Industria latinoamericana de envases y embalajes: fortalezas para un escenario de cambio

Industria latinoamericana de envases y embalajes: fortalezas para un escenario de cambio

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Todas las industrias y sectores de la economía de los países de la región buscan prever los impactos que los recientes acontecimientos políticos en Estados Unidos puedan tener sobre el comportamiento de las empresas. Los análisis de expertos, líderes y empresarios nos brindan una mirada realista sobre el futuro próximo del sector de envases y embalajes en América Latina.

El tema del comercio internacional, que durante la pasada contienda electoral estadounidense tuvo un notorio protagonismo, viene tomando rumbos que ameritan algunas consideraciones sobre su futuro. El nuevo presidente ha confirmado la aplicación de medidas como renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), imponer aranceles del 20% a las importaciones desde México y de 45% desde China, y enunciado la posibilidad de sacar al país de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que representa para Estados Unidos un escenario de comercio con más de 160 países del mundo. Estas medidas, que en un comienzo parecían tener una motivación de estrategia electoral, parecen estar avanzando, de acuerdo con anuncios emitidos recientemente por el nuevo gobierno estadounidense. No obstante, algunas voces consideran que la racionalidad del mercado y los intereses de las industrias que se verían impactadas harán buen frente a las incertidumbres que generaría su implementación, dificultarían la plena aplicación de las decisiones sobre el comercio, y que las dinámicas y los beneficios de los tratados se impondrán finalmente sobre decisiones que reversarían una trayectoria económica y de comercio que Estados Unidos ha consolidado durante muchos años.

Tres enfoques sobre México

En América Latina, México es el país con la relación comercial más estrecha con Estados Unidos y, por tanto, donde mayor impacto podría tener la implementación de las medidas comerciales que adopte el nuevo gobierno de Donald Trump. En consecuencia, las expectativas en México comprenden desde la preocupación hasta la percepción de que existe una gran oportunidad para crear nuevas relaciones de comercio con otros países y para afianzar la industria doméstica.

Sin desconocer la incertidumbre que genera una nueva administración como la que inició labores recientemente en Estados Unidos, existe para muchos una visión positiva del futuro próximo de este país sustentada en la evaluación y en la valoración de algunos de los aspectos más importantes que se han derivado de las relaciones comerciales entre México y sus vecinos del norte, Estados Unidos y Canadá, que dificultarían mucho la implementación de las medidas sugeridas por Trump. Cuando se negoció el TLCAN, algunos de los resultados esperados eran el fortalecimiento de la economía mexicana y la creación de nuevos puestos de trabajo, que ayudaran a desestimular la inmigración ilegal a Estados Unidos. Adicionalmente, México se convertiría en un atractivo mercado para los productos canadienses y estadounidenses, y en un centro de inversión que podría aumentar la competitividad de las empresas en estos dos países.

Un estudio adelantado por el centro de pensamiento independiente Council on Foreign Relations (CFR) (1) destaca los beneficios que el TLCAN ha generado para las economías de los tres países signatarios, señalando cómo en las dos primeras décadas de su implementación el comercio regional pasó de cerca de 290 mil millones de dólares en 1992 hasta más de 1,1 billones de dólares en 2016. “En los años de vigencia del TLCAN, el comercio de Estados Unidos con sus vecinos norteamericanos ha crecido más de tres veces, con mayor rapidez que con el resto del mundo. Canadá y México son los dos principales destinos de las exportaciones estadounidenses, y representan más de un tercio del total”.

Por el lado de México, este estudio resalta cómo el Tratado ha incrementado las exportaciones de productos agrícolas, permitido la creación de cientos de miles de puestos de trabajo en la industria, y marcado un impacto positivo en la productividad del país y en los precios al consumidor. Las miradas críticas al TLCAN no son nuevas y el hecho de que se haya mantenido y fortalecido comprueba la dificultad de modificarlo o desmontarlo.

El optimismo no está tampoco ausente de las expectativas sobre el futuro de la economía mexicana, expresadas en estudios como el presentado recientemente por la OCDE (2), en el que reconoce el fortalecimiento que ha tendido la economía de México por efecto de “reformas estructurales de gran alcance y sólidas políticas macroeconómicas” y el panorama positivo que se deriva de estas. El estudio reconoce que factores como el bajo precio del petróleo, la disminución en el comercio mundial, la depreciación del peso y la incertidumbre generada por la nueva administración estadounidense representan adversidades externas que restringirían el crecimiento en el período 2017-2018, pero señala también que “México puede consolidar mayor crecimiento e inclusión si reorienta su gasto público hacia infraestructura, capacitación, salud y reducción de la pobreza, al tiempo que continúa poniendo en marcha reformas en diversos campos”. El secretario de la OCDE, Ángel Gurría, señaló en la presentación que hizo recientemente del Estudio Económico de México algunas medidas que permitirán al país avanzar en su desarrollo económico: “Si bien la productividad está aumentando en ciertos sectores y la economía se vuelve más resiliente, aún queda mucho por hacer. Será necesario implementar rápidamente las reformas que se han aprobado y seguir trabajando para materializar reformas que garanticen que todos los mexicanos cuenten con las habilidades y con las oportunidades para tener éxito”.

Desde el sector productivo, la mirada sobre el futuro económico del país es también alentadora, como se infiere de un comunicado emitido por la presidencia de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) (3), donde se señala que “el destino de México no se ha decidido en las urnas del país vecino”. En palabras de Enrique Guillén Mondragón, presidente de la Cámara, “México debe enfocarse en seguir trabajando, con unidad y determinación, en una agenda económica común, de sector productivo y gobierno, que será la que saque adelante a nuestro país, frente a toda adversidad presente o futura”. En el comunicado, Guillén recuerda que México es el segundo socio comercial de Estados Unidos y el primer destino de las exportaciones de Texas, Arizona y California, y el segundo mercado para otros veinte estados. “Esa interacción económica se expresa en el hecho de que el flujo monetario entre ambos países es de un millón de dólares por minuto”, afirma el presidente de Canacintra, al destacar las oportunidades de desarrollo que existen y que deberían persistir entre los dos países.

A pesar de la escalada de anuncios y respuestas recientes entre los gobiernos de Estados Unidos y México, podría esperarse que una tradición comercial como la que registran estos días los medios de comunicación, se imponga sobre las tensiones políticas que se han generado. La prensa ha resaltado en los últimos días datos que señalan la solidez de la relación entre los dos países: 194 años de diplomacia; 80% de las exportaciones mexicanas destinadas a Estados Unidos, que en 2015 alcanzaron un valor de 532 mil millones de dólares; seis millones de puestos de trabajo que dependen de la relación comercial entre los dos países; 16% del comercio estadounidense concentrado en México, su tercer socio comercial. Todos estos son algunos de los hechos que permitirían vislumbrar un escenario mejor que el que podría esperarse del tono de las comunicaciones que hemos escuchado en los últimos días.

La industria mexicana de envases y embalajes

Nos hemos extendido en la mirada a México, porque será allí donde se aprecie con mayor claridad el efecto de las decisiones que el nuevo gobierno de Estados Unidos podría implementar en las áreas del comercio y de la economía. Por esa razón también miraremos en primer lugar las percepciones que los líderes de la industria de envases y embalajes mexicanos tienen frente a este escenario.

Hiram Cruz Cortés, director general de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), le dijo a El Empaque+Conversión que a pesar del clima político que se vive hoy, los beneficios de la relación comercial entre México y Estados Unidos son un factor primordial que debe considerarse: “la gran mayoría de las exportaciones que hacemos a Estados Unidos son de productos terminados y estos requieren de un envase y un embalaje para su distribución y comercialización”, señala Hiram. Cruz agrega que se requiere de la implementación de medidas para responder a los retos de una potencial restricción mediante el aumento de la productividad y la eficiencia en las empresas mexicanas, bajo una estrategia basada en la innovación, en la creación de una cadena de suministro eficiente y enfocada en el consumidor, que tenga en cuenta siempre la sustentabilidad, y que busque el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías de la información. La puesta en marcha de estas medidas es vital, de acuerdo con el dirigente gremial, para mantener el dinamismo de un mercado de envase y embalaje como el mexicano, que tiene un valor aproximado de 14 000 millones de dólares, y cuya participación en el PIB nacional asciende a un 1,7% hoy.

De otra parte, aunque las exportaciones representan para los convertidores mexicanos de empaques un volumen importante de sus ventas, el vínculo estrecho que existe entre el consumo doméstico y los productos empacados podría blindar hasta cierto punto a la industria de envases y embalajes de los eventos generados por potenciales e impredecibles decisiones políticas. En México, su crecimiento en los últimos años ha duplicado prácticamente al de la economía en su conjunto, con indicadores para 2016 de 4,8% y pronósticos para 2017 de 5,1%. El peso de la industria mexicana de envase y embalaje dentro de la variable de ocupación de mano de obra en el país se traduce así mismo en 73 000 puestos de trabajo directos y cerca de 380 000 indirectos.

Estas estimaciones hacen prever también que las decisiones de inversión en tecnología y maquinaria hoy y hacia el futuro mantendrían el papel de México como uno de los diez principales países importadores de maquinaria para envasado y procesamiento del mundo, con niveles de compras que han mostrado entre 2010 y 2015 índices de crecimiento del 4,5%, realizadas principalmente desde países como Estados Unidos, Italia, Alemania y China.

 

Una industria regional sólida y dinámica

Una mirada más general de la industria latinoamericana de envases y embalajes y de algunas particularidades de sus mercados revela también datos interesantes asociados con un comportamiento saludable en sus indicadores de crecimiento y desarrollo. César Gil, analista de Euromonitor International para el mercado de envase en América Latina, nos dijo en entrevista con El Empaque+Conversión que las estimaciones sobre crecimiento de este mercado de e+e para el año 2016 alcanzan el 1,5%; y las proyecciones para el año 2017 el 1,9%.

Gil también identificó algunas de tendencias que impactarán el mercado en el futuro próximo: “En este entorno actual de las economías latinoamericanas, los consumidores buscarán, cada vez más, empaques flexibles, que por lo general son más económicos. Y ante algunas olas de incertidumbre acudirán a refugiarse en empaques pequeños o individuales, generalmente distribuidos a través del canal tradicional. Las mega-tendencias transversales como las de salud y bienestar, mayor conciencia ambiental, conveniencia y seguridad también influirán decisivamente en el desempeño y crecimiento del mercado latinoamericano de empaques en 2017”, agregó el analista de Euromonitor International.

La trayectoria de la industria de envases y embalajes en América Latina muestra tendencias difíciles de revertir, enmarcadas en buenos pronósticos de comportamiento general de la economía. Como puede apreciarse en los datos de la Tabla 1, Los indicadores de su crecimiento sostenido son incontrovertibles, con índices que superan –en todos los casos— los del crecimiento del PIB en cada uno de los países. Salvo el caso de Brasil, que en los años 2015 y 2016 tuvo un comportamiento negativo en indicadores de crecimiento del PIB, y de la industria de envases y embalajes, los demás países muestran dinámicas positivas, con casos de excelente desempeño como los de Perú y Colombia, donde un saludable comportamiento económico se equipara con notables índices de crecimiento del sector de envases y embalajes. Para 2017, se espera en Brasil una recuperación frente a la tendencia negativa registrada en los dos años previos, lo que permitiría a la industria de envases y embalajes de la región alcanzar en su conjunto un índice de crecimiento del 1,9%.

Tabla 1

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Especialmente importante para la industria Latinoamericana de envase y embalaje es el dinamismo de México y Argentina, que por el tamaño de sus mercados participan con un 51% del total del volumen de empaque en la región, según el estudio Global Packaging Landscape: Growth, Trends and Innovations (4), publicado por Euromonitor International, y elaborado para la Asociación para Tecnologías de Empaque y Procesamiento (PMMI). En este último país, la información suministrada para El Empaque+Conversión por Jorge Acevedo, gerente general de Instituto Argentino del Envase (IAE), permite apreciar el peso de la industria de e+e dentro de la economía nacional, que actualmente participa con un 1,5% del PIB, cuenta con un valor de mercado cercano a los 8 mil millones de dólares y espera índices de crecimiento del 3% para 2017.

Si miramos la industria regional bajo una perspectiva más amplia, se hace cada vez más evidente el creciente peso que las economías emergentes tienen en el mundo y su autonomía dentro del contexto económico global. De hecho, un estudio reciente de PRIMIR, Packaging in Emerging Markets: Latin America and Asia-Pacific (5), se señala cómo cerca del 82% de la población del mundo vive en países con mercados emergentes (como los latinoamericanos), que representan más del 40% de la economía mundial. Las predicciones identificadas aquí indican que, en el transcurso de la próxima década, más de 70% del producto interno bruto global provendrá de este tipo de economías. El mercado de empaques crece también en el mundo con un sano dinamismo: en 2014 su valor fue de 812 mil millones de dólares, de acuerdo con un estudio de proyecciones de Smithers Pira (6), y se espera que en 2020 aumente a 1,1 billones de dólares. A este desempeño contribuye (6) una creciente población que, en 2015, de acuerdo con datos de Naciones Unidas, sumaba 7 300 millones de personas, lo que representaría un consumo per cápita en empaques en el mundo de 114 dólares.

Las industrias en los mercados emergentes cuentan, cada vez más, con la capacidad para ofrecer niveles de calidad similares a los que se tienen en Europa Occidental y Estados Unidos, asegura este informe de PRIMIR, y ya cuentan con maquinaria, equipos y tecnologías de primera línea. Y de una importancia aún mayor, el comercio entre países emergentes está superando al que se realiza entre mercados de países desarrollados. “En 2010, por ejemplo, Brasil superó a España para convertirse en el cuarto destino más grande de las exportaciones mexicanas”, señala el estudio.

Los índices de crecimiento anuales esperados en estos mercados emergentes superarán entre dos y cuatro veces el de los países desarrollados, aunque particularmente en la industria de conversión de empaques los industriales deberán resolver algunos problemas acuciantes para respaldar este desarrollo, tales como la escasez de mano de obra calificada, las exigencias de cumplimiento de plazos de entrega, el mejoramiento de la consistencia del color entre un trabajo y otro, las fluctuaciones en los precios de las materias primas y, en general, la atención a las exigencias impuestas por los estándares globalizados de calidad.

Mercado latinoamericano de envases frente a las tendencias globales

Las condiciones para el crecimiento de la industria de envases y embalajes, en América Latina, responden a factores demográficos y socioeconómicos particulares. Smithers Pira, en su estudio “The Future of Global Packaging to 2018”, señala que el crecimiento de la industria de envases y embalajes en las regiones emergentes está respaldado por factores como la creciente urbanización, las inversiones en vivienda y construcción, el desarrollo de cadenas de ventas minoristas, y los florecientes mercados de productos de cuidado de la salud y de cosméticos –todas fuerzas del mercado que efectivamente están teniendo lugar hoy en nuestros países latinoamericanos.

Estas condiciones están presentes en la mayoría de los mercados latinoamericanos y son motores para el crecimiento de la industria de envases y embalajes en la región. Datos presentados por Euromonitor International en su estudio para PMMI cuantifican en 508 mil millones las unidades vendidas en 2014 en la región, con proyecciones de crecimiento anual promedio de 2,8%, que aumentarían este número a 582 mil millones de unidades en 2019. (Ver gráfica 1).

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Gráfica 1 Fuente: Global Packaging Trends: Global Growth Markets for Packaging. Euromonitor International - PMMI

Acorde con las tendencias globales claramente identificadas, la composición de las ventas de envases y embalajes en América Latina prioriza a los empaques flexibles, de los cuales en 2014 se vendieron 144 milllones de unidades, con un peso importante dentro de estas de los empaques para galletas, productos horneados y dulcería. El estudio destaca también la fuerte presencia de los empaques flexibles en la categoría de cigarrillos.

Dentro del sector de bebidas, que tiene un peso predominante en la industria de empaques en todo el mundo, el análisis comparativo ofrecido por el estudio de Euromonitor International sobre el peso de 10 categorías de producto con la mayor participación en el mercado de empaques en América Latina, muestra a la cerveza como la de mayor demanda de envases, tanto de vidrio como de lata. (Ver gráfica 2).

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Gráfica 2 - Fuente: Global Packaging Trends: Global Growth Markets for Packaging. Euromonitor International - PMMI

Para el sector de bebidas resulta interesante, sin embargo, advertir que, en términos de crecimiento anual promedio, las bebidas energéticas y para deportistas, lo mismo que los jugos, son los que muestran mayores proyecciones de crecimiento para el período comprendido entre 2014 y 2019.

También en sintonía con el devenir de la industria en el mundo, empiezan a analizarse en foros y encuentros de la industria la necesidad enfocar la producción de los materiales de empaque desde una perspectiva que tenga en cuenta siempre las nuevas consideraciones exigidas por los consumidores. Para 2017, el grupo de investigaciones de la prestigiosa agencia de inteligencia Mintel, definió en el reporte Global Packaging Trends 2017 (7) algunas tendencias en este sentido, que estarán en el centro de atención de los productores y dueños de marca, como son: la relación estrecha entre la estructura del empaque y la marca para respaldar la identidad, la integración de elementos activos e inteligentes, y el mejoramiento de la experiencia de los usuarios a partir de los empaques.

Podríamos concluir esta mirada señalando que la industria latinoamericana avanza en una dirección de desarrollo permanente, con una autonomía y una capacidad de producción acordes con las exigencias de un mercado cada día más globalizado. En todo el mundo, el mercado de empaques se ve impulsado por el crecimiento de la población y el mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones de las regiones emergentes, de las cuales América Latina hace parte. Esta estrecha relación entre aumento poblacional, mayor bienestar y crecimiento de la industria de envases y embalajes representa una ecuación sólida para enfrentar los tiempos de cambio y, aunque puedan presentarse distorsiones como resultado de decisiones políticas unilaterales, las fortalezas y la solidez que la industria regional ha venido consolidando con el transcurso de los años le permitirá mantener su papel como un actor protagónico de la economía y el desarrollo en América Latina y del mundo.

Fuentes de información:

  1. Council on Foreign Relations (CFR), NAFTA’s Economic Impact, julio 2016
  2. México 2017 Estudios economicos de la OCDE las reformas dan buenos resultados, enero de 2017
  3. Comunicado de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), CPCN-014-2016, noviembre de 2016
  4. Euromonitor International, Global Packaging Landscape: Growth, Trends & Innovations, Informe compilado para el Instituto de Fabricantes de Maquianria de Empaque (PMMI), noviembre de 2015
  5. PRIMIR, Packaging in Emerging Markets: Latin America and Asia-Pacific, 2014
  6. Smithers Pira, The Future of Global Packaging to 2018
  7. Mintel, Global Packaging Trends 2017

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