Coca-Cola verde

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Protagonista mundial en marca y líder en el mercado de bebidas; ícono comercial y cultural durante más de 120 años; presencia global y emblema de la penetración de la cultura estadounidense en todos los continentes; producto que despierta a la vez devoción y oposición; tema de pinturas y películas: todo esto puede decirse, sin temor a equívocos, acerca de Coca-Cola, un producto y una organización con un impacto innegable sobre el estilo de vida de miles de millones de habitantes del planeta.

Esa magnitud, que se traduce en su presencia y sus operaciones en 200 países del mundo; ingresos por 32.000 millones de dólares en 2008; y más de 23.700 millones de cajas de unidades de productos distribuidos, se refleja en cada una de las medidas y proyectos que la organización emprende en cualquiera de sus áreas de desempeño. Por eso, el anuncio reciente de CCE, la embotelladora de Coca-Cola para los mercados de Estados Unidos y Europa, de que ha establecido un trascendental compromiso ambiental y social, constituye una noticia de hondas repercusiones, cuyos resultados se traducirán en significativos avances y en un punto de referencia para otras industrias y empresas en el mundo.

Un compromiso incluyente
Denominada "Commitment 2020", la iniciativa de CCE comprende cinco áreas principales: Programas sostenibles de manejo y reciclaje de empaques; conservación energética y protección ante el cambio climático; un manejo del agua que se traduzca en el retorno a las comunidades locales del equivalente de este recurso que la empresa utiliza en sus bebidas; la provisión de opciones de bebidas refrescantes adaptadas a la diversidad de estilos de vida de los consumidores; y la creación de una cultura donde se valore la diversidad, se promueva el respeto a los empleados y se establezcan lazos armónicos con las comunidades con las cuales opera la compañía.

Si resumimos el componente ambiental de esta iniciativa, tendríamos un enunciado simple y contundente: Coca Cola Enterprises (CCE) ha hecho un compromiso con la sociedad para reducir su huella de carbono en 15% en el transcurso de los próximos 10 años, en un propósito que comprende la recuperación de la totalidad de los materiales de empaque que produce, entre otras medidas de profundo impacto ambiental y social. Expresado en cifras tangibles, y ante un volumen de distribución que en 2008 alcanzó 42 mil millones de botellas y latas, las expectativas son muy alentadoras y los resultados comienzan a verse ya: en 2008, CCE recuperó más de 125.000 toneladas de materiales de empaque y para 2010 espera elevar esta cifra a 200.000 toneladas, obtenidas a partir de los 419 millones de consumidores cubiertos por sus productos y empaques, que se elaboran en 431 instalaciones de Estados Unidos y Europa.

¿Cómo hacerlo?
Para lograr un objetivo de tal magnitud los esfuerzos se centran en un principio concreto: maximizar el uso de empaques renovables, reutilizables y reciclables. Los mecanismos, entonces, buscan alcanzar resultados positivos en tres áreas esenciales y relacionadas entre sí: Reducir la presencia física del empaque; aumentar el contenido de materiales reciclados en la elaboración de las botellas, latas y empaques; y promover el reciclaje. Una mirada más cercana a estas áreas nos permite ver sus alcances y su trascendencia.

Más con menos
Un trabajo conjunto con los proveedores de empaques y otros actores en la cadena de suministro ha conducido al diseño de estrategias para reducir el peso de los empaques y, en consecuencia, el uso de materiales vírgenes. El impacto evidente de esta medida, asociada al precepto principal de "Commitment 2020", es reducir las emisiones de carbono a lo largo del ciclo de vida del envase, desde su elaboración hasta el transporte.

Para el período comprendido entre 2007 y 2010 se ha estimado que se dejarán de utilizar 100.000 toneladas métricas de materiales de empaques. Los registros para 2008 muestran que se están logrando los objetivos, pues se ha evitado el uso de 31.000 toneladas de materiales, cerca de 2,7% del total de empaques utilizados por CCE.

La reducción en el uso de materiales se ha concretado en casos como las tapas plásticas de Dasani y de bebidas gaseosas embotelladas en recipientes de PET que se venden en Estados Unidos y Canadá. Una reducción de 24 por ciento en su peso ha incidido en el ahorro anual de 7.600 toneladas métricas de resinas.

Las latas, por su parte, se elaboran ahora en Europa con un aluminio 5 por ciento más liviano que el utilizado anteriormente. La acogida que está teniendo entre los productores de bebidas esta nueva lata de menor peso se traducirá, de acuerdo con las proyecciones, en un ahorro de 15.000 toneladas métricas de aluminio cada año.

Por el lado de los envases de vidrio, en Gran Bretaña la botella tradicional de 330 mL pesa ahora 20 por ciento menos, lo que evitará el uso de 3.500 toneladas métricas de vidrio en su producción.

A lo anterior se suma el diseño de una nueva botella plástica producida a partir de plantas. "PlantBottle", como se la ha denominado, es totalmente reciclable, requiere menos petróleo en su producción y se fabrica a partir de caña de azúcar. Así mismo, una reducción en el peso de los empaques secundarios, como las bandejas de cartón de los productos multi-pack, y el desarrollo de vasos de papel compostables contribuyen al objetivo central de recuperación de 100 por ciento de los materiales de empaque.

Más de lo mismo
Todos los materiales a partir de los cuales se fabrican los envases de Coca-Cola son reciclables. Por eso, integrar materiales recuperados en su elaboración es un paso fundamental para lograr el compromiso adquirido. Los materiales reciclados representan hoy una importante proporción de las materias primas usadas en las botellas y latas: más de la mitad del aluminio de la lata de una bebida comercializada por Coca-Cola Enterprises; 45 por ciento del vidrio de las botellas; y cerca de un cuatro por ciento del PET de las botellas, esta última cifra producto de las dificultades que existen para reincorporar el PET recuperado en la producción de envases para bebidas con una calidad que lo haga apto para su uso en aplicaciones de consumo humano.

Para responder a este último obstáculo, un paso trascendental en el avance de los programas de uso de materiales reciclados ha sido la inauguración de las instalaciones para la recuperación y reutilización de materiales de botellas. Como parte de una empresa conjunta con la organización New United Resource Recovery Corporation (NURRC), Coca-Cola Enterprises tiene ahora la posibilidad de acceder a un PET con la calidad necesaria para ser empleado en diversas aplicaciones, incluida la producción de botellas para sus bebidas. Las instalaciones -las más grandes en el mundo para este tipo de recuperación- comenzaron operaciones en 2008 en la localidad de Spartanburg, en Carolina del Sur, Estados Unidos.

Más de parte de todos
Con una propuesta tan ambiciosa como la establecida por CCE de recuperar el equivalente al cien por ciento de los empaques y envases utilizados en sus bebidas, las estrategias tienen que incluir a todos los actores de la cadena de producción y consumo. Las medidas implementadas para lograr este objetivo son por lo tanto variadas e incluyentes.

En 2008 CCE invirtió ocho millones de dólares en iniciativas de recuperación, buscando incrementar el índice de 40 por ciento de reciclaje obtenido hasta el momento. Estas medidas comprenden el trabajo con organizaciones no gubernamentales, proveedores, clientes y consumidores.

El compromiso de los consumidores, esencial para el éxito del proyecto, ha sido abordado por CCE con la creación en 2007 de Coca Cola Recycling LLC (CCR), una entidad de la que participan cientos de miles de consumidores en Norteamérica, a los cuales capacita y ofrece oportunidades para el reciclaje de los productos. El respaldo de CCR a los programas de reciclaje comprenden la provisión de infraestructura a los consumidores en lugares de alto perfil donde se expenden los productos de Coca-Cola, y la participación por medio de sus vehículos de educación en eventos de gran importancia, como ha sido el caso de las carreras de la NASCAR, las convenciones Demócrata y Republicana, campos universitarios, instalaciones de clientes, y en general, un trabajo con las comunidades que en 2008 congregó a más de 40.000 personas en actividades educativas y recreacionales relacionadas con el reciclaje.

En Gran Bretaña, la creación de zonas de reciclaje en áreas de alto tráfico, parques temáticos, centrales de transporte, hospitales y centros comerciales, ha contado con la participación de agencias gubernamentales, en una iniciativa que espera contar en 2011 con 80 sitios similares en países europeos como Francia, Bélgica y Holanda.

De otra parte, un área identificada como crucial para el éxito de cualquier programa de reciclaje es la recuperación en los hogares, que se vincula estrechamente con planes municipales que incluyan el trabajo de consumidores, recicladores y recolectores de basuras. En un trabajo conjunto con la Asociación Estadounidense de Bebidas y el Climate Group, CCE está adelantando planes pilotos denominados "Planes de Círculo Total" en localidades como Knoxville, en Tennessee, y Hartford, en Connecticut.

La recuperación y el reciclaje dentro de las instalaciones de la empresa misma no podían dejarse de lado, y el trabajo allí ha mostrado unos resultados altamente satisfactorios. Un programa que motiva a las sedes de CCE a recuperar y reciclar más de 90 por ciento de sus residuos ha logrado que 26 de las 79 instalaciones hayan logrado esta meta, y en Europa el propósito se ha extendido ahora a llegar a 98 por ciento de recuperación.

En Estados Unidos las cosas no son diferentes. La iniciativa llamada Target 100 ha llevado a que 10 instalaciones de producción obtuvieran un índice de 90 por ciento de recuperación, el reciclaje de 5.600 toneladas métricas de materiales y la obtención por parte de algunas de ellas de distinciones ambientales por estos esfuerzos.

Finalmente, con un programa de reciclaje centralizado en las instalaciones de ventas y distribución se complementan las iniciativas de reciclaje de CCE. En 2008 se crearon 16 centros de recolección que, sumados a otros siete ya existentes, han logrado mejorar los índices y costos generales de la recuperación.

Procesos bien respaldados
Como lo ha demostrado ampliamente la experiencia, el éxito de cualquier iniciativa ambiental y de responsabilidad corporativa en general, depende en gran medida del respaldo que tenga de parte de la alta gerencia de las organizaciones. Por eso, hay que destacar que CCE haya conformado un Comité de Responsabilidad Social, adscrito a la Junta Directiva, y creó un Consejo Asesor que establece las metas y prioridades de los programas. El trabajo de estos organismos, en los que participan gerentes, directivos, empleados y asesores externos, ha sido esencial para dar a las iniciativas de CCE el liderazgo y la dirección necesarias que le van a permitir cumplir las ambiciosas y apremiantes metas establecidas en su propuesta "Commitment 2020".

Las metas del compromiso 2020
Cinco áreas conforman la iniciativa de responsabilidad social de Coca-Cola Enterprises para el año 2020:

Empaques sostenibles/Reciclaje. Reducir el impacto de los empaques, a través de uso de recursos renovables, reutilizables y reciclables, y recuperar el equivalente al 100 por ciento de los empaques utilizados.

Conservación de energía/Cambio climático. Reducir la huella general de carbono de las operaciones en 15 por ciento para el 2020, comparada con el registro de 2007.

Manejo responsable del agua. Establecer una operación hídrica responsable, que minimice el uso del agua y retorne a las comunidades la cantidad equivalente a lo utilizado en las bebidas y en su producción.

Portafolio de productos/Bienestar. Ofrecer bebidas refrescantes para cada estilo de vida y ocasión, ayudando a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre las bebidas que eligen.

Cultura diversa e incluyente. Crear una cultura donde se valore la diversidad, donde cada empleado sea un miembro respetado del equipo, y donde los empleados de la compañía sean un reflejo de las comunidades con las cuales se trabaja.

Coca-Cola Company está conformada por más de 300 embotelladoras en más de 200 países. Coca-Cola Enterprises trabaja en conjunto con Coca-Cola Company para fabricar, distribuir y comercializar bebidas refrescantes en los mercados de Norteamérica y Europa. En 2008 CCE distribuyó 2.000 millones de cajas de bebidas, lo que representa cerca de 16% del volumen de ventas de Coca Cola en el mundo.

"Puedes estar mirando la tele y ver una Coca-Cola, y puedes saber que el presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola, y tú también puedes beber Coca-Cola". Andy Warhol

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