Barilla innova en Mexico con codificadora Imaje 5000

Situada a 400 kilómetros de Ciudad de México, la fábrica Barilla de San Luis Potosí produce cada año 55.000 toneladas de pasta en sus 25 líneas de manufactura –su producción está exclusivamente destinada al mercado local. Cada línea está equipada con una máquina bolseadora vertical en la que se ha instalado un sistema de marcaje.

El proceso de marcaje constituye una importante etapa en el proceso de fabricación, afirma el director de producción de la fábrica, Salvador Palos Gutiérrez. “Para Barilla es importantísimo garantizar la trazabilidad de sus productos. Los caracteres impresos en las bolsas, como la fecha de caducidad y el número de lote, deben ser perfecta y perennemente legibles”, dice Palos Gutiérrez.

Hasta el año 2005, la fábrica Barilla de México utilizaba un sistema de marcaje que no resultaba satisfactorio. “Los caracteres impresos eran irregulares y, en ocasiones, difícilmente legibles. Además, los costos de los consumibles eran muy elevados. Por razones de economía, era imprescindible reducirlos”, recuerda Palos Gutiérrez. El sistema anteriormente utilizado planteaba otro problema: Ejercía un impacto directo sobre el ritmo de la producción. En efecto, era poco flexible y los cambios de números de lotes o de fechas de caducidad debían realizarse a mano y, por lo tanto, ello quitaba tiempo, generaba tiempos muertos en la producción”, explica el director.

Frente a estos problemas, los responsables de la fábrica Barilla de México decidieron lanzar una licitación a tres proveedores, entre ellos la firma Imaje. El objetivo era claro: Necesitaban un sistema de marcaje económico y flexible, que garantizara una perfecta trazabilidad de los productos y soportara un ritmo de 60 bolsas por minuto.

Codificadoras económicas y fáciles de usar
La elección de la máquina codificadora por transferencia térmica programable, Imaje Serie 5000, para imprimir directamente en las bolsas antes de rellenarlas, fue la ganadora en la licitación de Barilla México.

“En términos de valor esta solución era, de lejos, la más interesante. Necesita poco mantenimiento y, por encima de todo, ha sido concebida para reducir los costos de la impresión, gracias a un sistema de optimización de la cinta”, explica Salvador Palos Gutiérrez.

La primera prueba se realizó en junio de 2005 en una máquina bolseadora vertical dotada de una codificadora intermitente Imaje 5210. El resultado estuvo a la altura de las exigencias de calidad y trazabilidad de Barilla México, gracias a una resolución de impresión de 300 dpi, que corresponde a doce puntos por milímetro.

El equipo directivo de la fábrica realizó inmediatamente un pedido de diez codificadoras. “Más de un año después de esta adquisición, nuestras once codificadoras por transferencia térmica programable 5210 nos proporcionan satisfacción total. El costo de impresión se ha reducido en 35% y los tiempos muertos en la producción han disminuido completamente, ya que es muy fácil seleccionar los mensajes y lanzar las impresiones a partir de la pantalla táctil. Una vez las otras 14 codificadoras de la fábrica alcancen el final de su vida productiva, las cambiaremos por codificadoras de Imaje”, concluye Salvador Palos Gutiérrez.