Etiflexo C.A.: una historia de emprendimiento familiar

Las historias empresariales familiares en América Latina son muchas veces ejemplos de perseverancia y de la capacidad de mujeres y hombres emprendedores para superar obstáculos y consolidar estructuras productivas que generan empleo y contribuyen al crecimiento de las economías nacionales. Generalmente, nuevas generaciones de administradores continúan la trayectoria emprendida por sus antecesores, aplicando modelos gerenciales modernos que potencian el crecimiento de las empresas.

En Venezuela, el legado de un decidido empresario, Luis Eduardo Blanco-Uribe Oricchio, fundador de la empresa Etiflexo, C.A., entre otras, avanza hoy de la mano de su hijo Kevin Eduardo Blanco-Uribe Aladejo, como un paradigma de visión de futuro y de la capacidad de adaptarse a entornos económicos complejos, para conformar un grupo empresarial que hoy demuestra un marcado liderazgo en la producción de etiquetas y empaques en la región.

Los inicios
A finales de los sesenta,  Luis Eduardo Blanco-Uribe Oricchio trabajaba en el área financiera de la firma de capital extranjero Etiquetas Meyercor, proveedora de clientes transnacionales quienes adquirían nacionalmente las etiquetas para sus productos.  El joven emprendedor, justamente calibrando el potencial del sector, decidió incursionar y fundar la primera empresa nacional de etiquetas autoadhesivas, inicialmente fabricándolas con hot stamping.

Para ese entonces Etiflexo contaba con una sola máquina y un único empleado en producción, quien se encargaba de la impresión, el refile y el empacado  de las etiquetas. Dado el éxito obtenido con su primera máquina, este joven empresario venezolano volcó todo su entusiasmo a la adquisición de nueva maquinaria, y a contratar personal para el área de ventas y producción, todo con el fin de consolidar su empresa y de ampliar sustancialmente su capacidad, logrando así posicionarse en el mercado de la producción de etiquetas autoadhesivas, no-autoadhesivas y empaques de calidad, en todo el territorio venezolano.

Pasados 25 años de trabajo y mucho crecimiento, las condiciones del mercado y la competencia de otras empresas llevan a Etiflexo C.A. a una situación de dificultades económicas que hace vislumbrar la posibilidad de un cierre de sus operaciones.

El deterioro en la salud y el fallecimiento de Luis Eduardo Blanco-Uribe Oricchio coinciden con esta coyuntura empresarial de Etiflexo C.A.,y de otras empresas del grupo, y todo ello conduce al imperativo de definir rápidamente el futuro de la empresa. En este momento Kevin Eduardo Blanco–Uribe Aladejo, hijo del fundador y para entonces un joven de 19 años, asume las riendas de la empresa y comienza una trayectoria que avanza hoy a pasos agigantados. Con equipos desactualizados Kevin Eduardo —cuyos estudios como abogado difieren diametralmente de los trabajos de papel autoadhesivo, clisés, tintas, entre otros sustratos— emprende una batalla para superar las dificultades y situar de nuevo a Etiflexo C.A. en el campo de juego.

Kevin Eduardo toma cursos de administración, economía y producción y se sumerge a fondo en los rigores diarios de un trabajo exigente y lleno de vicisitudes. Vencer la resistencia de los clientes fue una de las primeras tareas emprendidas por él; superar la desconfianza que despierta la juventud del nuevo director de Etiflexo, C.A. fue un proceso que tomó algún tiempo y que el empresario logró superar con éxito, acudiendo a su persistencia y al trato directo en las operaciones de ventas, administración, producción, despachos y hasta de los cobros mismos por los trabajos realizados.

Madurez tecnológica
La juventud de Kevin contrastaba drásticamente con la edad de los equipos y de las máquinas de Etiflexo.Algunos modelos antiguos de máquinas  letterpress, de hot stamping, y una prensa flexo de tambor central de tres colores, además de una máquina refiladora de mesa, conformaban toda la capacidad instalada de la empresa. Pero la visión de Kevin Eduardo estaba centrada en la modernización de la compañía y en la adquisición de tecnologías avanzadas que permitieran posicionar a la empresa en el mercado venezolano, con productos de alta calidad, dándole valor agregado al mismo, y fabricando nacionalmente empaques que anteriormente se importaban.

Con la confianza que generaron Kevin Eduardo y el equipo de Etiflexoentre sus clientes y en los bancos venezolanos, y dado al arduo trabajo y crecimiento sólido y sostenido, esta decisión de modernización se tradujo en la adquisición de nueva maquinaria de impresión de última tecnología, máquinas de inspección, refile y fotograbado, entre otros, con lo cual se consolidó la capacidad de producción de la empresa, en su mayor parte apoyada en tecnologías de impresión y conversión de los fabricantes Mark Andy y Nilpeter.

En su empeño Kevin Eduardo quería cumplir, además, con el sueño de su padre de poder ejecutar internamente los procesos necesarios para la producción, y tener los servicios dentro de su propia empresa. “Me molestaba mucho que los proveedores me quedarán mal”, recuerda Kevin Eduardo, y esto lo llevó a adquirir todo el sistema digital para la producción de fotograbado, que se complementa con equipos de procesamiento de planchas y unidades especiales de finalización y gestión de los procesos.

Simultáneamente, Etiflexo amplió su capacidad de impresión con máquinas flexográficas modernas, que permiten hoy lograr una calidad similar a la ofrecida por la litografía. “He sentido siempre una gran pasión por la flexografía, por las ventajas que ofrece. La flexografía es un proceso muy difícil, porque si no se tienen controladas todas las variables nunca se va a lograr una calidad alta de impresión. Por eso la gente evita mucho a la flexografía. Es un proceso de rigor y de muchos controles”, afirma Kevin Eduardo. “Veo que se pueden hacer muchos tipos de empaques con flexo, y la tendencia del mercado va hacia las mangas termoencogibles”, agrega. Una percepción que lo decidió a invertir en máquinas de tope de línea, luego de consultar de cerca las necesidades de sus clientes.

Hoy la confianza de Kevin Eduardo en la impresión flexográfica abre el espacio para la incursión en el mercado de cajas plegadizas decorativas: “Luego de consolidar la impresión flexográfica de empaques queremos entrar en el mercado de plegadizas; este será el nuevo proyecto para 2015”. Este tipo de productos, que se imprimen a altas velocidades en máquinas offset, resultan muy complicados por las tareas adicionales de barnizado, troquelado, corte, etc., “pero en flexografía, teniendo el secreto de los controles, resulta más sencillo”, afirma Kevin. Igualmente, para cubrir una creciente necesidad de atender los tirajes cortos de materiales de empaque,Etiflexoincursionó en la impresión digital, para producir materiales por demanda para aplicaciones comerciales y productos de punto de venta.

La estrategia de inversiones de Etiflexo y de las demás empresas del grupo está centrada en un proceso de consulta con los clientes y proveedores. “Yo hablo con los clientes, entiendo sus requerimientos luego de consultarles cuáles son sus problemas, y les preparo un proyecto que se ajuste a sus necesidades. Del mismo modo, con los proveedores de las máquinas investigamos cuáles son aquellas soluciones que ofrecen las mejores soluciones a los problemas comunes que se presentan”, observa Kevin Eduardo.

Confianza en el país y su gente
A medida que consolidaba su empresa, Kevin Eduardo acrecentaba la confianza de los clientes y de los bancos y abría así la posibilidad de emprender nuevos proyectos de crecimiento. La presencia de importantes empresas internacionales en su base de clientes sirvió también como motor para impulsar el desarrollo de Etiflexo. A pesar de las dificultades económicas y políticas que ha vivido Venezuela en años recientes, la decisión de invertir en la empresa se mantuvo y se refleja hoy en la capacidad de atender a más de 320 clientes, muchos de ellos con exigencias de calidad ceñidas a exigentes parámetros globales, como es el caso de P&G, Parmalat, Avon, L’Oreal, Unilever y muchos más, que encuentran hoy en Etiflexo, C.A. la respuesta a sus necesidades de empaques y de manejo eficiente de sus marcas.

La confianza en su trabajo y en su equipo humano hace de Kevin Eduardo un empresario seguro en el futuro de su país, “las dificultades de todo tipo generan pesimismo”, señala, “pero si uno se encuentra dispuesto a dar el todo por el todo, y atiende responsablemente su área, aprovecha las oportunidades y cubre los requerimientos, no hay razón para que nos vaya mal. Hay que crear una coraza para no contagiarse de tanto negativismo”,  asegura con convicción este emprendedor venezolano.

Esta concepción y el respaldo de sus clientes llevó a Etiflexo, C.A. a conformarse como un conjunto empresarial, del que hoy hacen parte además: el Grupo Flexo, C.A., a cargo de las importaciones y la atención de las necesidades especiales de los clientes; Etiflexo, C.A. mismo, que dedica su producción a la línea de etiquetas autoadhesivas y no-autoadhesivas; Etiflexenco, C.A., filial encargada de las operaciones del diseño, impresión digital, elaboración de clisés de nylonprint y clisés flexográficos, mallas de serigrafía, rótulos, pendones, vallas, material de publicidad, microperforados y la línea de materiales para puntos de venta; y Flexo Packing C.A., la división más reciente del grupo, a cargo del área de películas, mangas termoencogibles y proyectos próximos de producción de cajas plegadizas en flexografía; y finalmente pero no menos importante Flexo Tape, C.A., encargada de la producción de cintas de embalaje impresas y no impresas.

Etiflexo es hoy la única empresa del área de producción de empaques con la certificación internacional para Mercosur, lo cual le abre una amplia perspectiva de proyectarse internacionalmente, para ofrecer en otros mercados los mismos servicios y productos que la han destacado en Venezuela. Detrás de esta proyección y del desarrollo de las empresas del grupo se encuentra la visión empresarial de centrar las estrategias de crecimiento en la gente: “Me gusta rodearme de gente valiosa, venezolanos jóvenes y veteranos que estén muy capacitados, muchos de ellos provenientes de empresas internacionales de otros sectores”, señala Kevin Eduardo.

Cultura de calidad y sostenibilidad
La conformación de la sólida base de clientes del grupo de empresas se fundamenta en la calidad de los servicios y los productos recibidos, y en el trato y el profesionalismo de sus directivos y empleados. “Siempre he querido demostrar que en América Latina podemos tener lo mismo que en los países del primer mundo. Hemos recibido elogios de los proveedores de máquinas y equipos, que afirman no haber visto ni siquiera en Estados Unidos una planta con niveles tan altos de automatización, limpieza, control de los procesos, buenas prácticas de manufactura, tratamiento de aguas y plantas eléctricas, y proyectos de reciclaje”, entre otros aspectos que destaca Kevin Eduardo como características de sus empresas. En Etiflexo existe una clara conciencia de las exigencias del mercado, y a estos requerimientos dedica su atención, optimizando y controlando cada fase de la producción, desde el inicio de los negocios hasta la puesta en el mercado de los productos de los clientes.

Observando modelos de clase mundial para la gestión de la calidad, Kevin Eduardo ha conformado un departamento que integran profesionales de primera línea, y que han desarrollado estándares distintos a los de otras empresas de empaques. “No solo contamos con buenas prácticas de manufactura, sino que prestamos especial atención a la ergonomía, la sostenibilidad, la contaminación sonora y a cada uno de los procesos, para los cuales desarrollamos manuales y reportes. Hemos sido auditados por empresas transnacionales, y contamos con certificaciones para actuar como proveedores internacionales”.

Un ejemplo empresarial
La trayectoria de Etiflexo C.A. y de su presidente va más allá del ámbito industrial y empresarial para convertirse en una historia de vida marcada por la persistencia y el deseo de preservar un valioso legado de trabajo, con una consciencia clara de la responsabilidad de una empresa en la generación de desarrollo y bienestar. Ante las circunstancias difíciles que ha vivido Venezuela en años recientes, la labor emprendida es aún más meritoria, y la historia personal de Kevin Eduardo Blanco-Uribe Aladejo más que admirable.

Este joven entonces inexperto, que aprendió de flexografía dejando de lado sus estudios de abogado; que en ocasiones trabajaba frente a la prensa la noche entera por no poder pagar horas extras a sus trabajadores, pero que con el respaldo de aquellos pudo cumplir muchas veces con los pedidos de sus clientes, hoy es todo un experto técnico y tiene claramente definidas sus metas y compromisos: “Venezuela necesita tener una producción nacional y es lamentable que mucha gente no invierta. El país necesita empresas y nuevos desarrollos, y nosotros estamos dispuestos a ser partícipes de este propósito, y a cumplir con los deberes que tenemos como ciudadanos y empresarios de fomentar la producción y el empleo nacional”.

Este artículo viene de la revista impresa con el código 0514ETIFLEXO.