Eco-diseño de empaques

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Conceptos como la sostenibilidad y el diseño responsable, eco-social y verde han sido asociados al desarrollo del producto y su empaque en los últimos años, tanto por posicionamiento de marca como por la demanda de un mercado que aumenta su preocupación por conocer el impacto ambiental de lo que está comprando, y los beneficios de adquirir un producto comparado con otro. De igual forma los fabricantes se enfrentan a un consumidor cada vez más informado y menos conforme con la comunicación ambiental que se les ofrece. Y ello influye mucho a la hora de optar por una marca versus otra; un mercado cansado de ver etiquetas “verdes”, “amigables con el ambiente” y “responsables” que no presentan información y sustento del “porqué”.

¿Qué es el eco-diseño? Es el diseño que permite reducir el impacto ambiental de los productos o servicios en cada fase de su vida útil, desde su elaboración hasta el fin de uso (ISO-14006:2011).

El reto de eco-diseñar un envase
El diseño de envases es una de las profesiones más demandantes de esta disciplina. El envase será la cara que verá el cliente, el primer impacto del producto, y el que se encarga de ese momento clave en el que el cliente toma la decisión definitiva de compra. El envase debe resolver aspectos de seducción de último momento para convencer al cliente. Este contacto final debe respetar el trabajo que hay detrás: la concepción de la idea, el diseño del producto, y los procesos de promoción y venta diseñados para un mercado específico.

El envase tiene como funciones principales la protección del producto durante toda su etapa de distribución (para garantizar su perfecto estado hasta cuando llegue a manos del cliente y del consumidor), así como la comunicación de aspectos legales y normativos de cada país, y del contenido y las funciones del producto. El envase es un objeto que mezcla función y comunicación en un solo material. El reto de diseñar un envase que cubra las necesidades de protección, comunicación y seducción no es fácil. Involucra horas de trabajo, material, pruebas, prototipos e investigación y, fundamentalmente, conocer al cliente y al consumidor para atraer su atención y lograr la venta del producto.

Al integrar las herramientas de eco-diseño a un proceso general de desarrollo de un envase (de por sí complejo y ajustado a tiempos preestablecidos) el reto aumenta. Contar con un equipo de trabajo multidisciplinario es fundamental. Un equipo que conozca de mercados, producto, diseño, atracción y, sobretodo, que tenga conocimientos para evaluar los “impactos ambientales en el ciclo de vida del empaque”. Esta combinación de habilidades nos permitirá comparar distintos procesos, mejorar la selección de materia prima, solucionar problemas de logística y hacer más eficiente el sistema de distribución, gracias al cual el usuario puede obtener y utilizar el producto.

Esta última etapa de uso es fundamental en el ciclo de vida: ¿cómo serán utilizados el producto y el empaque? En esta fase cada usuario hará distintas cosas, los patrones de uso y de consumo serán distintos en cada región, cultura, modelo económico, etc. Sin embargo, al diseñar un envase se pueden forzar ciertos límites de uso a través de la forma, la función y el modo de comunicar su utilización. De esto dependerá, en muchas ocasiones, el eficiente empleo de recursos naturales en la etapa de uso del producto o del empaque. Las etapas anteriores definen el producto, pero no se debe olvidar que tendrá un fin de vida, una transportación final y que, tal vez, se pueda reintegrar a otro sistema productivo por medio de la valorización y el reciclaje de los materiales.

Las herramientas de eco-diseño y el pensamiento de ciclo de vida permiten entregar un producto que cumpla con las necesidades del cliente, el fabricante y el distribuidor. Simultáneamente, el producto tendrá impactos ambientales significativamente menores a otros que no han integrado estás herramientas en su concepción y el diseño.

Eco-Diseño de empaque para calzado mexicano
 En unas cuantas líneas hemos descrito la esencia del proceso de eco-diseñar un producto y un empaque. Tener un equipo capaz es la base; el contacto con el cliente y la libertad de propuesta son fundamentales.

Las bases y fundamentos del diseño de empaques cambian de rumbo al darnos cuenta que el embalaje de calzado es distinto a cualquier otro. Se le puede describir como un contenedor que tiene contacto inmediato con el producto pero, a diferencia de otros empaques, no será el último contacto con el cliente. El cliente será seducido por el producto directamente en tiendas, o gracias a la publicidad. El producto por sí mismo induce a la compra. El envase en muchos casos es solo un estorbo para el cliente que prefiere dejarlo en las tiendas, su interés está directamente en el calzado.

Sin embargo, el calzado debe llegar en perfecto estado hasta el usuario. Los distribuidores deben realizar su trabajo con las medidas estandarizadas de transporte, logística y facilidad de manejo. Así mismo el distribuidor final debe ser capaz de identificar la talla y el modelo en el momento de la venta sin tener que abrir cada uno de los empaques. Por estas razones el envase de calzado debe cumplir una necesidad de protección y comunicación hacia el distribuidor final.

Pero, ¿qué pasa si logramos comunicar más y llegar más allá del distribuidor? Encontramos que era necesario cumplir con las necesidades antes descritas y, también, que podíamos lograr más si nuestro envase tenía una mayor relación con el producto; ser más que un contenedor para su distribución.

En México, a partir de un proyecto exitoso de ecoetiquetado del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, 2011) en el sector calzado, se observó la importancia de incluir aspectos de eco-diseño en el empaque para cumplir con los criterios de la certificación.

En este artículo queremos compartir con ustedes la experiencia en el eco-diseño de las cajas de zapatos para niños y para botas vaqueras.

En el caso del calzado para niño el cliente es, por lo general, un adulto y un usuario infantil. Por ello el empaque debía comunicar los beneficios ambientales, tanto para el cliente, como para el usuario. La reducción de tintas en impresión fue una necesidad principal. Logró comunicar nuestro mensaje empleando solo una tinta y brindó información al usuario para que el empaque pudiera tener un segundo uso como un objeto que podía ser explotado por la imaginación de los niños y, una vez cumplida esta función, ser desechado para su separación y reintegración a un proceso productivo basado en cartón reciclado.

La selección de materiales involucró conceptos en metal, madera y plástico, pero el análisis nos regresó al cartón. Un material que por décadas ha ido de la mano de la industria del calzado y que, sobretodo, lograba reducir costos de fabricación y aumentar la vida útil del producto a través de la comunicación. El secreto de este proyecto de eco-diseño se basa en generar una idea, comunicarla a los niños y elevar la función del empaque con respeto de los estándares de medidas internacionales de distribución y señalización para el envase.

El diseño del empaque de las botas vaqueras representó un desafío diferente. Un mercado basado en un cliente y consumidor adulto que busca la calidad y el trabajo artesanal del diseño, y basado también en el cuidado que la empresa pone en cada uno de los modelos que sale de la tienda.

El aspecto fundamental a tomar en cuenta era la reducción de tintas en la impresión del  envase. Pero a través del análisis encontramos que las medidas y los materiales podían ser modificados para lograr la función de protección, y para permitirle al distribuidor ofrecer botas en excelente estado aun tratándose de productos de importación.

En este caso nos preocupaba el cuidado de la bota después de ser vendida. Por ello, diseñamos un empaque a base de celulosa moldeada que elimina las protecciones que el empaque anterior tenía en su interior para aislar una bota de la otra. El nuevo envase logra esta función con una sola pieza de cartón moldeado; además es capaz de contener distintas tallas y marcas, que se distinguen gracias a una fajilla colocada en el exterior. El envase comunica la protección que puede proporcionar después de la compra, e  incita al cliente a llevarlo con él y a darle un segundo uso para el cuidado post-compra. Al descartarse, su proceso de fabricación y su materia prima permiten el reintegro prácticamente inmediato a un proceso de reciclaje de papel o cartón.

Conclusión
El eco-diseño de empaques nos demuestra que no hay una fórmula establecida para lograr el éxito. Es necesaria la investigación de cada uno de los aspectos de ciclo de vida, y de los patrones de uso y consumo de los clientes y consumidores, con la finalidad de obtener un producto con mayor relación con su empaque, y menores impactos ambientales en cada una de las etapas, junto a un aumento significativo de la función. El eco-diseño es la herramienta que marca un proceso evolutivo en el diseño, no es solo una moda, es un umbral entre el pasado y el futuro de los objetos.

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