarse de conformidad con las pautas de las autoridades locales ambientales. En su acepción más sencilla, esto significa que todos los residuos peligrosos se deben controlar desde el momento en que se generan hasta el momento su destrucción definitiva. La existencia continua del residuo impone al generador una responsabilidad y una obligación.

La identificación de residuos peligrosos en la sala de prensas
Las salas de prensas y los cuartos oscuros fotográficos generan residuos, que se clasifican como peligrosos. Algunos ingresan al proceso como elementos químicos simples y puros, en tanto que otros lo hacen como parte de la mezcla dentro del producto que se utiliza durante el proceso.

Las Hojas de Datos de Seguridad de los Materiales (MSDS, por su sigla en inglés) constituyen un instrumento fundamental para la identificación y cuantificación de sustancias químicas peligrosas. La lista de componentes y porcentajes peligrosos en las MSDS, y las instrucciones para la disposición del producto y sus residuos, ayudarán a identificar sustancias específicas y a describir los peligros potenciales de las emisiones.

Las pruebas del laboratorio de los residuos ayudan a especificar con mayor detalle el número, el tipo y la cantidad de cada contaminante presente. La prueba es conocida como Caracterización de Toxicidad del Procedimiento de Lixiviación (TCLP, por la sigla en inglés). La ley exige que el generador mantenga en sus archivos copias de los resultados de las pruebas de laboratorio para respaldar la categorización de los despachos en el manifiesto. Para generadores de grandes cantidades, son obligatorias las pruebas periódicas.

Fuentes de residuos en un taller de impresión
Los residuos pueden provenir de un amplio número de fuentes en las instalaciones promedio de los talleres de artes gráficas/imprentas.

Los cuartos oscuros generan residuos fotográficos. La solución fijadora remueve la plata de la película y del papel durante el revelado. Si el fijador que se descarga del sistema revelador contiene más de cinco (5) partes por millón de plata, ese líquido se considera un residuo peligroso. La solución del revelador fotográfico, en su calidad de corrosivo, es un residuo peligroso pero sólo si su pH excede el límite de 12,5 o más. La película y el papel fotográficos contienen plata lixiviable en sus emulsiones. Una vez procesada, la plata no lixiviará del papel ni de la película. Los papeles y películas residuales sin procesar pueden contener plata con un potencial para lixiviar en el suelo de un vertedero.

Las planchas de impresión y las sustancias químicas para su procesamiento en todos los métodos de impresión pueden contener sustancias químicas peligrosas o ser procesadas por medio de tales sustancias químicas.

Las tintas de impresión, dependiendo del proceso de impresión y de la concentración al momento de su disposición, se constituirán en un residuo peligroso. Las tintas litográficas se clasifican como no peligrosas. Debe tenerse cuidado de no incluir ningún otro químico de la prensa al disponer dichas tintas. Mezclar el residuo no peligroso con el residuo peligroso altera el perfil de ese residuo.

Los solventes, en las tintas o como un diluyente al imprimir, son generalmente peligrosos debido a su naturaleza inflamable o combustible. Algunos son tóxicos y responden a la clasificación F de residuos peligrosos. Las soluciones de lavado de la prensa contienen varios solventes, algunos de los cuales pueden ser inflamables e imponer riesgos tóxicos para la salud.

Las toallas del taller pueden contaminarse con solvente, tinta u otras sustancias químicas utilizadas para el mantenimiento de la prensa y de otros equipos. Existen diferencias en las regulaciones relativas a la disposición de toallas reutilizables y desechables. Si se utilizan toallas desechables, las que se hayan utilizado deben enviarse a una instalación para el tratamiento de residuos peligrosos bajo dicha clasificación. Si la solución de lavado de la prensa contiene sustancias químicas catalogadas, tales como cloruro de metileno, butil cellosolve o cetona metil etílica (MEK), las toallas no deben enviarse para su disposición en un vertedero. La mejor ruta para la disposición sería una instalación que utilizara el residuo peligroso como un combustible alternativo. Las toallas que se utilizan sin cualquiera de los químicos catalogados pero que muestran propiedades de ignición se prestan, así mismo, para ser utilizadas como un combustible alternativo.

Las toallas reutilizables se envían a un servicio de lavandería y se devuelven al taller de impresión. Para minimizar el potencial de transportar y lavar cantidades excesivas de solventes en las toallas, éstas deben escurrirse antes mandarse a lavar. Normalmente se aplica la prueba de "una gota" para asegurar que las toallas no salgan del taller con un exceso de solvente absorbido por la tela.

Los contenedores que no están completamente vacíos de tintas, solventes ni otras sustancias químicas pueden constituir un problema como residuos peligrosos. Un contenedor se considera vacío si el contenido se retira por medios normales, teniendo en cuenta las cantidades máximas especificadas de retención, que no son extraídas fácilmente. Una regla de uso común ha sido la de que un tambor de 55 galones puede considerarse aceptable si en su fondo queda retenido como máximo una pulgada de líquido. No obstante, lo mejor para los intereses del taller de impresión es buscar vaciar el tambor, en la medida de lo posible, más allá de dicha pulgada. Es no sólo por el interés de proteger el medio ambiente, sino también con el objeto de minimizar las pérdidas ocasionadas por residuos excesivos de todo tipo.

El manejo de los residuos peligrosos
A través de la observación durante un breve recorrido por la planta, parecería que la mayoría de los químicos utilizados en la sala de prensas o en los departamentos de preprensa podrían ser considerados potencialmente como residuos peligrosos. Siguiendo procedimientos establecidos, la recolección, el manejo, el almacenamiento y la disposición de todos los residuos peligrosos puede hacerse de forma segura y acatando las disposiciones legales.

Una empresa gráfica puede realizar acciones específicas para actuar en conformidad con las obligaciones:

  1. Saber qué regulaciones tienen vigencia en su localidad.

  2. Seguir las reglas y los procedimientos aceptados para identificar, manejar y reducir al mínimo los residuos peligrosos en el sitio.
    El taller debe tener un procedimiento establecido para hacer pruebas e identificar los flujos de residuos y determinar cuáles constituyen residuos y cuáles áreas o categorías identifican la naturaleza peligrosa del residuo.

  3.  Seguir los estándares de almacenamiento de los residuos durante la acumulación. Todos los contenedores de materiales de residuos peligrosos se deben almacenar de acuerdo con las regulaciones de seguridad y salud. Se requerirá que cuenten con protección ante el fuego, barreras de contención ante derrames, instalaciones a pruebas de explosiones y puertas de salida de emergencia, al igual que todos los equipos y suministros necesarios en caso de derrame, fuego o explosión.

    Los flujos de residuos deben mantenerse separados, para no mezclar cualquier residuo que pueda reaccionar con otro. Dentro de un espacio de almacenamiento de residuo deben designarse áreas claramente identificadas para los diferentes flujos de residuos.

  4. Etiquetar apropiadamente todos los residuos. Los contenedores de residuos peligrosos deben tener información completa para identificar con claridad el contenido del tambor. La primera y más importante regla de la recolección de residuos peligrosos es que cada tambor debe permitir que un observador conozca qué sustancia química o familia de sustancias químicas se encuentran en éste. Esto puede incluir una descripción genérica pero debe incluir la categoría del residuo, tal como con propiedades de ignición, grado de corrosión, etc.

  5.  Desarrollar un plan de contingencia para responder ante una emergencia. ¿Qué sucede en caso de un fuego, una explosión o un derrame de grandes proporciones ¿Cómo se informa la emergencia al personal? ¿Qué pasos deberán seguirse por parte de la administración y por el personal de la línea de producción y de la administración en el momento en que se presente un incidente? ¿Qué persona del área deberá ser notificada y qué información se requiere? Toda esta información hace parte del plan de contingencia para el taller. Es un plan completo que comprende lo que se espera durante y después de un incidente, y con quién debería tener contacto la planta.

  6. Entrenar a todos los empleados involucrados para "familiarizarse con el manejo apropiado de los residuos y los procedimientos de emergencia". Los registros son muy importantes para documentar la naturaleza de la instrucción y su comprobación. Nada debe ser dado por sentado. Las personas designadas deben ser aquellas que generen y recolecten los residuos, manejen el papeleo y los archivos de registro, o presenten los informes a las agencias gubernamentales pertinentes. Las instalaciones más grandes, como las que tienen un número mayor de actividades de almacenamiento y tratamiento que las un generador normal, pueden requerir que el personal tome capacitación obligatoria para un sitio catalogado como de residuos peligrosos.

  7.  Elegir a un transportador autorizado de residuos peligrosos y contar con los registros para verificar la manera y el sitio en que se disponen los residuos. Es imperativo que la firma (las firmas) comprometidas para transportar y deshacerse del residuo peligroso se sometan a una inspección completa de sus permisos, seguros y del desempeño de sus instalaciones. Ya que el generador es el responsable final del residuo hasta que deje de existir (concepto 'de la cuna a la tumba'), el generador tiene la responsabilidad de determinar que el transporte/almacenamiento/los contratistas para la disposición fuera de las instalaciones operan con los permisos reglamentarios y actúan dentro de los parámetros establecidos para sus actividades.

  8. Diligenciar los manifiestos para cada embarque y presentar copias a los estados cuando se requiere. La empresa gráfica mantiene estos manifiestos en archivos durante el período especificado por las leyes locales.

Reducción al mínimo de todos los residuos
Un factor clave para manejar los residuos peligrosos es un programa para eliminar o reducir al mínimo tantas sustancias químicas o procesos que contribuyen a su generación como sea posible. Esta filosofía es conocida como de prevención de la contaminación.

Encontrar los substitutos más seguros o utilizar cantidades menores de sustancias químicas sin desmedro de la productividad y de la calidad, son medidas que pueden ayudar a reducir las cantidades y la toxicidad de los residuos generados. Esto se conoce como reducción en la fuente. Si no es posible la reducción en la fuente, los pasos para reciclar o recuperar los químicos a partir de los residuos puede ayudar a conservar las materias primas. Esto puede hacerse en o fuera de sitio de trabajo. Un buen ejemplo es el aprovechamiento de los negativos, las planchas, etcétera, para la recuperación de la plata presente en las emulsiones.

Ambos esfuerzos pueden reducir los residuos que entran al ecosistema y servir de protección frente al potencial de riesgos de salud para la comunidad. Los materiales recuperados o reciclados representan un subproducto, y podrían traer ingresos para complementar las ventas normales de la firma. Cualquier materia que todavía tenga un valor comercial puede venderse y convertirse en un nuevo producto. La reutilización dentro de taller o la empresa puede reducir el costo de las compras.

La tecnología ha permitido a muchos impresores practicar la prevención de la polución, sin que incluso algunos de ellos sepan que lo están haciendo. Muchos de los avances técnicos alcanzados en las prácticas de trabajo de la sala de prensas y del departamento de preprensa, en los materiales y en los procesos para mejorar la productividad, la calidad y los costos han reducido, a su vez, el impacto negativo de esos procesos sobre el medio ambiente.

Los impresores de todo el mundo están uniendo sus esfuerzos para reducir la contaminación. La sostenibilidad se ha convertido en un esfuerzo global para conservar y volver a emplear los recursos naturales. Usted puede también jugar un papel en el manejo de sus residuos peligrosos para mejorar la calidad del medio ambiente y la salud de la comunidad.

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