Ejercicio de futurología en empaques

Interactuamos con los empaques en muchos momentos de nuestro día, en múltiples lugares y ocasiones. En el desayuno, cuando caminamos hacia el trabajo, dentro del carro, en nuestros descanso. Pues bien, nos estuvimos preguntando qué pasaría si en cada una de estas interacciones los empaques sirvieran de agentes transformadores, simplificadores y facilitadores de nuestras vidas. Incluso llegando al punto, por qué no, de modificar del todo procesos o realidades del mundo actual, como el reciclaje, el etiquetado, o la publicidad.  Entonces, al interior de nuestra firma de branding y diseño especializado en envases, ImasD, quisimos hacer un ejercicio para intentar “predecir” como podrían ser los empaques del futuro, y cómo interactuarían con ellos los usuarios.

Los envases promueven experiencias con los usuarios a través de los cinco sentidos. Este fue nuestro punto de partida. Nos trazamos entonces como objetivo pensar cómo podrían los empaques del futuro impactar nuestros sentidos. Por ejemplo, en el plano visual, imaginamos empaques que cambian constantemente sus etiquetas, como en una especie de mini-pantallas LED. Es decir, que desde la dirección de la marca pueden variarse de forma digital las artes de las etiquetas, y cada una de ellas a su vez sirve de canal para realizar promociones en línea, o para fijar precios con estrategias de rápido impacto en punto de venta, todo ello sin tener que reemplazar o cambiar el producto/envase.

En relación con el sabor, nuestro equipo creativo visualizó envases comestibles dotados del sabor del alimento envasado. Envases que pueden consumirse junto con el producto interno, similar a las frutas en las que es posible comer simultáneamente el contenido de la fruta, y su cáscara.

En nuestro ejercicio “vimos” empaques dotados de moléculas que permiten proteger el producto interno de los rayos UV, del oxígeno, alargando así su vida útil no en días y meses, sino en años. Imaginamos empaques que cambian de color o de forma cuando los productos que contienen han expirado.  

Soñamos con un futuro en el cual los empaques son verdaderamente personalizados, y totalmente adaptados a las necesidades muy puntuales de grupos objetivos de la población. Por ejemplo, envases concebidos especialmente para personas con ceguera o discapacidad visual en los que todas sus principales características están pensadas para reforzar sus  aspectos táctiles.  

Visualizamos empaques para personas que padecen artritis, que hacen más fácil su manipulación y apertura; o envases especialmente diseñados para bebés, o para personas de la tercera edad; o envases de muy larga vida para prestar servicio a poblaciones ubicadas en lugares remotos, o en áreas de difícil acceso y condiciones.

Creamos mentalmente materiales innovadores para empaques, como tejidos o telas de alta tecnología con barreras y fibras especiales que se puedan doblar, lavar y volver a usar como material de embalaje.

Imaginamos un mundo futuro donde los empaques son recolectados por sus propias empresas fabricantes/dueñas de marca para su reutilización o reciclaje, optimizando así el uso del  material, y contribuyendo a cuidar el planeta. En este ejercicio de visión futurista pensamos, también, en una línea de envases genéricos diseñados para recargar el producto en supermercados exclusivamente dedicados a este fin. A ellos se puede acceder en carro, o hacerles los pedidos por internet. Visualizamos, además, empaques que pueden desecharse en instalaciones de compostaje construidas en el interior de los propios hogares de los usuarios.

Creamos mentalmente empaques que se comprimen y expanden, que cambian de forma y se adaptan al carro o la cartera, para ser altamente portables y modificables.

Aunque el resultado de este ejercicio de futurología en envases en algunos casos podría sonar a “ciencia ficción”, solamente observando el desarrollo tecnológico y las aplicaciones de hoy parecería estar mucho más cerca de lo imaginado.  Esta reflexión es el resultado de una lluvia de ideas de nuestro equipo de mentes creativas de ImasD, que bien puede servirles de inspiración para la innovación, para empezar a construir el futuro de los empaques hoy mismo.