Cómo implementar un certificado de análisis y control estadístico de procesos en impresión

Cómo implementar un certificado de análisis y control estadístico de procesos en impresión

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Para la mayoría de las compañías de productos de consumo (CPCs, por su sigla en inglés), el control del proceso no es sólo un término. Es una prioridad. Imagine que va al supermercado y toma de la estantería dos botellas de la misma soda, y termina descubriendo que su sabor no es igual. Los fabricantes de bienes de consumo no pueden darse el lujo de tener inconsistencias en sus flujos de trabajo. Las compañías fabricantes de productos de consumo utilizan lo que ellos llaman el control estadístico de proceso en todos los aspectos de su negocio ¡con excepción de la impresión!

El control estadístico de procesos implica tomar los datos y analizarlos a través de criterios específicos para medir el nivel de control sobre un flujo de trabajo. En la impresión, este se utiliza para regular aspectos básicos, como la desviación estándar, el rango, y puede incluso incluir Delta-E, radios de capacidad, etc. Las CPCs quieren mantener a los impresores ceñidos a estas normas. Pero incluso los mejores impresores están hoy batallando para alcanzar los objetivos básicos para estos elementos.

Los impresores flexográficos encuentran dificultades con este tema en parte por la presencia de tantas variables en nuestro proceso. Además, muchos impresores no están ni siquiera controlando los procesos que tienen. La densidad es un buen ejemplo. Podría pensarse que tenemos ya la densidad bajo control. Pero no es así, por diversas razones. Una de estas es que muchos impresores flexográficos no tienen control sobre sus tintas. Estas no se mantienen a la viscosidad adecuada, o no llegan a la prensa listas para imprimir. Esto también puede llevar a otros problemas. Por ejemplo, a veces los impresores ajustan la impresión para lograr una mayor densidad, o la rebajan, porque las tintas son muy fuertes. En el primer caso, es muy probable que se aumente la ganancia punto y sin duda se obtenga un punto de mala calidad. En el segundo caso, la densidad puede ser correcta, pero el color se habrá perdido. 

Más allá de la búsqueda de los puntos de partida, el control estadístico de proceso mira el panorama general, y la manera en que todas las acciones en la prensa afectan el resultado final. Esto les ayuda a los impresores a controlar el punto, la densidad y el color. Si podemos llevar estos tres aspectos a su punto óptimo y controlamos otros elementos tales como el registro, suponiendo que todas las máquinas se mantengan en buen estado, vamos a ver que esta variación se estrecha mucho más.

Pero esto sólo sucede si usted observa y trata de controlar todos los factores. Muchos impresores flexográficos ni siquiera están considerando estos temas. En offset existen barras de color en cada trabajo, los operarios exploran en busca de defectos, y a la prensa van sistemas de bucle cerrado. Sin embargo, en flexo, no vemos ese nivel de atención generalizado.

Por dónde empezar 
Infortunadamente, en la mayoría de los casos, el cliente es la fuerza impulsora de un proyecto de este tipo. Sólo un puñado de impresores emprenden voluntariamente estas iniciativas. Esto es en sí mismo el primer escollo: obtener la aceptación del impresor. Sin embargo, independientemente de que la CPC sea la fuerza motivadora, o de que el impresor lo haya decidido por sí mismo, el primer paso es identificar los indicadores clave de rendimiento de su proceso, y documentarlos. 

Con esa documentación, usted puede crear un plan de acción y un análisis de eficiencia para poner el proceso bajo control. La primera cosa que debería hacerse, como lo hemos mencionado ya, sería hacer frente al balance de grises poniendo bajo control la densidad y la ganancia de punto. En este momento, puede ser fundamental trabajar con su proveedor de tintas para asegurarse de que, con el punto y la densidad bajo control, usted esté recibiendo el color correcto. Debe haber un ajuste ideal para cada prensa. Cada impresor tiene que hallar cuál es el suyo de modo que puedan mantener su proceso bajo control. 

Lo que se pretende es encontrar los puntos bajos los cuales el equipo imprimirá con consistencia. El control estadístico de procesos va un paso más allá en la aplicación de esta consistencia. Es importante darse cuenta de que los promedios no son realmente control de proceso. Es posible tener altos altos y bajos bajos y alcanzar todavía un promedio aceptable. Cuando usted trabaja con la capacidad del proceso, empieza a centrarse en lo que es su objetivo. 

Digamos que el objetivo de la densidad es 1, y usted dispone de datos suficientes para demostrar que se está logrando o no el objetivo. Puede entonces hacer un análisis de Six Sigma y verificar si el proceso se encuentra fuera de control. Su promedio puede ser bueno, pero una vez que usted lo mira lo conduce a un plan de acción mediante la búsqueda de las variables y la determinación de una medida en torno a ellas. 

Consulte el manual FIRST (Manual de la FTA de Especificaciones y Tolerancias para la Reproducción Flexográfica de Imágenes). Esta es una buena guía para ayudarle a encontrar su zona de operación. Este libro también tiene técnicas de solución de problemas, para cuando usted se halla por fuera de su zona. Las compañías fabricantes de productos de consumo están reconociendo a FIRST como una herramienta para lograr el control de proceso. En ella se hacen recomendaciones en muchas áreas en las que los impresores encuentran dificultades, incluyendo las de planchas, tintas, el ajuste de las prensas para lograr el color adecuado y, por supuesto, la impresión. Los impresores se benefician de tener sus propios datos, que pueden comparar con las directrices de FIRST. 

Áreas a medir
En impresión, el balance de grises es una de las áreas más importantes de medición y control. Para mantener controlado el balance de grises, es necesario hacerlo también con la ganancia de punto, la densidad y Delta-E. Esos son elementos cuantificables fáciles de medir. La solución más básica es poner escalas sobre el trabajo. FIRST es partidario de poner escalas en la bobina o en el pliego mismo. Algunas personas incorporan las escalas incluso en el diseño. Muchas CPCs lo están haciendo ya. Procter & Gamble, PepsiCo. y FritoLay son sólo unas cuantas. Estas empresas entienden la importancia de contar con escalas en el trabajo. Por lo tanto, podría ser conveniente empezar con los clientes, y trabajar con ellos para incorporar esas escalas en el empaque.

A partir de ahí, considere los criterios mencionados anteriormente. Averigüe cuál es el rango objetivo de operación. Haga luego algunos análisis estadísticos sobre esa información. Buscar el objetivo-Z y CPK (capacidades). Encuentre la desviación estándar en los rangos, compruebe las distribuciones. Luego, trabaje sobre las entradas que están afectando a esos factores. Pregúntese: ¿Por qué hay variación? ¿Cuáles son las entradas en ese proceso? ¿Cómo puedo tener un nivel de control para ese elemento? 

No basta con centrarse en la prensa, estos factores deben tenerse en cuenta también en la etapa de preimpresión. Si el área de puntos es consistentemente alta o baja, entonces es posible que tenga que hacer un proceso de cambio en su separación. Esto podría ser una curva de proceso, o la forma en que se construye el perfil, o la manera en que se están separando los colores, etc. Por lo que respecta a la densidad y el color, si un punto está dentro de las tolerancias, pero la densidad y el color están por fuera, entonces puede ser un problema de tintas. Si la tinta está lista para producción, enfóquese entonces en las diversas posibilidades mecánicas. 

El siguiente aspecto está en cómo aprovechar esta información para dejar que cambie lo que se hace en la prensa. Existe en este punto una cuestión de educación. Como un impresor flexográfico es necesario que usted desarrolle las habilidades para la solución de problemas en la prensa. Muchos flexógrafos se basan en técnicas de "eficacia comprobada", que con gran frecuencia afectan negativamente a otra área. Es necesario que la gente comprenda la manera en que las variables se afectan entre sí. 

Parte de esto implica adelantar un proceso sistemático de preparación para comprender si el proceso de alistamiento es bueno o no. Lo que esto significa, al final del día, es que se cuenta con un certificado de análisis que dice que todo está bajo control y que cumple con las expectativas del cliente. Si estas no se cumplen, se pueden todavía utilizar los datos para ayudar a reducir la brecha. Una filosofía de mejoramiento continuo y la solución activa de los problemas finalmente llevarán a tener las cosas bajo control. 

Hacer que suceda 
La mayoría de los impresores pueden implementar un proyecto como este en unos tres meses. A algunos les ha tomado más tiempo, otros lo han hecho con mayor rapidez. Todo depende de la alta gerencia, de su filosofía, y de la planta de impresión. Al iniciar uno de estos proyectos usted querrá involucrar al gerente de planta, al gerente de calidad, y si es posible, a un representante del cliente. Por supuesto, toda la información seleccionada deberá ser enviada a la sala de prensas. Sus operarios deben entender lo que significan los números y cómo usarlos día a día. Después de todo, no se logra ningún beneficio si es sólo el personal gerencial el que entiende los datos. La información tiene que encontrar el respaldo de todos, desde la dirección hasta el los niveles básicos. 

Una filosofía de mejoramiento continuo es la etapa crítica final. Llegar a la prensa con las tintas certificadas y aptas para su uso también es importante. El trabajo de preimpresión se debe hacer por adelantado con identificación y caracterización, de modo que usted encuentre cuál es esa zona de operación. Luego, es cuestión de tomar esos datos y utilizarlos para provecho propio. Si usted no está tomando hoy todas estas medidas, habrá un período de ajuste pendiente. La buena noticia es que cada vez existen más y más herramientas en el mercado que ayudan con este tipo de cosas, tales como espectrofotómetros de escaneo y otros dispositivos que reducen la cantidad de tiempo que toma hacer las lecturas. 

Lo que muchos impresores requieren entender es que el control estadístico de proceso es una tarea continua. Los impresores deberían celebrar reuniones mensuales de revisión y analizar los datos. Algunos han ido un paso más allá y construyeron un sistema de evaluación (scorecard tarjeta de puntajes) que caracteriza el desempeño con base en estos esos indicadores. Por lo tanto, si la empresa se está desempeñando en un cierto nivel, recibe una determinada puntuación.

Además, se puede crear un certificado de análisis y adjuntarlo a todos los productos de salen por la puerta. El certificado medirá todos los datos que se han discutido aquí, en lo que respecta a color, densidad, el registro, incluso la facilidad de lectura de los códigos de barras, etc. Esto asegura que no haya defectos de impresión, y evalúa aspectos relacionados con el brillo y la opacidad de la tinta blanca, entre otros factores.

Suplemento publicado por la Foundation of Flexographic Technical Association, FFTA, en cooperación con Conversión, B2Bportales.

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