Congreso Latinoamericano de Envases Retortables finalizó exitosamente

Congreso Latinoamericano de Envases Retortables finalizó exitosamente

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Con la participación de especialistas líderes en sus diferentes ramos concluyó el Primer Congreso Latinoamericano de Envases Retortables, que se llevó a cabo en la Ciudad de México este 30 de mayo, organizado por la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE) y la empresa de consultoría Packinnovation.

“Fue un congreso exitoso, pudimos conjuntar a la mayoría de la gente que son líderes dentro de su ramo y pudimos también convocar a la gente que estaba muy interesada en este tipo de tecnologías para crecer su negocio”, afirmó Jorge Maquita, director y fundador de Packinnovation.

El directivo consideró que la calidad y profundidad de los temas presentados estuvo acorde al interés de los asistentes, quienes aprovecharon las sesiones para aclarar dudas, así como la oportunidad de relacionarse con los especialistas y proveedores de tecnología como Bemis, Alliedflex, Toyo Ink, JBT Food Tech, Avure Technologies, UBE, entre otras.

Por su parte, Sonia Ibarreche, gerente de Marketing de la AMEE e Hiram Cruz, director general de la misma, aseguraron que se cumplió el objetivo de darle a los asistentes herramientas para implementar sus proyectos de envases retortables.

Mercado potencial

Los envases retortables han venido a modificar aspectos de la vida cotidiana y sobre todo a participar dentro de los cambios en hábitos de compra, económicos y demográficos, incluso, en cambios logísticos tanto en México como en el mundo.

Si bien desde la década de los 80 empiezan a surgir nuevos desarrollos con envases plásticos y retortables —explicó Hiram Cruz, director general de la AMEE— hoy en día todavía en el mercado hay una gran participación de envases como las latas y el vidrio, por lo que hay un gran potencial por explotar.

Los envases plásticos siguen predominando en el mundo. El potencial global del mercado de los envases retortables es de cerca de 50.000 millones de unidades; sólo en Estados Unidos es de 15.000 millones, en Europa de 10.000 millones, en Japón de 1.000 millones y en América Latina poco menos de 1.000 millones de unidades.

En México estimamos un potencial de 200 millones de unidades, se han hecho muchos esfuerzos y se ha trabajado mucho en innovación, desarrollo e implementación de los envases retortables en las diferentes industrias, sin embargo, el reto es interesante si lo comparamos con las latas y envases de vidrio, todavía la carrera es larga e intensa, porque en México se producen alrededor de 3500 millones de envases metálicos enfocados al sector de alimentos que son un target importante para envases retortables, en el caso del vidrio son alrededor de 1500 millones de unidades”, dijo Hiram Cruz, durante su conferencia.
 
El potencial de mercado de los envases retortables en el país es apenas un 3,3% de los 6000 millones de envases que actualmente se hacen en hojalata y vidrio, lo que abre una enorme oportunidad de negocio para este tipo de envase.

En Estados Unidos cada vez se suman más productos alimenticios al potencial de 15.000 millones de envases retortables, lo que podría llegar por inercia también al mercado mexicano, pues habrá que considerar lo que busca el consumidor actual como la conveniencia de los envases aunado a los alimentos de fácil preparación; facilidad de apertura; el poder resellar; que se puedan meter al microondas, y facilidad para comer.

El directivo reconoció que este sistema de envasado puede resultar costoso, y su velocidad de llenado quizá no se compara con otros sistemas de envasado, ni siquiera la vida de anaquel que se logra frente a las latas, por ejemplo; sin embargo, consideró que conforme avance su desarrollo irá siendo una tecnología cada vez más competitiva con respecto a otros sistemas.

Para Jorge Maquita, director y fundador de Packinnovation, desde su surgimiento hasta nuestros días el envasado retortable ha ganado terreno con historias de éxito, ya que puede convertir un alimento commodity como el arroz en un producto de alto valor agregado con márgenes de ganancia interesantes y una mayor penetración de mercado.

Durante su conferencia en el marco del congreso, el especialista comentó que el atún fue una de las primeras introducciones fuera de la lata, y ha tenido una gran penetración gracias al envase retortable, pues le da mucho más que las propiedades organolépticas, ya que conserva las propiedades alimenticias o nutricionales del alimento contenido, logrando la preferencia de los consumidores por el mejor sabor y textura.

Otro segmento que ha sido un éxito, sobre todo en Estados Unidos y Europa, es el de alimento para mascotas que ya es casi del tamaño del de alimento para humanos, de hecho, entre 1997 y 2002 creció 47% y continuará con crecimiento de dos dígitos en los próximos años. Un tercer segmento está en alimento para bebés, cuyo potencial de mercado es de 1500 millones de unidades.

Ante estas posibilidades y ventajas, Jorge Maquita recomendó a los interesados en adoptar esta tecnología tener un enfoque integral en todo el proceso de implementación y tomar en cuenta la formulación del producto, ya que no se puede agarrar un producto que se hacía en lata y luego meterlo a un retortable, sino que se debe formular el producto específicamente para este tipo de envase.

Se requiere hacer ingeniería de planta para saber cómo diseñarla para evitar la contaminación y cumplir con todas las regulaciones; el envase, embalaje y equipo de envasado tiene que ser especial; la parte de autoclave requiere control de calidad y se debe considerar que hay retortables en vidrio, lata, flexible, termoformados, botellas, y otros.

Mencionó que actualmente ha habido barreras para un crecimiento más acelerado de envases retortables en América Latina, particularmente en México, por lo que todavía hay mucho por hacer en este tema: “El desarrollo se ha dado pero en realidad hay un gap enorme, hay una oportunidad muy interesante para la industria, pero al mismo tiempo también es el envase mal entendido, es todo un sistema que tenemos que atacar para que esto funcione”.

No obstante, el especialista comentó que hay un buen futuro para los envases retortables en el mercado latinoamericano y en especial en el mexicano, pues las posibilidades son muchas.

En su intervención Denise Calamusa, presidente y fundador de Alliedflex Technologies, dijo que el mercado está cambiando de manera acelerada y las empresas se han dado cuenta que deben desarrollar nuevos productos, y hoy más que nunca necesitan maquinaria que les permita no sólo nuevos productos con nuevos empaques, sino nuevos empaques para los productos ya existentes.

Explicó que las necesidades de los consumidores hoy están cambiando, pero algo a considerar es que 60% de ellos están dispuestos a pagar más por envases que ofrezcan facilidad de almacenamiento, capacidad de resellar, fácil apertura y una vida útil más larga.

De modo que para atender estos cambios, se requieren soluciones tecnológicas, por lo que el directivo presentó diferentes opciones de maquinaria para envase retortable, sin embargo, destacó que es fundamental la colaboración entre los proveedores de maquinaria y de materiales para generar innovaciones exitosas en envasado retortable.

Tecnología de materiales

Por su parte, José Antonio Villalba, director fundador de NVS Packaging Solutions, mencionó que hay más de 20 tipos de películas y más de 60 combinaciones de estructuras utilizadas para la fabricación de bolsas retortables, con lo que se da respuesta a las necesidades técnicas de una bolsa retortable que debe tener de 1 a 3 años de vida de anaquel, tener resistencia al manejo, resistencia a la temperatura (121ºC a 135ºC), resistencia al vapor sobrecalentado, resistencia a productos agresivos, hermeticidad, y resistencia a la presión interna.

Además, debe contar con propiedades de barrera al oxígeno y al vapor de agua; resistencia a la punción y rigidez; estabilidad térmica de películas, tintas y adhesivos; fuerza de laminación; fuerza de sello y resistencia al estallamiento.

De ahí que los principales materiales utilizados para envases retortables son el PET (que provee resistencia a la temperatura, la punción y rasgado, estabilidad dimensional y es base para impresión); el foil de aluminio (provee barrera contra oxígeno, agua, luz, grasas, olores, rigidez); el Nylon (para resistencia a la punción y abrasión); el polipropileno cast CPP (alta fuerza de sello, flexibilidad, compatibilidad con alimentos), los adhesivos (termoestable, alta resistencia química, altas fuerzas de adhesión, sin migración a alimentos) y las tintas (estabilidad térmica y alta adhesión).

Emilio Morales, de Kuraray América, abundó sobre las ventajas y desventajas del EVOH en envases flexibles de barrera, por lo que destacó que antes que nada se debe determinar qué se va a envasar y saber su pH, actividad de agua, grasas, cantidad de vitamina, antioxidantes y demás información.

En particular, dijo el especialista, el pH y la actividad de agua, además de las vitaminas, en especial la vitamina C que es difícil de conservar y empacar, y la presencia de oxígeno, son factores que van a determinar qué tipo de procesamiento se elige.

Y es que en la actualidad, si bien el EVOH se ha convertido en una opción para atender estas problemáticas en el procesamiento, ya que es una resina termoplástica, y entre menor contenido de etileno es más alta la barrera, es más difícil de procesar y es más rígida, por el contrario, entre más etileno logra más estabilidad térmica y flexibilidad.

El problema es que el peor enemigo del EVOH es la humedad y a partir de 85% de humedad comienza a perder su barrera, pero hoy en día, se puede solucionar este problema utilizando desencantes, es decir, se aditiva con componentes inorgánicos.

En tanto, Ranganath K. Shastri, de Expert Plastics Solutions de México, se enfocó en la tecnología de materiales para envases retortables termoformados, por lo que enumeró los materiales que proveen rigidez, estabilidad térmica y alta barrera a WVTR como PP, PSAI, PET, y PETG, mientras que los materiales que ofrecen alta barrera al oxígeno son el EVOH, PVDC y poliamida amorfa.

En la ronda de exposiciones sobre materiales, José Lelo de Larrea, de Milacron, destacó que en 200 años de existencia de la lata, ésta no ha cambiado hasta que llegó Klear Can de Milacron, una ‘lata plástica’ totalmente transparente, que ha sido validada por la FDA y aprobada para dos años de vida de anaquel.

Esta ‘lata plástica’ es muy ligera, lo que significa menor costo de transporte, además es apilable y contra abolladuras; se puede hacer en cualquier tamaño; es reciclable, se puede meter al microondas y es resellable. Requiere una inversión mínima, ya que está diseñada para correr en líneas de latas convencionales, sólo se requiere adecuar el engargolado.

Sobre el tratamiento térmico de alimentos en envases flexibles habló Jean-Charles Ravoux, director de Lagarde Autoclaves, quien mencionó los tres tipos de procesos de inmersión para procesamiento de alimentos: el de contrapresión, cuyas ventajas son el calentamiento rápido y el uso de accesorio simplificado para botellas, pero con la desventaja del tiempo de sostenimiento largo y el alto consumo energético, entre otras.

El proceso por spray de agua o ducha de agua tiene la ventaja de capacidades de carga en algunos envases y aplicaciones específicas, la desventaja es el efecto paraguas para bolsas y charolas, tiempo de calentamiento largo y alto consumo energético. El tercer proceso, el de vapor aire, tiene un tiempo de calentamiento rápido, y es ideal para envases flexibles y semi-rígidos, distribución de temperatura homogénea y consumo energético eficiente; su desventaja son los canales de ventilación que limitan la capacidad de carga.

En su turno, Edmundo Romo, de Avure, detalló las ventajas del HPP (High Pressure Processing), un método de conservación natural de alimentos, pues en su opinión responde a las demandas del consumidor actual, más preocupado por consumir alimentos saludables.

El HPP es un método que puede conservar los alimentos en sus características naturales y mantiene a los alimentos empacados libres de patógenos. El primer beneficio es conservar los alimentos de forma natural, pero además conserva sabores, color, etiquetas limpias, y evita el exceso de sal, azúcar, etc.”, afirmó.

Este método funciona mediante ultra alta presión para matar bacterias como Listeria, E. coli, y Salmonella, que son inactivadas sin afectar la frescura, nutrientes y sabores de los alimentos empacados. Extiende la vida de anaquel, no utiliza calor ni conservadores, ofrece nuevas oportunidades para productos refrigerados y es una opción para nuevos productos premium.

Sonia Ibarreche, gerente de Marketing de la AMEE, habló de los aspectos de marketing de los empaques como un elemento fundamental para ganar mercado y consumidores fieles a las marcas, para lo cual enumeró las características del consumidor actual, en particular, de la generación Millenial que está más informada y busca opciones saludables, sustentables e innovadoras.

Presentó siete aspectos a considerar para el diseño de empaques: los jóvenes son un mercado de alto potencial y buscan productos innovadores; hay tendencia a la personalización de productos en todas las categorías; el minimalismo en el que se consideran elementos de calidad; la transparencia en empaques que muestren su contenido es ya una tendencia; los empaques sustentables son una exigencia actual; los empaques que tienen un uso después de consumido el producto tienen preferencia entre los consumidores; la tecnología que permite interactuar con el producto y la marca es una demanda actual.

Finalmente, Ernesto Boleaga, de Grupo Pinsa, presentó el caso de éxito del atún Dolores en el envase retortable conocido como CupCan y con el cual revolucionaron la categoría del atún en México y abrieron nuevos segmentos de mercado en el país, donde incluso se convirtieron en una opción saludable entre los niños.

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